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Los riesgos de mirar al abismo

Los riesgos de mirar al abismo

Escribir literatura de género es, a pesar del boom actual, una buena manera de ser señalado, y no necesariamente en positivo. Todavía no está bien visto recrearse en algo que no siga las leyes físicas, que no ha sucedido ni sucederá jamás o que no es aleccionador. Si, además, esto se intenta en territorio patrio, la invisibilidad es un superpoder que se adquiere de forma involuntaria a la que uno se despista. Y si, para rizar el rizo, alguien trasgrede lo que define el género y se sale de la norma de los que se salen de la norma, es probable que ese alegre suicida se dé contra una pared y se desangre en un gran charco de tinta.

Por eso el caso de Emilio Bueso llama la atención. Porque ha hecho todo eso y mucho más, y no sólo ha salido ileso sino reforzado, con una considerable legión de adeptos hacia sus obras multipremiadas. Nacido en Castellón, en 1974, Bueso es ingeniero de sistemas, analista de riesgos, profesor de sistemas operativos y uno de los escritores punteros españoles actuales de terror y ciencia ficción distópica, además de un esmerado jardinero de relatos oscuros.

"Se le nota el oficio en cada frase, sorprende la poesía que se encierra en sus descripciones del horror, ataca al lector que está con la guardia baja"

Lleva escribiendo y ganando premios desde 2007, y es autor de novelas como Diástole, Cenital, Esta noche arderá el cielo, Extraños eones, la trilogía de Los ojos bizcos del sol y una antología de relatos de terror llamada Ahora intenta dormir (tercera edición ampliada), que es la que protagoniza esta reseña. Premios Celsius (tres), Premios Nocte (dos), Premio Domingo Santos y más hacen que sus lectores contengan el aliento para leer la prosa envuelta en tinieblas sin esperanza que emana de cada publicación.

Estamos hablando de un autor lúcido, beligerante y nada acomodado en el éxito. Se le nota el oficio en cada frase, sorprende la poesía que se encierra en sus descripciones del horror, ataca al lector que está con la guardia baja y le dispara directo al cerebro para noquearlo. Si un relato suyo no crea malestar, angustia, horror o incomodidad es que algo no se ha leído bien.

Bueso es un camaleón experimentado en este campo de batalla. Puede crear narrativas inspiradas en autores como Poe, Barker, Grabinski, Ligotti o Lovecraft sin ningún problema. A veces de forma sutil, otras anunciadas a voces desde el inicio. Pero por alguna parte siempre se le cuela su estilo propio e inconfundible: un lenguaje sincero, brutal y desgarrador. Un léxico que puede sorprender en ocasiones por ser demasiado coloquial o incluso procaz, con algún exabrupto que muchos soltarían en las situaciones límite a las que se enfrentan sus personajes.

"Hay tantas lecturas en cada uno de ellos y tanto trabajo oculto en el más simple de los párrafos que ya no hay un solo significado por lector"

Ahora intenta dormir es una antología que se editó en 2015 con dieciocho relatos, y que ahora, en su tercera edición, se ha complementado con siete más. No se ha tocado una coma de los anteriores y se ha seguido con la misma estructura: una pequeña introducción del autor explicando el origen del texto o cuál era su intención al redactarlo, y luego la explosión. Porque no son relatos: son balas. Hay algunas que se ven venir; otras, pocas, que se esquivan sin lamentar daño alguno; muchas, la mayoría, que dan de lleno y producen un sentimiento de inquietud excepcional. Y después están las de explosión retardada, las que al leer la última palabra uno cree que lo ha entendido y sonríe, pero luego un fogonazo lleva a unir las migas de pan que el autor ha dejado caer durante el trayecto y se borra toda sonrisa.

En cualquier antología de relatos siempre habrá disparidad de gustos. Es casi obligatorio. No hay lector que no tienda a ordenarlos de mejor a peor siguiendo sus propios criterios. Esta antología no se salva de la regla: es cierto que hay algún relato que promete mucho desde el punto de partida pero que pierde fuelle en su desarrollo o se resuelve de una forma un tanto gélida. Pero son muchos más los que hacen el daño que deben hacer. De esta manera se entiende que nadie se ponga de acuerdo en cuáles son los mejores. Hay tantas lecturas en cada uno de ellos y tanto trabajo oculto en el más simple de los párrafos que ya no hay un solo significado por lector. Es una cebolla infinita en la que cuanto más se profundiza más se advierte el trabajo del autor.

"Sin recrearse en escenas de sangre y vísceras, el terror llega por otro lado, cuando se adivina que las hordas no tienen por qué no tener un propósito"

Bueso usa en esta antología una gran disparidad de temas para generar el desasosiego: situaciones extrañas (el subgénero weird), zombis, sectas, enfermedades, monstruos, psicópatas asesinos, fantasmas, licántropos, apocalipsis por cambio climático, vampiros, conspiraciones, o directamente el vitriólico bizarro. Y este abanico de maneras de hacerlo pasar mal lo usa no sólo por su evidente versatilidad y capacidad de adaptación, sino por su tendencia a ponerse a prueba abordando campos nuevos. No le gusta el confort de lo conocido. Si ya domina un subgénero, lo hibridará, lo deshará y reinventará. No le gusta transitar por caminos ya hollados, por otros o por él mismo. Renovarse o morir, aunque a veces esa búsqueda de lo diferente no encuentre el gatillo con el que rematar al lector.

Hay relatos que brillan precisamente por su oscuridad. Porque la bala antes mencionada produce graves daños que seguramente acompañarán al lector por mucho tiempo:

“Tras una persiana veneciana” da un enfoque al género zombi que lo vuelve más aterrador si cabe. Sin recrearse en escenas de sangre y vísceras, el terror llega por otro lado, cuando se adivina que las hordas no tienen por qué no tener un propósito. Y luego está esa capa más oculta que se puede leer igual que un informe de guerra, en la que ni los testimonios más neutrales ni los refugiados salen ilesos de ninguna batalla.

“La resaca de ella” habla de sinestesia, la confusión de los sentidos. Todo el relato es un ejemplo ya que habla del horror de una tragedia con una exquisita prosa poética. Confunde al lector describiendo lo más terrible con un lenguaje tan dulce como miel tóxica y ponzoñosa. Y al terminar deja la terrible sensación de haber disfrutado con una historia devastadora.

"Ahora intenta dormir es una antología que vale la pena desmenuzar. Encontrar los relatos favoritos según cada lector y devorarlos. Asomarse a través de ellos a las tinieblas"

“Barrer, quizás soñar” mezcla la política, lo sobrenatural, la justicia y la venganza. Lo peor del ser humano en la búsqueda de un enfermizo orden perfecto. El relato conduce al lector, y este va de la mano de la protagonista en su viaje, creyendo que la podrá proteger si camina leyendo a su lado. Pero en los relatos de Bueso nadie sale indemne. Ni mucho menos el lector.

“Al garete” desgrana el día a día después de un apocalipsis climático que ha inundado el mundo. Su redacción hace que uno viva, sufra y sea uno más de los que vagan por las corrientes oceánicas: “(…) las especies se retuercen a toda velocidad, formando mil abominaciones. Son las personas las únicas que no han cambiado. Los hombres siguen siendo monstruos”. Si una frase se mantiene en la memoria tiempo después de su lectura, es que el autor ha dado en el centro de la diana.

El relato “Bola de mierda”, como muchas de las suyas, es una historia de perdedores: “Somos fauna sin pedigrí. El escarabajo pelotero del zoológico del asfalto, siempre dándole vueltas a nuestra enorme bola de mierda.” Y “De noche, entre semana, el planeta deja de girar, todo el mundo se baja, y tú te quedas”. No hay inocentes ni esperanza. Nadie se salva. Ni los que lo merecen.

En “El hombre revenido”, Bueso se regodea en el terror gótico, vistiendo con sus mejores mortajas de gala al vampirismo más tétrico y despiadado.

Entre los nuevos relatos añadidos destacan el terrorífico “Terminar el trabajo”, el novedoso “Clara-mente” configurado como una conversación de WhatsApp, o el convincente y preocupante relato de ciencia ficción “Corolario lapidario”.

En resumen: Ahora intenta dormir (edición ampliada) es una antología que vale la pena desmenuzar. Encontrar los relatos favoritos según cada lector y devorarlos. Asomarse a través de ellos a las tinieblas.

Se dice que, cuando se mira al abismo, el abismo devuelve la mirada. Y allí, en lo más profundo, la media sonrisa de Emilio Bueso saluda. Y muestra unos afilados colmillos.

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Autor: Emilio Bueso Aparici. Título: Ahora intenta dormir. Editorial: Valdemar. Venta: Todos tus libros, Amazon, Fnac y Casa del Libro.

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