Una serie de crueles asesinatos de mujeres y la misteriosa presencia de un vampiro en el México virreinal son la base de la «fantasía histórica» que el escritor y filósofo Héctor Zagal ha situado a finales del siglo XVIII, cuando la Revolución Francesa ya ha desatado el terror en Francia y se ha cobrado las cabezas de Luis XVI y María Antonieta, y que tiene como protagonista a la monja Sor Filotea del Niño Jesús, una mujer inteligente, ilustrada, lectora, descreída y rica (un claro guiño a sor Juana Inés de la Cruz), quien ayuda a otras mujeres, especialmente a las niñas, a educarse y que ingresa en un convento porque prefiere los rigores de la disciplina a estar sometida a los caprichos de los hombres. Adobada con intrigas políticas, filosofía y gastronomía, el autor elabora en El vampiro del virrey (Planeta) una novela negra en toda regla que se desarrolla en el corazón de una época oscura y llena de supersticiones, donde sor Filotea, apoyada en la razón y la verdad, en la teología y la filosofía, resolverá un enigma en cuyo centro estará Ioan Apafi, príncipe de Transilvania y primo del Rey de España, un hombre de color pálido que odia el ajo y teme al sol, pues le provoca llagas, y que desembarca en Veracruz. Perteneciente a una orden secreta, desde el primer instante este personaje comienza a tener problemas con la Inquisición porque lee libros prohibidos y no le gusta ir a misa, y conforme se aproxima a la capital del virreinato va dejando una estela de asesinatos muy sangrientos, especialmente contra las mujeres, lo que obliga al Inquisidor general a acudir a Sor Filotea con la idea de que resuelva el enigma que hay detrás de esos crímenes, para lo cual recurrirá, al más puro estilo de Agatha Christie, a la búsqueda de evidencias físicas, el conocimiento de la psicología de los personajes y el raciocinio. Autor de novelas como La venganza de Sor Juana (2005), Imperio (2012) o El Inquisidor (2018), y de ensayos como Ética para adolescentes posmodernos (1991) o Felicidad y amistad en Aristóteles (2014), Zagal (Ciudad de México, 1952) ha dicho que su nueva novela también arroja luz sobre la pelea que protagonizaron México y Estados Unidos por California, cuando los rusos ya han llegado a Alaska y están viajando hacia esa región, a donde el príncipe Apafi quiere viajar ofreciéndose como colonizador e invita a Sor Filotea, un magnífico personaje que, ha prometido su autor, seguirá recorriendo los rincones de la Nueva España resolviendo misterios en próximas entregas. Bienvenida.
PREMIO LÓPEZ VELARDE, DIÁLOGO IBEROAMERICANO
Instituido hace 25 años, el Premio Iberoamericano de Poesía Ramón López Velarde tiene como objetivo reconocer a aquellos escritores que en su entrega a la creación literaria han alentado y difundido en todo el ámbito iberoamericano la obra del poeta zacatecano, sin duda una de los mayores poetas en lengua española de los primeros dos decenios del siglo XX y con quien se cierra espléndidamente el modernismo mexicano, piedra fundacional de la poesía contemporánea en México. Este año, el escritor, poeta, ensayista y traductor portugués Nuno Júdice, ha sido merecedor de este importante galardón, que ha recibido en la XXVI edición de las Jornadas Lópezvelardeanas, durante una ceremonia realizada en el espectacular escenario del teatro Hinojosa, en la ciudad de Jerez, Zacatecas, cuna del mentor del premio, donde nació hace 135 años. En dicho evento, el autor portugués recordó que hace años, cuando le fue encargada la traducción de una antología de Ramón López Velarde, donde se incluía el poema «Suave Patria», comprendió que su autor era comparable con dos de los más grandes poetas lusos: Luis de Camoes y Fernando Pessoa, poetas todos, dijo, a los que nos referimos cuando queremos hablar de lo que distingue a nuestros pueblos con naciones. Sobre Nuno Júdice, escritor nacido en Mexilhoeira Grande en 1949, el jurado del Premio López Velarde destacó que se ha convertido en el poeta contemporáneo más señalado de su país, y la calidad, agudeza y profundidad de su obra han sido reconocidas ampliamente en todo el mundo, como lo prueban las traducciones de sus libros publicadas en 27 países, así como galardones de la importancia del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, el Premio Poetas del Mundo Latino Víctor Sandoval o el Premio Rosalía de Castro de Galicia. Pero Nuno Júdice, en efecto, no solo ha escrito poesía, género en el que ha publicado destacados poemarios como Nos brazos de exígua luz, Meditaçao sobre ruinas, Teoria geral do sentimiento o Navegaçao de acaso, sino que también es autor de 19 libros de ficción, 10 de ensayo y crítica literaria, 5 obras de teatro, 12 ediciones críticas y antologías, así como 22 traducciones del francés, inglés y español. Toda una vida dedicada a la literatura y un reconocimiento merecido y justo que engrandece a este premio.
MEMORIAL OCTAVIO Y MARIO JO PAZ
El espléndido Memorial Octavio Paz y Marie José Tramini, instalado en el incomparable marco del Antiguo Colegio de San Ildefonso, cumple un año de resguardar las cenizas del Nobel y su compañera de vida. La pieza museográfica que actualmente se exhibe ahí para conmemorar este aniversario es Discos visuales (ERA, 1968), colaboración editorial y artística entre Vicente Rojo y el poeta. En este espacio, visita imprescindible cuando se está en Ciudad de México, también se puede admirar la fuente escultórica Piedra de Sol, creada por Rojo como un singular diálogo conceptual con la urna del Memorial. Un acierto.
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