El poeta, ensayista y dramaturgo Julio César Galán ha reunido el trabajo de sus tres heterónimos (Jimena Alba, Pablo Gaudet y Luis Yarza) en un único libro firmado por un cuarto heterónimo: Óscar de la Torre. Una excelente ocasión para reflexionar sobre la heteronimia, una forma de despersonalización que permite fantasear con otras vidas posibles.
En Zenda reproducimos cinco poemas de Los reales ausentes (El Sastre de Apollinaire), de Óscar de la Torre.
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Disección de “Helter Skelter”
Jimena Alba
- Dime la respuesta
Los límites del mundo están ahí: palabras,
pero el sonido, la melodía y el ritmo
[las rompen.
Música contra palabras. Desplazarse de lo que somos a donde
[existimos.
Aparta el rostro para ser otras identidades, dicen que todo es uno.
Si hay alguna obra artística que signifique la palabra ALEGRÍA es
The White Album.
Y esta canción es la punta de la A.
Pero vayamos hacia atrás y hacia afuera, hacia el blanco de todas esas
[letras.
Corren los turbios 68, los ejércitos, la distancia de casa, las utopías,
[Manson y su tropa…
Corre un título antes del título: “Heather Leather”. Corren el LSD y la protesta
[y follar pública
y salvajemente
(como debe ser).
Más adelante el punk rock, el heavy metal
y en paralelo: ese grupo MC5
y su “Kick out the jam”
y un origen: The Who, gritos, ecos,
[el des-con-trol
¡¡¡¡el descontrol!!! ¡¡¡el descontroollsooslllllsooososll!!!!!
- Tengo ampollas en los dedos
Ahhhhhhhh!!! El tobogán y la risa: lo que envuelve la alegría.
[Como los fans de “Glass Onion”
intento llegar al centro de la canción,
a este caracol de canciones
a este sonido blanco de domingo,
[de casa caliente,
de cama deshecha, de… Amarse: las baladas acústicas («Julia»),
las lenguas, el pop («Back in the U.S.S.R.»),
el movimiento de caderas,
[llorar el blues, llorar “Yer Blues”,
el roce de las pieles, el rock en donde siempre se es joven («While my guitar
[gently weeps»),
el sexo en donde siempre se es joven,
una de las antesalas del punk (nuestra “Helter Skelter”):
¿el amor sigue siendo un neologismo? y esta música siempre suena nueva:
“Bajo rápido pero no dejes de romperte”:
nuestra “Helter Skelter”, la pesada sencillez de su letra,
su pequeña simbología infantil,
(la decadencia siempre
lleva una leve simbología infantil);
pocos acordes en espiral, poderosos, altos.
Esa distorsión controlada,
ese bucear en la guitarra hasta
que las mariposas se hacen de hierro.
* * *
(Sembrados del Tocol)
Luis Yarza
Vivo el cultivo verde de la luz
Y agradezco que nuestras manos
Signifiquen en las palabras
Como junio que invita a festejarnos;
Que la costumbre de avanzarla
Sea la misma evidencia del manzano.
Vivo el cultivo verde de la luz
Bajo su mediodía biselado
Y espero a que la lluvia
Suba los crisantemos a sus blancos
Y que mediante esta creación
Aprenda sin recelo a alejarme con dios.
***
(Cerezal dentro pupila)
Luis Yarza
El bien de los cerezos se perfila
Por la unión de mi dedo con su dedo.
Quedan los ojos contemplados
Con el rojo de cada vuelo.
***
(Cerca de la Laguna Esñol)
Luis Yarza
Banderas blancas: aves:
Dios niño por el limonero,
Amarillo regreso al fuego,
Al fuego de la casa,
Cantar de pan recién sacado,
Recién partido: cómplice.
Briznas de luz: regreso al brillo.
Bandera blanca, niño Dios,
Bandera de limón, el limonero;
Silbo este día abierto
Con azules de limbo cotidiano:
Pastizales del aire,
Barrio alto del retorno,
Lejos: míralo, lejos…
* * *
Volatineros
Pablo Gaudet
(El aire sopla un diente de león y sus semillas, como copos de nieve, viajan hacia nuestras manos.)
Era mejor vivir en las nubes.
Enganchados a la teta de la nube.
Si quieres saber de las nubes,
mira los pájaros.
Mirador mirando.
¿Subes? Subimos. Subidas.
Y pluritodo. Oro en el enredo,
es decir, hojas amarillas
muy vivas. La uve,
la lengua, me agavillas.
Es oro,
es hora de dejar de escribir,
hay que mirar lo liberado
en el espejo de la ternura.
Ranura, melos melacolía.
pez para volar. Volatinera,
volalma, cuculí.
Sigamos divagando,
sigamos contando nubes
como rayas eléctricas,
la frescura de rodar rodando,
claro en el sí.
Trasquilemos el vellón,
bien de amores,
qué linda te veo
en el vivir para cantar,
en el vivir para todavía,
en el todavía para hoy.
Sigamos girando los vientos
y caminando.
Rellenamos almohadas
para que parecieran nubes.
Yo tuve el mejor destino
contigo, con nuestros hijos.
Lavaperdidas. Agradecemos
las botas de siete lenguas.
Si pudiera quedarme
aquí para siempre,
en este instante,
creería en dios
solo por una vez.
Envés del intocado,
es decir, arte en la vida,
corcovemos este mediodía
y entrémonos dentro.
Nos doblaremos
por las junturas,
nos sucederemos
en lo mismo diferente,
lo primero es lo primero:
Oh, labios, sois la forma
más luminosa de la frase.
No dejas descansar
los significados
y entonces, todo se vuelve
perisino, voragín, algaramía
y más allá, verdades de lluvia,
gerihabla de los clarísimos,
y más allá, miramos las nubes
y sabemos de los pájaros.
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Autor: Óscar de la Torre. Título: Los reales ausentes. Editorial: El Sastre de Apollinaire.
Metaverso común y laberintico