Tiene algo de onírico el compendio epistolar que la escritora Celia Paul le dedica a Gwen John. Tiene también algo de admiración esta correspondencia que salva el discurrir del tiempo para viajar entre dos universos que, pese a no haberse encontrado nunca, se encuentran conectados por una mirada artística similar.
Paul utiliza estas cartas —que jamás llegarán a su destino— como un espejo en el que narrarse a sí misma. Son requiebros de su propia vida, fragmentos que permiten la conexión entre las dos artistas y que actúan, muchas veces, como vía de escapatoria ante la situación que Paul vive tras la enfermedad de su marido. Las vidas de ambas se entrecruzan, sus trayectorias artísticas (sobre todo pictóricas) se explican la una a la otra en este conjunto de cartas a un fantasma que componen, no solo una antología epistolar, sino una ilusoria biografía de John.
Paul nombra a Gwen John página a página. En cada carta alza su voz a un espejo que atraviesa décadas, en este texto lleno de ensueño, cada carta termina, como un una jaculatoria, con la frase “Con un apretón de manos”, con la que Van Gogh concluía cada carta que enviaba a Theo, su hermano.
La apuesta de Chai Editora es arriesgada y diferente. La lectura de estas Cartas a Gwen John sumergirá al lector en un duermevela literario, en una tensión incontestable con este flechazo narrativo. Cada carta se convertirá en una suerte de monólogo en segunda persona, una narradora que rompe —con esta atrevida escritura— las normas ortodoxas del tiempo en la narración. No se la pierdan.
——————
Autora: Celia Paul. Título: Cartas a Gwen John. Traductora: Esther Cross. Editorial: Chai. Venta: Todostuslibros.
Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas: