La gran Babilonia de España

Susana Martín Gijón, considerada una de las grandes renovadoras del género negro en España, regresa a las librerías con un thriller histórico ambientado en la Sevilla de 1580. Alguien está matando a las prostitutas de la ciudad y, mientras tanto, el Santo Oficio aterra a la población con sus torturas y autos de fe. Una novela adictiva que cede la palabra a los sin voz de la Historia.

En este making of la propia Susana Martín Gijón habla de la Sevilla recreada en La Babilonia, 1580 (Alfaguara).

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De ahí que, puesta a zambullirme en un período histórico, y sevillana como soy de nacimiento, no podía sino retroceder en mi máquina del tiempo hasta entonces, en concreto hasta el año 1580. Allí aterricé hace ahora cerca de dos años, y allí he vivido buena parte del tiempo desde entonces. Regresaba para comer, para dormir —siestas incluidas siempre que me resultara posible—, para seguir compartiendo la saga de Camino Vargas con los lectores y para alguna cosa más, no demasiadas. El resto lo pasaba recorriendo las calles que un día albergaron la mancebía sevillana (a veces en la imaginación, otras de cuerpo presente), paseando el Arenal de arriba abajo, el que fuera glorioso puerto de Indias, o perseverando hasta dar con la localización exacta del convento que fundara Santa Teresa o del Hospital de Bubas. También navegando en un galeón, no en la Soberbia, pero poco tenía que envidiarle la réplica que la fundación Nao Victoria puso en circulación hace unos años y que lleva recorriendo los mares de todo el planeta desde entonces. Ahí me enrolé cual grumeta bisoña, mareándome en la tormenta pero sin dejar de arriar las velas junto con los treinta marinos que me acompañaban, bastante más versados —y fortachones— que yo. Un poco debí de ganármelos, porque acabé gobernando el timón alguna que otra vez. Eso sí, cuando las aguas estaban más calmas que un bebé recién alimentado. Y es que ya saben quienes me conocen que necesito introducirme en cada escenario, como ya lo hiciera con la trilogía de Camino Vargas en un santuario de animales, en una clínica de reproducción asistida o en una planta de productos químicos. El reto estaba difícil (ahora había que transportarse cinco siglos atrás), pero gracias a ese empecinamiento que me caracteriza creo que hoy La Babilonia, 1580 es una novela mejor, y que permite sumergirse en ese apasionante pasado de gloria pero también de sombras, de opulencia y boato tanto como de pillaje, fechorías y, cómo no, crímenes espeluznantes cuya resolución habrá que acometer. Entre tanto conocerán a la inigualable Damiana, a la monja descalza pero cultivada y glotona que es sor Catalina, al piloto mayor de la Flota de Indias don Eugenio de Ron o al no demasiado inocente niño Diego, pero podrán también confraternizar con la insigne escritora del Siglo de Oro María Salazar de Torres, el emblemático padre jesuita Pedro de León o la misma Teresa de Jesús, presente a través de las cartas que dirige a su favoritísima, la citada escritora y a la vez priora del convento que la santa fundara en la metrópoli hispalense.

No solo viajaremos a Sevilla y cruzaremos el Atlántico en la nave capitana, sino que recalaremos también en un vasto imperio rebosante de oro, situado en uno de los lugares donde menos a menudo ponemos los ojos los occidentales que miramos la Historia desde nuestro ombligo. Un imperio, el de Malí, cuyas leyendas mágicas se han transmitido oralmente desde el siglo XIII hasta nuestros días, y gracias a las que comprenderemos el enigma que se esconde tras los asesinatos que se están perpetrando en Sevilla y que han puesto a temblar a bravos marineros, los hombres más supersticiosos de cuantos haya parido madre. Pero antes habremos de conocer a la mujer búfalo, al rey león o al hombre más rico del mundo. Y para eso aún quedan muchas páginas de, espero, deleite del lector. Ese es mi mayor deseo.

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Autora: Susana Martín Gijón. Título: La Babilonia, 1580. Editorial: Alfaguara. Venta: Todostuslibros, Amazon, Fnac y Casa del Libro.