El día 29 de octubre de 1965 fue secuestrado el político marroquí Mehdi Ben Barka en París. Un día más tarde se cree que fue asesinado por miembros de los servicios secretos franceses en colaboración con el ministro del interior del reino alauí, Mohammed Ufqir. Esta muerte fue una de las que tuvo más repercusión dentro de la época conocida como los «años de plomo».
¿Quién fue Mehdi Ben Barka?
Desde muy joven, Mehdi Ben Barka fue una de las figuras más activas del nacionalismo marroquí. Después de conseguir la independencia del país, el 2 de marzo de 1956, fue nombrado presidente de la Asamblea Nacional Consultiva. Pero sus intentos por democratizar las instituciones chocaron con los intereses de la monarquía de Mohamed V y sus seguidores. La tensión dentro del partido Istiqlal provocó que Ben Barka y otros compañeros fuesen expulsados y formasen la Unión Nacional de Fuerzas Populares (UNFP). El político marroquí, muy influenciado por su contacto con el movimiento tercermundista, pidió una serie de cambios —elecciones libres, una constitución, una reforma agraria y el final de la exclusión de las mujeres en la vida pública— que hicieron más profunda la fractura entre su organización y el rey alauita. Algunos dirigentes del partido acabaron en prisión y Mehdi Ben Barka tuvo que exiliarse a Francia. En 1962 hubo un intento de abrir el país a las reformas con la llegada al trono del nuevo monarca, Hassan II. Ben Barka regresó al país y se presentó a las elecciones, pero unos años más tarde volvió la represión y junto a otros compañeros fue juzgado —en su caso en rebeldía al haber huido del país— y condenado a muerte.
¿Cómo fueron los «años de plomo» en Marruecos?
Aunque algunos historiadores consideran que los «años de plomo» comenzaron en 1971, con el primer intento de asesinar a Hassan II durante un asalto militar a su palacio de verano, otros afirman que esta época tuvo su origen en el inicio del mandato del propio monarca, y que el secuestro y asesinato de Mehdi Ben Barka formó parte de ese periodo de terror y represión. Tras la muerte de Ben Barka, el rey alauita sufrió hasta dos intentos de acabar con su vida. Ambos fracasaron y la persecución, detención y tortura de los disidentes no cesó hasta 1991 con el alto el fuego en el Sahara Occidental. Tras la muerte de Hassan II en 1999, y con su hijo Mohamed VI en el poder, se creó una institución, la Instancia Equidad y Reconciliación (IER), para investigar los crímenes cometidos durante los «años de plomo». Sin embargo, a día de hoy, todavía no se han revelado todos los datos sobre el asesinato de Mehdi Ben Barka. Al año de su desaparición, se abrió un proceso judicial, como consecuencia del escándalo surgido en Francia por el caso, que condenó a varios miembros de los servicios secretos franceses y al ministro de interior marroquí Mohamed Ufkir por el secuestro, que no la muerte, de Ben Barka. Ufkir no llegó a cumplir la pena impuesta.
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