El otro día aprendí la palabra cheesy en el Instagram de @antonio_jrodriguez (uno de los mejores posts que he leído este mes, también os digo). Hoy publico esta foto porque necesito muy fuerte dos cosas.
1. Que la Expo Heteronorma. Retratos Cheesy de la felicidad conyugal salga adelante.
2. Que su comisario seleccione mi foto.
3. Seguir pensando el concepto. Dice @antonio_jrodriguez que “Lo cheesy sustituye a Dios, encarna el concepto de Dios y, de hecho, nace de la propia idea de Dios, en tanto que es la última ficción que permite decirse a uno mismo que estar vivo, pues, está bien, es bueno y es bello.
Cada vez que pienso en lo cheesy me río. Y eso está bien. Os querré si compartís vuestro furor cheesy.
Una última duda: ¿todo el mundo sabía esta palabra menos yo?
*******
CÓMO HACERSE ESCRITORA
Este es el planteamiento, y hoy estreno un taller que me ha regalado mucho antes de empezar. Me acompañan Diotima, Safo, Annie Ernaux, Anne Carson y, por supuesto, Lorrie Moore.
Ver esta publicación en Instagram
*******
¿PUEDE LA LITERATURA PARAR ESTA GUERRA?
¿Puede la literatura parar esta guerra? La respuesta es que eso depende de cuánta gente lea y de lo que esté leyendo. Leer a Lina Meruane es activismo pacifista. Es obligatorio. Porque ella pone palabras, cuerpo e identidad a la guerra antes de la guerra. Lina Meruane explica cómo la guerra de Israel contra el pueblo de Palestina comenzó mucho antes de los ataques de Hamas. “Gaza es una gran cárcel al aire libre, rodeada de muros de concreto (hormigón) alternados con torretas y alambres enrollados y vigilada por aire, mar y tierra. El territorio más densamente poblado del mundo, y muy progre”. Eso fue lo que dijeron a Lina Meruane la primera vez que intentó entrar para escribir este libro, publicado en 2021. Ya entonces la franja de Gaza era un campo de concentración a cielo abierto. “Es prácticamente imposible”, explicaron entonces a Meruane. “A menos que vengas con un permiso especial de una misión internacional con lealtad probada a Israel, o a menos que tengas muchos contactos en el ejército afuera, y un pariente enfermo en riesgo de muerte adentro. Las flotillas con activistas de todo el mundo son una de las únicas formas de entrar y de llevar comida, medicinas o materiales de construcción (aunque se corre el riesgo de un ataque del ejército israelí, que es casi como un ataque de Dios mismo). La otra forma es ir a El Cairo, viajar hasta el borde, por el desierto, y pasar corriendo por un puesto de control. Pero ahí el riesgo se duplica, porque hay dos ejércitos no coordinados cuidando la frontera: el egipcio y el israelí”.
Meruane tocó muchas más puertas para comprobar que “Gaza parecía cerrada con candado. La llave se la había tragado Israel y estaba bombardeando a los palestinos atrapados en su interior. Bombardeándolos otra vez: en una intensificación de su política de lento estrangulamiento, ahora les lanzaba toneladas de muerte. Era como si se empeñaran en limpiar el terreno antes de abrir la cárcel. Como si fuera necesario cerrar la entrada para que nadie viera el horror de la vida y de la muerte entre sus muros”. Insisto: esto era antes, cuando entrar y salir era “fácil”. Leer, protestar, cambiar, denunciar, comentar.
*******
RECONOZCO UNA METÁFORA EN CUANTO LA VEO
Reconozco una metáfora en cuanto la veo, aunque no siempre sé cómo descifrarla. Casi siempre, las metáforas que me atraviesan las encuentro en la literatura. Pero a veces sucede que me asaltan en la vida real, como si el universo quisiera decirme algo. Me refiero a cuando la vida planta ante nosotros una imagen tan cargada de sentido, y tan oscura a la vez, que su mera contemplación posee la capacidad de iluminar paisajes profundos y universales. Pues bien, la última metáfora que me atravesó no la encontré en ningún libro sino en las noticias de este periódico. Supongo que verían la imagen, igual que yo. El inmenso cadáver de un arce sicomoro de más de 300 años y 35 metros de altura brutalmente talado. El árbol fue asesinado el pasado 29 de septiembre y cada noche, desde entonces, me asalta la imagen de su sacrificio. Es una metáfora perfecta, eso lo sé seguro. Pero ¿cuál es su sentido?
Ver esta publicación en Instagram
Vaya, ya teníamos a Mrs. Labari largando en los artículos de opinión de El País, y ahora se deja caer por aquí.
Encantada de saludarte, Raoul.
Vaya, pues qué cárcel más extraña en la que sus moradores han almacenado toneladas de armas, municiones , bombas, cohetes y un ejército de terroristas se entrena con impunidad para matar a sus carceleros. Nunca he visto una cárcel así, o quizá el relato que nos han estado vendiendo se tambalea después del 7-O?
Si sabe que la intención de Israel es acabar con todos los palestinos, hombres, ancianos, mujeres y niños, incluso si no son terroristas? La verdad es que se están comportando como unos auténticos genocidas y no hay excusa que los disculpe. Israel es un estado atroz.