Galeno lo dijo alto y claro: «Si no eres filósofo, no eres médico, sino un mero recetador». Y es que esas dos disciplinas, la de pensar con calma y la de curar el cuerpo, han ido siempre de la mano, aun cuando ha habido etapas —como la actual— en las que se ha tratado de separarlas. En su último libro, Benjamín Herreros traza un recorrido por la historia de una relación eterna: la de la filosofía con la medicina.
En este making of Benjamín Herreros nos da las claves para adentrase en Médicos y filósofos en la Historia (Almuzara).
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En mi día a día no me resulta sencillo contar con tiempo neto para poder pensar y escribir, dos actividades inseparables. Por eso hace años me apropié del lema de Gregorio Marañón: “Soy una especie de trapero del tiempo”. Como decía el médico, escritor, ensayista y no sé cuántas cosas más, “mi lema es que el día no tiene horas, sino minutos”. En los huecos que me quedan entre el hospital, la universidad, la investigación y la vida personal, trapeo minutos para leer y escribir, a veces de forma compulsiva, porque sé que son los únicos doce, con suerte quince, minutos con los que voy a contar para escribir en las siguientes 48 horas.
Médicos-Filósofos en la historia nació de las entrañas. De las entrañas de la filosofía, porque no se puede pensar sobre la nada, y la medicina da mucho que pensar. De las entrañas de la medicina, porque no hay nada más visceral en medicina que pensar los enfermos: quiénes son, qué creen, qué esperan. Y de las entrañas del autor, porque siempre me ha costado clasificarme. Resignarme a ser “tal y tal, que hace tal y tal”. Es un libro sobre personas que condujeron sus vidas entre la filosofía, la medicina y muchas cosas más, a veces la política (John Locke o Marsilio de Padua), otras la religión (Petrus Hispanus), la guerra (Georges Canguilhem) o el pacifismo (Albert Schweitzer). Personas inclasificables.
El libro es una continuación de Filosofía y Medicina: Una historia de amor, donde se narra por qué estas dos disciplinas han estado y deben estar cerca. De forma resumida, porque las dos buscan el bien para el ser humano, aunque sea por caminos diferentes. Pero sus caminos, como le sucede a todos los amantes, están inevitablemente condenados a converger. Medicina y filosofía han tejido una milenaria historia de amor y han poblado sus vidas de amantes de lo más variopinto, desde Hipócrates a Sigmund Freud. El libro trata sobre ellos.
Lo más divertido, además del trapeo del tiempo, que me divierte sobremanera, ha sido la investigación de los autores. En realidad hubo una investigación previa, porque tenía que discernir qué autores iba a incluir en el libro. Quiénes habían sido los mejores amantes, algo que le resultará cuestionable a cualquier lector. ¿Quiénes han querido más y, sobre todo, mejor a la filosofía y a la medicina, a la sabiduría y a la ciencia? Algunos eran evidentes, como Averroes o Maimónides. Otros se incluyeron casi a última hora, al descubrirlos en mis indagaciones. Este fue el caso del apenas conocido Petrus Hispanus, para algunos el papa Juan XXI, que murió en 1277 cuando se derrumbó sobre él el techo de la catedral de Viterbo. Otros se descartaron también a última hora, porque debían dejar espacio para otros amantes. Es el caso de Jacques Lacan.
Para incluirlos y sacarlos apliqué el criterio del tiempo: su obra médica y filosófica ¿ha trascendido en el tiempo? Se trata de un criterio caprichoso, más aún cuando lo calibra una sola persona. Buscando más objetividad, me intenté responder a la siguiente pregunta: ¿qué dos o tres aportaciones a la filosofa y a la medicina se conocen ahora del autor? Resulta más sencillo responder con autores consagrados por el tiempo, como Avicena o Galeno, por lo que seguramente me he equivocado con otros más recientes. La prueba del tiempo sacará y meterá autores de esta antología de médicos filósofos.
Tras esta primera investigación y selección de los 19 amantes (un número aleatorio, lo digo porque hay gente que me lo ha preguntado), la segunda investigación consistió en determinar su aportación fundamental a la medicina y a la filosofía. Aquí sobre todo he aprendido. Qué gozada leerlos. Por este motivo me decidí a incluir en el libro fragmentos breves de sus obras. Sus textos hablan por ellos, de sus ideas, mucho mejor que cualquier exégeta y trapero de tiempos libres. Textos bellos, otros profundos y también sorprendentes.
La pregunta fundamental al comenzar un libro es, precisamente, si hay libro. Si hay tema y relato. Además de ganas para recorrerlo. Cuando comencé Médicos-Filósofos en la historia tenía claro que había relato y ganas de emprenderlo. Las preguntas finales al acabar un libro son más difíciles de responder: ¿le interesará a alguien este relato? Y la que más me importa: ¿será útil para algún lector? ¿Le servirá a alguien? Ojalá y sea así. Porque si no, tendré que empezar a gastar de otra manera mis retales de tiempo.
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Autor: Benjamín Herreros. Título: Médicos y filósofos en la Historia. Editorial: Almuzara. Venta: Todostuslibros, Amazon, Fnac y Casa del Libro.
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