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¿Puede la IA traducir El Quijote?

¿Puede la IA traducir El Quijote?

Se está escribiendo mucho —y casi siempre desde una perspectiva pesimista— sobre la posible sustitución de los traductores humanos por la Inteligencia Artificial, pero están siendo poco los intelectuales que se sientan a reflexionar con hondura no tanto sobre los riesgos para el trabajo en sí, sino sobre la transformación del sector editorial que toda esta revolución tecnológica traerá de la mano. Este ensayo es una oportunidad extraordinaria para, simplemente, pensar.

En esta making of, el propio autor, José Francisco Ruiz Casanova, explica los motivos que le llevaron a escribir ¿Sueñan los traductores con ovejas eléctricas? (Cátedra).

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En 1947, Alan Turing se preguntaba si algún día las máquinas llegarían a competir con los hombres en campos puramente intelectuales. Y al plantearse cuáles serían los campos de estudio en los que podría iniciarse tal revolución científica, señalaba dos: “una naturaleza tan abstracta como jugar al ajedrez” y “dotar a la máquina de los mejores órganos sensoriales posibles y luego enseñarla a entender y a hablar inglés”.

Cualquiera que esté mínimamente familiarizado con los clásicos de la literatura de ciencia ficción caerá en la cuenta de que el título de mi libro, ¿Sueñan los traductores con ovejas eléctricas? es tanto un homenaje a Philip K. Dick como un reconocimiento de aquel mundo por él soñado y que, a día de hoy, comenzamos a aceptar hasta el punto de no distinguir, ya en muchos ámbitos, entre lo real y lo virtual. La revolución de lo virtual está suponiendo un cambio de paradigma en lo humano, su redefinición necesaria en las relaciones sociales, en la comunicación, en la producción, en el conocimiento y la sabiduría, en el concepto de valor, en la interrogación sobre los límites de lo real y lo virtual y, por último, en la economía y el uso del dinero.

"Todo lo relativo a la IA evoluciona a una velocidad tal que la escritura difícilmente puede dar cuenta de ello salvo en forma de noticia volandera"

El libro nació a partir de una experiencia que ha ido repitiéndose en demasía en el ámbito de la traducción literaria y editorial: el estribillo aceptado y consolidado según el cual la Inteligencia Artificial nunca llegará a realizar traducciones literarias. A fuerza de oír esta verdad deseada, aunque no real, comencé a preguntarme qué podían hacer los programas basados en redes neuronales con la traducción de un texto literario: el libro plantea algunos experimentos sin pretender ser exhaustivo ni demostrar, hoy por hoy, la validez universal de lo que en sus páginas se refleja, pero siendo consciente de que todo lo relativo a la IA evoluciona a una velocidad tal que la escritura difícilmente puede dar cuenta de ello salvo en forma de noticia volandera.

Puesto que se trataba de hacer sonar la campana de rebato en la aldea gala de la traducción literaria; y no de realizar un sesudo ensayo académico ni de expresar simplemente opiniones, vaticinios u oráculos, acudí a la lectura de filósofos del lenguaje, de ingenieros de la IA, de matemáticos, de gente de ciencia implicada en el desarrollo de esta nueva tecnología. Y, posteriormente, me pregunté cuáles podrían ser las consecuencias de su aplicación general y masiva en el ámbito de la traducción literaria, conscientes como somos los traductores que tal aplicación se da desde hace ya tiempo en otras áreas de la traducción, bien sea comercial, jurídica, tecnológica o científica. Digo “aplicación general y masiva”, pues pruebas hay ya de su aplicación puntual y no meramente anecdótica también en la traducción literaria o editorial.

"Los traductores, como elementos que se hallan al final de dicha cadena causativa, serán receptores de la exigencia de una serie de nuevas capacidades y habilidades profesionales"

El libro indaga sobre las consecuencias de la llegada de una traducción automática o asistida por IA a la traducción literaria, qué supondrá en tres ámbitos concretos: en el ámbito profesional (quizá un redefinición de las labores, funciones y conocimientos de los traductores); en el ámbito educativo (los planes de estudio y las competencias que se exigirán a las Facultades de Traducción de las universidades) y en el ámbito empresarial, esto es, en el mundo de la edición. Pero también deberemos tener en cuenta otras cuestiones como la revisión del concepto de autoría, las tarifas profesionales, la necesidad de una nueva legislación en cuanto al copyright o la vuelta a escena y protagonismo de la edición electrónica. Todo ello por no incidir demasiado, aunque en las páginas del libro se sugieren, en otros temas de carácter sociológico y político como la idea de la utopía monolingüe o el desmantelamiento de los discursos identitarios basados en la lengua.

En definitiva, ¿Sueñan los traductores con ovejas eléctricas? presenta, a partir del ascenso y realidad del uso de las IA en la traducción literaria, cómo un cambio de paradigma, una evolución —que no revolución— desde la Matemática y la Ingeniería Informática, está incidiendo de manera determinante sobre la industria y, finalmente, sobre sus miembros productores. Estos, los traductores, como elementos que se hallan al final de dicha cadena causativa, serán receptores de la exigencia de una serie de nuevas capacidades y habilidades profesionales para las que tanta importancia tendrá lo que hasta ahora fueron como lo que la realidad trazada por el uso de las IA determine.

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Autor: José Francisco Ruiz Casanova. Título: ¿Sueñan los traductores con ovejas eléctricas? Editorial: Cátedra. Venta: Todos tus libros.

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