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Fueron mucho más que reinas

Fueron mucho más que reinas

A lo largo de la Historia, es conocido que hubo una serie de mujeres que llegaron, por méritos propios, a ocupar los puestos más preminentes de los tiempos en que les tocó vivir. Mujeres que, debido a su personalidad, avatares de la vida, capacidad e inteligencia, no se conformaron con su papel como madres de reyes y llegaron no solo a reinar, también fueron capaces de gobernar.

En su reciente publicación, la escritora y periodista Cristina Morató ha elegido a cinco reinas, a quienes les tocó asumir roles que las llevaron, como dice el título de su libro, a ser Reinas de leyenda. En esta nueva obra, repasa la biografía de cinco grandes mujeres que, a lo largo de los siglos, influyeron en la vida de millones de súbditos. Reinas a las que se les conoce por las acciones que han protagonizado y que, por sí mismas, fueron capaces de hacer que sus vidas se consideren legendarias. Morató cuenta de manera entretenida y rigurosa la historia que hay detrás de sus protagonistas.

"Isabel fue, al igual que su hermanastra Maria Tudor, declarada por su padre, Enrique VIII, como hija bastarda"

La autora da comienzo a su libro relatando la vida de Catalina de Aragón (Alcalá de Henares, 1485- Kimbolton, 1536), hija de los Reyes Católicos y esposa de Enrique VIII de Inglaterra. Narra como Catalina, posiblemente una de las reinas más queridas por el pueblo inglés, se convirtió, sin desearlo, en la coartada para que su marido, Enrique, de manera artera e interesada, la utilizara para provocar el cisma entre la Iglesia anglicana y la de Roma. Catalina, ferviente católica, nacida para reinar, decide que no hay motivos para acceder a la nulidad de su matrimonio. Defiende hasta el final los derechos sucesorios de su hija María, quien, contra todo pronóstico, llegará a suceder a su padre Enrique VIII con el nombre de María Tudor.

La segunda reina que Morató analiza en su obra es Isabel I de Inglaterra (1533, Greenwich- 1603, Richmond), hermanastra de Maria Tudor; como se negó a contraer matrimonio se la conoció como “la Reina Virgen”. Isabel fue, al igual que su hermana María, declarada por su padre, Enrique VIII, como hija bastarda. Sin embargo, esta situación se revirtió tras la muerte de su hermanastra sin descendencia, y al restaurar sus derechos en la línea sucesoria, terminó ocupando el trono de Inglaterra. Isabel fue una reina luchadora que consiguió que los tiempos convulsos de Inglaterra se transformasen en una época de prosperidad.

"La zarina, ante la supuesta incapacidad para gobernar de su marido Pedro III, decide ponerse al frente de un complot con el objetivo de tomar por la fuerza el poder; para ello, recibió el apoyo de poderosos militares y civiles"

La tercera protagonista de Morató es Carlota de México (Bruselas, 1840 – Bouchult, 1927) hija de Leopoldo I de Bélgica y esposa del archiduque Maximiliano de Austria, a quienes, por caprichos e intereses políticos de Napoleón III de Francia y de un grupo de oligarcas mexicas, colocaron en el trono del recientemente creado Imperio Mexicano. El objetivo francés era tener un emperador maleable que ayudara a que México, ya independiente de España, se convirtiera en una colonia francesa. Para desgracia del matrimonio su reinado terminó en el momento que los aliados los abandonaron. Aventura en la que acabaron perdiendo: Maximiliano, la vida, y Carlota, la razón.

La cuarta protagonista le corresponde a la conocida emperatriz de todas las Rusias del siglo XVIII, Catalina, conocida como “la Grande” (Zerbest, 1729 – San Petersburgo, 1796). La zarina, ante la supuesta incapacidad para gobernar de su marido Pedro III, decide ponerse al frente de un complot con el objetivo de tomar por la fuerza el poder; para ello, recibió el apoyo de poderosos militares y civiles. A los tres días, su marido fallece, presuntamente asesinado, y ella es proclamada emperatriz. Durante 37 años, gobierna el Imperio ruso siguiendo los pasos y el legado de Pedro I el Grande. Consiguiendo expandir sus territorios hasta el mar Negro y asentarse en las costas del mar del Norte, logrando que su reinado sea recordado como uno de los más gloriosos de la historia de Rusia.

"La narración que emplea Morató a lo largo del libro demuestra que son temas sobre los que se documentó profusamente y consigue transmitir al lector su pasión por esas mujeres sobresalientes"

La quinta y última protagonista que analiza Morató es la emperatriz que, durante el siglo XIX y principios del XX, gobernó como regente el Imperio Chino, alternándose en el poder durante cerca de 47 años. A través de un relato detallista, Morató narra como Cixí (Pekín, 1835 – Pekín, 1908) pasó de ser una concubina a ser la todopoderosa gobernante de la nación más poblada del mundo. Nación anclada por tradiciones seculares medievales, a la que intentó modernizar para defenderla de las potencias europeas y norteamericanas que estaban dispuestas a expoliarla y hacer negocios a costa del pueblo chino.

La narración que emplea Morató a lo largo del libro demuestra que son temas sobre los que se documentó profusamente y consigue transmitir al lector su pasión por esas mujeres sobresalientes que, sin quererlo, se vieron obligadas a tomar el derrotero de su vida y, en consecuencia, el rumbo de millones de personas que eran sus súbditos. Mujeres que demostraron con su inteligencia que estaban destinadas a destacar en la historia y a ser dueñas de sus destinos, forjando así sus propias leyendas. Reinas de leyenda es una novela muy recomendable por como de una manera entretenida y sintetizada, Cristina Morató es capaz de poner el foco en cinco reinados destacables en la historia mundial.

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Autora: Cristina Morató. Título: Reinas de leyenda. Editorial: Plaza & Janés. Venta: Todos tus libros.

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