El último poemario de Valeria Canelas está lleno de voces deshumanizadas, eriales vacíos y arqueología posindustrial. Según puede leerse en la contracubierta, es “una escriturarañazo sobre el cemento que rasca e indaga en el residuo” que puede verse en los tajos salineros de la Bahía de Cádiz, en las carreteras de San Fernando y en las ruinas que se combinan con la vegetación del lugar. Un poemario que se lee con el corazón en un puño.
En Zenda reproducimos cinco poemas de Escribir sobre el cemento, de Valeria Canelas (Liliputienses).
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PERO NO DUELE
Todo lo que sucede aquí
lo presencio por puro azar
desencantado
y sin embargo
el roce de la vida es suficiente
para empezar a creer
en las decisiones justas
y en la indiferencia
que las rodea
como si todo esto que miro
al escribirlo
se volviera táctil
y el destino fuese apenas
una cortina áspera
que nadie se atreve a descorrer
y el cansancio
un metal viscoso
equilibrando su peso
en mi cuerpo
como si el canto del pájaro
desconocido
fuese capaz de entregarme
la superficie suave de sus alas
el ángulo altivo de su pico
hincándose gentilmente
en mi carne.
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TOCAR
Nos acostumbramos
a la lógica implacable
de las superficies
incorporamos sus texturas
a nuestro repertorio
de rutinas
ya nada nos asombra
ni los pliegues
ni los restos que se desparraman
ni los contornos
pero de vez en cuando
se instala en nosotros
la sospecha
del tacto
queremos tocar el mar
un pequeño puñado de tierra
removida
el tejido horadado de una camisa
el pelaje de un gato dormido
tocar como si fuera la primera
o la última oportunidad
y llegamos a nuestra piel
cuando ya nada nos separa
del resto
superficie entre superficies
territorio desplegado
objeto arrojado al mundo
también nosotros.
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TODO LO SÓLIDO
Sospecho que no llevo una vida plena
pero esto es algo que solo puedo decir
irónicamente
y sin embargo esa sospecha
me obliga a afinar las percepciones
a preguntarme si la plenitud
reposa en algún lugar de toda esta materia
rebosante al menos
de contundencia visual
en estos soportes
que aparentemente se disuelven
en la intención.
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TRADICIÓN
Me apropio de las cenizas de todos los que me precedieron
y en lugar de enterrarlas
las guardo en un gran cofre de cemento
y me siento sobre él
como si me encontrara en una plaza cualquiera
tomando el sol
-vida animal finalmente-
dispuesta a encarar el día
lleno de acciones poco importantes.
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BOTÁNICA
Estos perfiles grises tienen su encanto
estos bloques de cemento
columbarios improvisados
tienen su encanto
estas instancias volcadas hacia el puerto
tomadas por gaviotas de andén
tienen su encanto
me repito con un afán de permanencia
que en cuanto llega el tren se disipa
como un mal presagio
o una mala decisión inapelable
un entramado de circunstancias
que han desembocado aquí
en esta necesidad un tanto insulsa
de resaltar lo que me rodea
con palabras
forzar la percepción
orillarla fuera de sus cauces neutros
y perdonarme
por estar aquí
planta carnívora en medio del colapso.
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Autora: Valeria Canelas. Título: Escribir sobre el cemento. Editorial: Liliputienses. Venta: Todos tus libros.
Genial! Me encantaron todos. Son de los mejores poemas que he leído en esta página (lo cual ya es algo, porque seguido publican cosas de calidad).
Gracias.