Rebelión en las aulas

Hay dos formas de leer esta novela de Reyes Martínez: fijándose únicamente en esa intríngulis llena de misterio o sabiendo que está inspirada en un caso real. El centinela narra la historia de un profesor de instituto que pide a un alumno que se infiltre en los grupos de agresores que acosan a otros alumnos. Además, el libro dispone de un cuaderno de trabajo contra el acoso.

En este making of, Reyes Martínez detalla el origen de El centinela (HarperCollins).

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Tras varias gestiones, pudimos saber que aquella joven no solo había denunciado a su hija, sino a siete compañeros más. Y lo peor de todo era que había acudido a la comisaría sin hablar antes con nadie del centro.

¿Qué ocurre cuando salta la alarma sobre acoso? Que hay que reaccionar, por supuesto, no se puede consentir que un joven sufra.  Pero, ¿qué ocurre si se hace sufrir a ocho jóvenes por ello? ¿Lo consideramos daños colaterales o qué? Fue esa idea la que me hizo un clic en mi cabeza y dio lugar a El centinela. Una historia en la que los acosadores y acosados cambian de lugar sin siquiera darse cuenta y donde todos tienen responsabilidad, no solo los implicados directamente.

Me volvía loca la idea de pensar en los padres, en la agonía que supone ver sufrir a sus hijos por acoso. ¿Pero qué ocurre con los padres cuando su pena viene de saber que es su hijo o su hija el que está provocando ese dolor? Al ver sufrir a mi amiga, al ver cómo a su hija y al resto de compañeros implicados no les permitían coincidir con la alumna denunciante ni siquiera en la escalera, pero teniendo en cuenta que la chica también sufría, pensé que una historia en la que todos tuvieran que vivir lo que le ocurre al resto, sería lo único que les abriera los ojos ante aquella situación tan peculiar.

Pero como le digo a los chicos y chicas de los centros educativos: “el que tiene el boli, tiene el poder”. Y eso, en mi caso, quiere decir que yo le incorporé a esta historia cosillas que no tienen nada qué ver con la realidad y modifiqué otras a mi antojo, para que fueran más acordes a lo que yo quería. Me inventé un “centinela”, que es un compañero más, alguien anónimo al que contar los problemas, que siempre está vigilante y en posición de ayudar, y a quien es más fácil acudir en caso de necesidad, porque tan solo es “un alumno más”.

También ideé un sistema de comunicación analógica entre mi director ideal (no el real) y el centinela, un sobre rojo en una taquilla abandonada del primer piso, con el fin de que el misterio envolviera la historia, con el fin de que todos tuviéramos ganas de “leer un poco más”.

Después de muchos años escribiendo, mi mayor reto ha sido para los jóvenes NO LECTORES, aquellos que no muestran interés por la lectura o que empiezan a perder horas y horas delante de un teléfono móvil porque no encuentran nada que les atrape. Soy consciente de lo complicado que es que un alumno poco lector encuentre interesante un libro sobre acoso, así que, aparte de misterio, pensé que había que facilitar las cosas y metí alguna situación de humor, personajes muy dispares, situaciones muy reales y otras muy inverosímiles (se quedan alucinados cuando les digo cuáles ocurrieron en realidad y cuáles no, por aquello de que la realidad supera la ficción) y me obsesioné con que los capítulos fueran muy cortos y dinámicos, para que no les diera pereza leer un par de capítulos más o no dejaran uno a mitad porque se les hiciera tedioso.

El centinela es una historia de todos y para todos, cuyo fin es prevenir el acoso escolar. Si todos fuéramos el centinela de alguien, el acoso no tendría cabida en nuestras aulas. Nuestra frase es: TODOS TENEMOS UN PAPEL EN EL ACOSO ESCOLAR. ¿CUÁL ES EL TUYO?

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Autora: Reyes Martínez. Título: El centinela. Editorial: HarperCollins. Venta: Todos tus libros.