Hete aquí un ensayo valiente y revelador en el que David Guardado repasa las ideas, mitos y discursos sobre Asturias que se han ido lanzando desde la Edad Media hasta hoy, con la intención de determinar si aquella comunidad es la semilla de la plurinacionalidad peninsular o el germen de su unidad.
En este making of, David Guardado sintetiza la esencia de Nunca vencida (La Fabriquina).
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La idea de Asturias desde la Transición hasta la actualidad, durante los más de 40 años de periodo autonómico, ha estado marcada por un discurso oficial, de consumo interno y externo, que proclama que Asturias no ha desarrollado políticamente un discurso autocentrado sobre su identidad porque en eso consiste, precisamente, la particularidad asturiana: los asturianos poseen una seguridad absoluta sobre su papel en (la construcción de) la historia de España y son, por ello, un ejemplo de responsabilidad universalista frente a los “egoísmos” y complejos de otras comunidades.
Nunca vencida surgió tras una reflexión personal sobre el origen, el desarrollo y las consecuencias de este discurso hegemónico e institucional, una reflexión que, inmediatamente, me condujo a una serie de preguntas: ¿Cómo, cuándo y quién lo pone en circulación? ¿A qué intereses responde? ¿A través de qué mecanismos se difunde y naturaliza? ¿En qué contextos ha sido cuestionado o impugnado? ¿Es un discurso específicamente asturiano?…
Para intentar responder, responderme, a esas preguntas, en Nunca vencida trazo una sucesión cronológica, con vocación de genealogía, de los contextos en los que se han creado, difundido y sedimentado los diversos relatos sobre Asturias desde la Edad Media hasta la época actual. Pero este no es un libro de historia, sino de análisis del discurso, ya que mi intención nunca fue presentar al lector una serie de declaraciones, comentarios o descripciones de los acontecimientos icónicos (Covadonga, Pelayo, la Revolución de 1934…) —que ya han sido tratados por otros autores con brillantez—, ni desvelar supuestas verdades históricas sobre hechos singulares controvertidos, sino estudiar quién, cuándo y por qué defendió cada uno de los discursos que han intentado fijar una idea de Asturias, especialmente los que han sido dominantes, pero también los antagonistas, exponiendo el programa político y los intereses a los que cada uno de ellos ha servido.
Solo tras esta labor, que construyó el grueso del trabajo de documentación, análisis, redacción y revisión, surgió una última pregunta fundamental cuya respuesta condicionaba el resto y se acabó configurando como el punto nodal del libro: ¿existía un nexo discursivo que permitiera explicar de forma coherente que Asturias hubiera sido leída como la cuna de España pero también como un baluarte de la anti-España?; ¿se podía compatibilizar haber sido la guardiana de la monarquía y el símbolo de la república?; ¿cómo se podía defender el papel de Asturias como germen de la unidad de España y, al mismo tiempo, encontrar relatos que la interpretaban como la semilla y elemento constituyente de la plurinacionalidad peninsular?; ¿cómo se conjugaba ser pionera en el laicismo y último refugio del catolicismo? Es decir, ¿había elementos comunes que unieran de alguna manera una miríada de relatos aparentemente contradictorios?
La respuesta afirmativa se convirtió entonces en la columna vertebral, el armazón teórico, que sostiene el conjunto de Nunca vencida, porque —efectivamente— todos los discursos comparten una sustancia común, una materia mítica con la que se construyen la inmensa mayoría de los relatos que han sustentado las diferentes ideas de Asturias: el mito de la independencia asturiana, de la tierra inexpugnable, irredenta, que resiste a todo tipo de invasores que amenazan su libertad y que tiene capacidad germinal e irradiadora, como el lector va descubriendo a través de las páginas del libro.
Así, escribiendo Nunca vencida he intentado deshacer, descomponiendo hilo a hilo, el velo que ha tejido la hegemonía ideológica durante generaciones para mostrar cómo la idea dominante en Asturias es la plasmación concreta, en un territorio específico, de las batallas y los debates que han condicionado la historia de España en los siglos XIX y XX: las pugnas entre unitarismo y federalismo; laicismo y confesionalidad; conservadurismo y liberalismo; monarquía y república; o reacción y revolución, que en Asturias han cristalizado de una forma específica y que han moldeado y han sido moldeadas por el mito que las precede.
En definitiva, con este libro espero que el lector advierta que la ideología de la renuncia no es una condición genética endémica ni la consecuencia de una maldición bíblica, sino el producto sedimentado de distintas capas discursivas que han ido configurando una idea de Asturias que responde a unos determinados intereses y proyectos políticos y que, por esa misma razón, es un producto histórico contingente que ha sido cuestionado históricamente y, sobre todo, que puede ser cuestionado en un futuro que aún no está escrito.
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Autor: David Guardado. Título: Nunca vencida. Una historia de la idea de Asturias. Editorial: La Fabriquina. Venta: Todos tus libros.
En ciertos círculos o ambientes, calificar algo de tópico es desvirtuarlo, empequeñecerlo o minusvalorarlo. No es así. Puede algo ser un tópico y describir una realidad o puede no serlo y describir algo imaginario.
Y hay tópicos que nos son necesarios. Hay mitos que nos son consustanciales. Están en nuestra esencia. Y no sé por qué, precisamente nosotros, los españoles no podemos tener nuestros mitos y disfrutar de nuestros tópicos cuando todos los pueblos los tienen y se enorgullecen de ellos. No sé que naldición han echado sobre nosotros la progresía y el buenismo.
Asturias y todo lo que representa, con todos sus mitos, con todos sus tópicos nos es necesaria, imprescindible. Pese a quien le pese, nuestro origen está ahí y constituye nuestras raìces. Somos Asturias. Somos España. Pese a quien le pese.