Aborto legal, empleo asalariado para las mujeres, tentarlas a que salgan de casa y a no tener chicos es entre otras cosas lo que aconseja el Informe Kissinger, libro de recetas escrito en el año 1974 por Henry Kissinger. Es decir, la agenda feminista sigue a rajatabla los consejos de, para ellas, uno de los más execrable seres del planeta, un eugenésico. Fue consejero de seguridad de Estados Unidos y quien encargó el informe, cuyo nombre oficial es “Memorándum Estudio Seguridad Nacional 200 (NSSM 200, por sus siglas en inglés)”. El documento describe entre otras cosas los problemas que causaría, de no controlarse, el crecimiento poblacional mundial a la seguridad de Estados Unidos y sus intereses, aunque en reiteradas ocasiones menciona lo favorecidos que saldrían los subdesarrollados con el implemento de estas políticas:
Es decir, no todos los países paren por igual, no en todos los países la gente vive muchos años, por ende no en todos los países es necesaria la política Kissingeriana. De hecho en China van a permitir más hijos, en ciertas zonas de Europa está envejeciendo su población, y en algunas regiones de Japón pagan por hijo parido. “Desde 1950, la población de los países ricos ha crecido con una tasa del 0,5 a 1% anual, mientras que en los países pobres la tasa es 2,0 a 3,5% anual (duplicándose en 20 a 35 años)”: “India, Bangladesh, Pakistán, Nigeria, México, Indonesia, Brasil, Filipinas, Tailandia, Egipto, Turquía, Etiopía, y Colombia. Estos países explican el 47% del incremento actual de la población mundial… Se proyecta que la población de África se incrementará de 352 millones en 1970 a 834 millones en el 2000, un aumento de casi 2.5 veces”. (Data de 1974, recordad).
El documento afirma que una natalidad alta en países que no pueden mantenerse empeora su situación: alta población requiere más inversión en salud y educación, hay más competencia a la hora de emplearse, menos posibilidad de ahorro, mayor demanda de recursos para importar alimentos, etc: “Las familias con altos ingresos tienden a tener menor cantidad de hijos, gastan más en la salud y educación de estos niños, y tienen más riquezas para pasarles, en contraste con las desventajas varias que enfrentan los hijos de los pobres. Estos últimos tienden a ser más numerosos, menos inversión por niño en su “capital humano”, dejándolos con constreñimientos económicos, educacionales, y sociales, similares a aquellos que restringieron las oportunidades de los padres”. Esto lleva a mayor analfabetismo e indigencia, lo que podría provocar levantamientos, insurgencias que, dice USA, no es conveniente, sobre todo en las regiones en donde ellos tiene algún interés.
“La consecuencia más seria (de no tomar cartas en el asunto) en el corto y mediano plazo es la posibilidad de hambrunas masivas en algunas regiones del mundo, particularmente en las regiones más pobres”. “No sabemos si desarrollos tecnológicos permitirán alimentar a más de 8.000 millones, mucho menos a 12.000 millones en el siglo XXI”. Y mire usted, con el diario del lunes podemos confirmar, estadísticas mediante, que el hombre estaba en lo cierto: si sacan a la mujer de la casa la natalidad tiende a ir en baja, prefiere tener menos hijos y poder trabajar, aunque sea en un trabajo part time, que es lo que el Consejo de Seguridad pretendía (pretende). Despenalizar el aborto también es una vieja herramienta de control de natalidad. ¿Tampoco sabrán esto las autodenominadas feministas?
Por último podemos citar algunos tips del informe/receta para reducir reproducciones: bajar la mortalidad infantil es uno. Describe Kissinger que quienes viven en condiciones precarizadas necesitan la mano de obra de los hijos para sobrevivir, y la alta mortalidad los empuja a tener más y más para que les queden algunos. Otro tip es, como antes dicho, expandir el empleo asalariado para mujeres, educación y mejoras en el estatus social de la mujer, educación de las nuevas generaciones para que existan familias pequeñas.
¿La alta natalidad es un problema? ¿Le interesa realmente a USA el bienestar de los subdesarrollados? (No se ría, lo pregunto seriamente). ¿Es mejor despenalizar el aborto o mejorar la educación, la salud, las condiciones de vida para que no mueran mujeres precarizadas en prácticas de aborto clandestinas? (Que por otra parte es un gran negocio). Y, lo más importante, ¿es esto último viable en este mundo repleto de humanos cada vez menos instruidos y por eso corruptos si no salvajes? ¿Se quiere incluir a la mujer en la educación y en lo laboral porque se la valora o para controlar la natalidad? ¿Es la vida fuera de casa más interesante que la de adentro? ¿Es trabajar algo más valioso que formar un ser humano? Sea como fuere, la ONU, UNICEF, CEDAW, IPPF, entre otras, están dando cumplimiento literal a lo que el Informe propone, aunque en teoría ya no iba a ponerse en práctica.
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FUENTES:
1. Informe Kissinger. (1974). Traducido por Mario Rossi. https://irteen.net/wp-content/uploads/2021/03/informe-kissinger-completo.pdf
4. https://news.un.org/es/story/2019/06/1457891
5. https://www.un.org/es/global-issues/population
6. https://blogs.worldbank.org/es/opendata/la-poblacion-mundial-en-el-futuro-en-cuatro-graficos
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