El éxito y el fracaso literario, según Matías Néspolo

Una fábula sencilla es un bestiario de poetas latinoamericanos viviendo en Barcelona, tratando de sobrevivir y escribir. Se trata de una fábula que se maneja precisamente en estos dos niveles: en el de la subsistencia y en el de la creación literaria, y que está contada en retrospectiva.

Gabriel, el narrador de la historia, un postadolescente a la deriva, que acaba de perder su trabajo y a su novia, se ve involucrado por razones azarosas en una trama de narcotráfico. Esto le servirá para reflexionar sobre su adolescencia bohemia en Barcelona, donde en noches salvajes se dedicaban a buscar a ese «pájaro de fuego» que es la verdad literaria. Así, hará Gabriel recuento de bajas y catálogo de dudas, preguntándose por la vocación y la entrega irresponsable (o no) al ministerio de la literatura. Al tiempo, le sirve a su autor esta historia para reflexionar sobre el sentido de la vida y de la existencia, para hacernos ver que todos, de una forma u otra, acabamos «armando nuestra propia fábula», pues no podemos vivir sin historias, sin contarnos historias, sin contarnos nuestra propia historia.

Una fábula sencilla, con el andamiaje del relato policial y el aliento salvaje de la poesía de la desesperación, nos lleva por los márgenes de una Barcelona hostil, en raudos capítulos breves, hablándonos así del desarraigo, la migración, la soledad y la desesperanza. Un grupo de poetas o ex-poetas, algunos de ellos ahora ya metidos en el crimen, que tratan de agarrarse a sí mismos, a lo que fueron, al grupo literario que formaron, para no desmoronarse, para seguir en pie, para poder narrar su propia historia.

José de Montfort conversa con Matías Néspolo sobre su última novela y la relación de ésta con el resto de su obra novelística en las oficinas de la editorial Candaya.

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