“La Ilamaba Charly.
La encontré en la calle tendida y lloró de hambre.
Charly, temblorosa y perdida, casi sin vida,
se sintió sola y vencida.
Sus chillidos sordos
sin aliento ni fuerza en sus alas abiertas, pobre Charly.
Yo le di nido nuevo, esperanza
y calor entre mis dedos.
Tuviste suerte al cruzarte en mi camino.
Yo te salvé de tu destino, oh, Charly.
Tuviste suerte al cruzarte en mi camino.
Yo te salvé de tu destino, oh, Charly…”
Así empieza «Charly», canción del grupo Santabárbara y que, aunque ahora un tanto olvidada, tuvo un tremendo éxito a mitad de los 70: narraba cómo Enric Millán, su cantante, rescató a una paloma de una muerte segura y, con sus cuidados, el ave pudo recuperarse hasta alzar el vuelo, de nuevo en libertad. Como el Google de aquella época eran los amigos que sabían de cada tema, el Heavy del Bigotón llamó al vocalista catalán para que le explicara cómo cuidar del ave que había elegido su cornisa como primer hogar.
—Si es que quizás, en un mundo en el que al animal que se considera símbolo de la paz se le desprecia y se le llama rata del aire— le dijo Enric antes de despedirse, que las conferencias por entonces no es que fueran baratas—, lo mejor sea no mostrar tu auténtica naturaleza.
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