Inicio > Blogs > Ruritania > Towering!!
Towering!!

—No lo pierdas de vista, síguelo con la cámara. Por si se cae. ¡Esa es la foto!

Nos encontramos en una tarima que han habilitado para la prensa en la catedral de St John the Divine, en el barrio de Manhattan con el nombre más bonito: Morningside Heights. Está a punto de empezar Towering!!, el espectáculo que conmemora la hazaña de Philippe Petit el 7 de agosto de 1974, cuando caminó por un cable de acero, de apenas dos centímetros de ancho, entre las Torres Gemelas. Las dos exclamaciones del título son un guiño a las torres. Que ya no existan hace aquel atrevimiento aún más inolvidable.

Me pregunto si los espectadores comparten la inquietud de mi colega: ¿se caerá Petit, justo cuando se cumplen cincuenta años de sus paseos sobre un cable con un grosor a todas luces insuficiente para cualquier pie? Tiene setenta y cuatro años, serán setenta y cinco la próxima semana. Por mucho que se haya pasado la vida haciendo equilibrios, la edad es un desafío, como subraya el consejo de mi amiga.

"¿Se caerá Petit, justo cuando se cumplen cincuenta años de sus paseos sobre un cable con un grosor a todas luces insuficiente para cualquier pie?"

El público rodea el escenario por los cuatro costados. Comienza a tocar una clarinetista, y luego una cantante vestida de azul eléctrico trina como un pájaro, como los pájaros que Petit oyó cantar aquella madrugada, antes de echar a andar a más de cuatrocientos metros de altura. Proyectan imágenes del documental Man on Wire en dos pantallas de lona. Unas niñas corretean de puntillas en tierra firme, parecen sacadas de alguna función escolar. Un bailarín nos recuerda con movimientos sinuosos lo difícil que es dominar el cuerpo, pero lo hace desde abajo, a nuestro nivel. El único que va a desafiar la gravedad —y a vencerla— es Philippe Petit, nadie más. Los policías que simulan perseguirlo y detenerlo, en un número cómico que remeda lo que ocurrió en 1974, lo increpan desde el suelo, lo persiguen por una escalera, pero tampoco se arriesgan a caminar por el aire.

Un halo de luz ilumina a Petit. Está en una de las dos plataformas que anclan los extremos del cable. Tantea con el pie y lo posa en el alambre. Una vez que da el primer paso, la inquietud general desaparece. El silencio cambia, los espectadores engullen una bocanada de aire respirando al unísono, como una sola gárgola.

Petit camina con gracia. Se le ve concentrado y, a la vez, consigue que parezca muy fácil eso que hace: colocar un pie delante del otro sobre una superficie mínima, a una altura más modesta que en otras ocasiones, pero sin red de seguridad. Va de una plataforma a otra, va y vuelve. A veces se apoya en un solo pie, otras se sienta o se tumba sobre el cable. Me pregunto cómo va a levantarse, pero ya está de rodillas y enseguida arriba, sin esfuerzo aparente.

"Me pregunto cómo va a levantarse, pero ya está de rodillas y enseguida arriba, sin esfuerzo aparente"

Los círculos luminosos que crean los focos junto con las líneas de la pértiga y las cuerdas son un cuadro de Miró por el que Petit se mueve a su aire. Va vestido de blanco con adornos dorados, un traje circense, ingenuo con su pantalón a media pierna, que no se ensucia ni se rasga, que acaba la actuación en perfecto estado, como él. Los zapatos recuerdan a los que usan los niños muy pequeños, que aún no saben caminar, pero son lo opuesto: zapatillas flexibles, de funambulista, con suelas de ante. Lleva los cordones muy bien atados.

“But I swear in the days still left / we’ll walk in fields of gold”, canta Sting, y su voz se eleva y arropa a Petit, mientras deambula sobre nosotros. Más tarde, Sophie Auster, con un perfil anguloso que es un hermoso homenaje a su padre, el escritor Paul Auster, entona “Flying Machine”.

Y al final, cuando todos los artistas se reúnen para saludar, aparece Petit de nuevo, esta vez vestido de negro y con sombrero, deslizándose sobre el suelo, pero todavía sin pisarlo, porque llega pedaleando un monociclo, haciéndonos reír con esa cara de pillo que ya frecuentaba hace cincuenta años. Por fin planta los pies en la nave de la catedral y abraza a su amigo Sting, agradece al público los aplausos y desaparece, terrenal y anónimo, imposible distinguirlo entre la multitud.

4.8/5 (18 Puntuaciones. Valora este artículo, por favor)
Notificar por email
Notificar de
guest

0 Comentarios
Feedbacks en línea
Ver todos los comentarios
reCaptcha Error: grecaptcha is not defined
  • Muere Mario Vargas Llosa

    /
    abril 14, 2025
    /

    Vargas Llosa, escritor y académico galardonado en 2010 con el Premio Nobel de Literatura, muere a los 89 años, tras una vida que le llevó a convertirse en uno de los innovadores de la novela realista, con una biografía digna de sus mejores obras. “Con profundo dolor, hacemos público que nuestro padre, ha fallecido hoy en Lima, rodeado de su familia y en paz”, escribió su hijo Álvaro Vargas Llosa en su cuenta de la red social X.

  • El diseño del futuro: bioingeniería y control social

    /
    abril 14, 2025
    /

    Contextualizadas entre los años 2037 y 2070, sus historias nos adentran en un escenario donde la bioingeniería y más en concreto, la edición genética, permite la selección y perfeccionamiento de los embriones dando como resultado seres humanos aparentemente libres de imperfecciones. Bajo el influjo de clásicos de la ciencia ficción y la distopía, como Frankenstein (Mary Shelley, 1818), La isla del Doctor Moreau (H. G. Wells, 1895), o Un mundo feliz (Aldous Huxley, 1932); de aproximaciones literarias o fílmicas más contemporáneas, pero igualmente perturbadoras, como las africanofuturistas Quién teme a la muerte y Binti (Nnedi Okorafor, 2010 y 2015) o…

    Leer más

  • No leas libros si amas la literatura

    /
    abril 14, 2025
    /

    Burroughs se parece mucho a los novelistas y poetas modernistas, me refiero a James Joyce o T. S. Eliot. Los modernistas se enfrentaron a una experiencia nueva en el ser humano: la vida moderna; Burroughs se enfrentó a una zona inexplorada de su mente: su vida después de matar torpe pero accidentalmente a su segunda mujer. Aunque en apariencia se trata de conceptos antitéticos, la vida moderna y la vida a partir del remordimiento tienen la capacidad de silenciar a un ser humano, de obligarlo a recuperar su voz a través de nuevos cauces, de nuevas hojas de ruta. Con…

    Leer más

  • 5 poemas de Éxtasis, de Santa Teresa de Jesús

    /
    abril 14, 2025
    /

    Este volumen reúne toda la obra poética escrita por la autora mística por excelencia. Su lírica, de carácter confesional o espiritual, está escrita sin distracciones académicas, en línea de la mejor poesía popular del siglo XVI, que Santa Teresa traslada a lo divino. En Zenda ofrecemos cinco poemas de Éxtasis: Poesía completa (Ya lo dijo Casimiro Parker), de Santa Teresa de Jesús. *** Muero porque no muero Vivo sin vivir en mí, y tan alta vida espero, que muero porque no muero. Vivo ya fuera de mí, después que muero de amor; porque vivo en el Señor, que me quiso…

    Leer más