La editorial Galaxia Gutenberg publica una antología bilingüe del escritor catalán Joan Vinyoli. Preparada con rigor por el poeta y crítico Josep Maria Sala-Valldaura y traducida al castellano por José Ángel Cilleruelo, esta compilación comprende todas las etapas del bardo.
En Zenda reproducimos dos poemas tanto en su versión original como en su traducción al castellano, ambos incluidos en Soy un hombre solo (Galaxia Gutenberg), de Joan Vinyoli.
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Soc home sol
He menjat amb delit els dàtils de Palmira,
les panses de Corint, el be rostit de Pasqua,
galls fets entre rajoles per hindús,
l’oca de Tebes.
He begut moltes grapes,
schnaps i filtres, herbes de poc seny,
m’he embriagant amb vins de Falern o de Quios.
Però tot res, sols queda la fiblada
de la pua clavada
molt endins de la carn.
Soc home sol.
No sé d’on vinc, per què m’afanyo,
no crec en opis ni licors.
No sé què soc ni per què m’ho pregunto.
Segrego a vegades poesia,
o bé, de tant en tant, m’agrada,
posant els ulls en blanc, polsar les tecles
del meu rònec piano,
traient-me els tèrbols sucs de moltes nafres
amb la xeringa neta de l’oblit.
Però tot res, sols queda la fiblada
de la pua clavada
molt endins de la carn.
Soc home sol.
***
Soy un hombre solo
He comido con deleite los dátiles de Palmira,
las pasas de Corinto, el cordero de Pascua,
gallos hechos con tejas por hindúes,
una oca de Tebas.
He bebido abundantes grappas,
schnapps y filtros, hierbas que trastornan,
me he embriagado con vinos de Falerno o de Quíos.
Todo ha quedado en nada, en la punzada solo
del pincho que se clava
dentro en la carne.
Soy un hombre solo.
No sé de dónde vengo, ni por qué me apresuro,
no creo en opios ni licores.
No sé quién soy ni por qué me cuestiono.
Segrego a veces poesía,
o bien, de vez en cuando, me entretiene,
con los ojos en blanco, pulsar teclas
en mi dañado piano,
quitándome los turbios jugos de tantas llagas
con la jeringa clara del olvido.
Todo ha quedado en nada, en la punzada solo
del pincho que se clava
dentro en la carne.
Soy un hombre solo.
***
Cap a les deus
Sigues fidel
a les petites coses;
no t’és donat volar
sobre el callat abisme.
Pel fràgil pont suspès
del cant humil assaja
l’incert, boirós camí
d’aquesta a l’altra vora.
Caduques flors al prat,
un raig de sol efímer,
són ara talismans
que tot ho transfiguren.
Les portes del ponent
de bat a bat se t’obren;
per elles, riu amunt,
cap a les deus penetres.
Indesxifrables són
els signes que il·luminen;
el cant humil, però,
sovint els interpreta.
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Hacia las fuentes
Sé fiel
a las pequeñas cosas;
no consigues volar
sobre el callado abismo.
Por el puente colgante
del canto humilde ensaya
lo incierto, senda en brumas
de esta a la otra orilla.
Caduca flor del prado,
rayo de sol efímero,
son talismán ahora
que todo transfigura.
Las puertas del poniente
de par en par se abren;
por ellas, río arriba,
en las fuentes te adentras.
Indescifrables son
los signos que iluminan;
y el canto humilde muchas
veces los interpreta.
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Autor: Joan Vinyoli. Título: Soy un hombre solo. Antología poética. Traducción: José Ángel Cilleruelo. Editorial: Galaxia Gutenberg. Venta: Todos tus libros.
BIO
Joan Vinyoli (Barcelona, 1914) vive una niñez marcada por las penurias económicas familiares. Cuando apenas tiene cuatro años, en 1919, muere su padre, médico internista, tras lo cual se traslada con su familia a Sant Joan Despí. En 1922 vuelve a Barcelona, donde estudia con los jesuitas de la calle Caspe y pasa más tarde al colegio de la Inmaculada. Cursa estudios de comercio y a los dieciséis años entra a trabajar en la editorial Labor, donde ejerce varios cargos hasta su jubilación en 1979. Su producción poética suele dividirse en dos etapas: la primera, que va de 1937 a 1963, acusa el magisterio de Rainer Maria Rilke y Carles Riba, y se caracteriza por la firme voluntad de construirse una voz lírica personal; la segunda, que va de 1970 a 1984, es de madurez y plenitud poéticas y obtiene el reconocimiento por parte de la crítica (premios, reseñas, recitales…) y los lectores. En 1974 es galardonado con el Premio Lletra d’Or por Encara les paraules. Obtuvo en dos ocasiones el Premio de la Crítica de poesía catalana por Ara que és tard (1976) y Passeig d’aniversari (1984), libro por el cual recibió también (póstumamente) el Premio Nacional de Poesía en 1985. En 1982 se le otorgó la Creu de Sant Jordi, concedida por la Generalitat de Catalunya. Joan Vinyoli muere en Barcelona el 30 de noviembre de 1984.
Interesante forma de escribir. Me agradó.
Escribo poesía. Estoy en instagram como Diego.buscaglia