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Una retorcida carta de amor

Una retorcida carta de amor

Esta es la tercera novela negra protagonizada por esa mujer que “huele a tristeza” llamada Úrsula López y que, pese a eso, ha proporcionado no pocas alegrías a su autora, quien ya se ha alzado con no pocos premios en Alemania y Francia. Y todo gracias a un personaje neurótico, bulímico y voyerista.

En este making of Mercedes Rosenda cuenta el impulso que le llevó a escribir Qué ganas de no verte nunca más (Alrevés).

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El proceso de escritura es asombroso y da sorpresas, algunas muy conocidas, como aquella (muy cierta) de que los personajes se disparan a donde ellos quieren. Pero también da problemas, un montón de problemas.

Al principio la idea me sonó muy fácil. No era más que incorporar un hecho sacado de la realidad a las aventuras de Úrsula López, la protagonista de la saga de mis novelas. La trama ya estaba pensada y el hecho histórico estaba ahí, elegido y al alcance de la mano, solo había que investigarlo. ¿Qué podía salir mal? Úrsula iba a escapar de sus perseguidores por el túnel que cavaron los Tupamaros en el año 1971, por donde escaparon 113 presos de la que entonces era la cárcel de Punta Carretas en Montevideo, y hoy es un centro comercial.

"Si en la novela negra nada es lo que parece, en el proceso de la escritura menos, y tuve que pensar cómo incorporar un relato olvidado que yo creía muy sabido"

Pensé a priori, y mientras escribía, que todo el mundo conocía el relato de la que fue entonces la fuga de prisión más numerosa de la historia, ya no de Uruguay sino del mundo. Pero entonces me entró la duda. ¿Se conocía realmente aquella historia que yo daba por sabida? Había pasado medio siglo y… es mucho tiempo. Para averiguarlo se lo pregunté a mis hijos, tres jóvenes de entre 20 y 30 años. ¿Conocen la historia de la fuga de los 113 Tupamaros de la cárcel? Ellos me miraron dubitativos, o más bien vacilantes. Pero vamos, si hasta estuvo en el libro de Guinness de los récords, argumenté. Mi hija, la mayor, dijo que la historia le sonaba, que le parecía haber escuchado o leído algo, pero no podía ubicarla con certeza.

O sea, las nuevas generaciones desconocían el hecho, aunque fueran uruguayos, aunque hubieran vivido siempre en Montevideo y a quinientos metros de donde se había producido el gran escape por el túnel.

Si en la novela negra nada es lo que parece, en el proceso de la escritura menos, y tuve que pensar cómo incorporar un relato olvidado que yo creía muy sabido. Ese fue el primer problema, porque cuando se narra ficción y hay una trama, no se puede distraer la atención del lector con explicaciones.

"Yo creo que a estas alturas leí tanto sobre cómo hacerlo, repasé a tantos escritores que suelen hacerlo que ya tengo un máster y podría dar un curso. Pero fue un trabajo arduo"

Después, la investigación en sí misma. Buscar a los actores, los propios presos fugados, leer las crónicas de la época. No fue fácil, muchos de ellos estaban muertos, otros no recordaban demasiado; por suerte, siempre quedan los testimonios en la prensa. El segundo problema era informar de lo sucedido en las novelas anteriores (este es el tercer libro de una saga de cuatro), algo que ya había hecho en la segunda. Pero cada texto es un mundo, en cada libro y dependiendo del argumento la historia anterior se incorpora de manera diferente, y en esta era un nuevo desafío. Yo creo que a estas alturas leí tanto sobre cómo hacerlo (es decir, cómo construir una saga sin obligar al lector a leer los libros anteriores), repasé a tantos escritores que suelen hacerlo que ya tengo un máster y podría dar un curso. Pero fue un trabajo arduo.

Y ahí no terminaban las dificultades.

"Qué orgullo, una retorcida carta de amor a Montevideo. Esa era, precisamente, la devolución que quería. La lectura que esperaba"

Me gusta anclar mis novelas al lugar donde se desarrollan, y esta, como las dos anteriores, se desarrolla en Montevideo. Pero ese era precisamente el desafío: cómo describir la ciudad, cómo hacer que los personajes la recorrieran sin repetirme, sin aburrir a los lectores de las anteriores. Esa parte del trabajo se basó en lecturas de Mujer equivocada y de Lágrimas de cocodrilos, las dos anteriores, y fueron lecturas minuciosas. Pero al menos sentí que había salido airosa porque las críticas que recibí fueron positivas. Por ejemplo, dice Raven Crime Reads, de Reino Unido: “Una vez más, este libro se lee como una retorcida carta de amor a Montevideo, sin avergonzarse de resaltar lo bueno y lo malo de esta ciudad enérgica y vibrante, donde la pobreza y el crimen van de la mano con el espíritu abierto y la alegría de vivir de los habitantes de la ciudad. He aprendido mucho sobre Uruguay y sus alrededores a lo largo de estos dos libros, y te encontrarás atrapado por el evidente amor del autor por la ciudad capital, empapada de historia. Tengo una verdadera pasión por los libros que te arraigan firmemente en un lugar particular con el que no estás familiarizado, y Rosende lo logra maravillosamente”.

Qué orgullo, una retorcida carta de amor a Montevideo. Esa era, precisamente, la devolución que quería. La lectura que esperaba.

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Autora: Mercedes Rosende. Título: Qué ganas de no verte nunca más. Editorial: Alrevés. Venta: Todos tus libros.

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