Cómo escribir una novela de misterio

Quizás por eso Ernest Cunningham, protagonista y narrador de Todos en este tren son sospechosos, escoge un formato metaliterario para que el lector acceda a una novela de misterio con los comentarios del escritor. Solo que el escritor en realidad se llama Benjamin Stevenson y estamos ante uno de los planteamientos más originales y dinámicos que se pueden encontrar hoy en día en las librerías. Para quienes no conozcan al protagonista, fue uno de los supervivientes de la primera novela, y en este momento se encuentra en un certamen literario que se celebra en tren tras vivir el éxito de contar lo sucedido en su última reunión familiar y quedar, como tantos escritores, relegado al olvido. Ni siquiera sabe qué escribir, de ahí que se pregunte: “¿Por qué estoy aquí?”, cuando encuentra nombres de éxito con quienes comparte cartel.

Con este punto de partida y la promesa de honestidad a la hora de seguir las normas para escribir una novela de misterio, el narrador irá desgranando sus vivencias durante este accidentado viaje que incluirán asesinatos, abusos, bajos fondos de grandes editoriales y un sin fin de pequeñas cosas que provocan en el lector la necesidad de seguir leyendo. Cunningham intenta ganarse al lector, incluso se disculpa por escribir ya que eso hace que, por muy mal que vaya a pasarlo, el lector tenga la tranquilidad de que va a seguir vivo, eliminando un punto de misterio. Y también avisa: el asesino suele presentarse al comienzo de la novela. De este modo y como si se tratara del clásico Cluedo irá dando pistas, a veces en forma de acciones y otras explicando directamente al lector lo que acaba de suceder, para poder preguntarle: “¿Ya lo ha resuelto el misterio?” “¿Y ahora?”. Y uno puede imaginarse la cara del narrador con una ceja en alto y media sonrisa, seguro de que va a ganar el juego que él mismo ha inventado en un claro homenaje a la edad dorada de las novelas detectivescas.

Stevenson, el autor real, es consciente en todo momento del juego, del pastiche y de la necesidad de sorprender al lector sin que la voz fresca de su primera novela resultase ahora demasiado familiar, y para ello desarrolla una compleja trama de pequeños misterios en el que cada palabra tiene una función en la resolución final y creando una falsa imagen de novela fácil.

Todos en este tren son sospechosos no es una novela para los puristas del género, pero sí que es una opción divertida capaz de atrapar al lector con un formato novedoso que destila humor. Literatura de entretenimiento, algo mucho más difícil de lo que parece.

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Autor: Benjamin Stevenson. Título: Todos en este tren son sospechosos. Traducción: Albert Fuentes Sánchez. Editorial: Planeta. Venta: Todos tus libros.