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La crueldad eterna de la guerra

La crueldad eterna de la guerra

Conocí hace años el tema central de esta novela: el viaje de los restos de José Antonio Primo de Rivera, con cortejo fúnebre incluido, sobre las hombros de sucesivos hombres, desde Alicante, en cuya cárcel fue fusilado, hasta su sepulcro, en la basílica de El Escorial, desde donde pasaría al cercano Valle de los Caídos. Me impresionó la potencia escénica de la idea, tan épica, tan alineada con lo mussoliniano. La peregrinación también aparece en las primeras páginas de Castillos de fuego, la novela de Martínez de Pisón, pero no tiene una importancia central. Es insólito que hasta Presentes nadie hubiera decidido darle a la procesión el protagonismo que merecía, que no se hubiera contemplado la potencia del llanto de media España en torno a un ataúd. Ocurre, además, en noviembre de 1939, pocos meses después del fin de la guerra.

Paco Cerdá ha abordado en sus novelas la vida del niño prodigio del ajedrez Arturo Pomar, la despoblación rural o la llegada de la República (14 de abril). Hay cierta conexión entre la coralidad de esta última y Presentes. Ambas utilizan una estrategia narrativa similar y simbolizan el inicio y el final de un sueño. Menciono la coralidad porque no es José Antonio el único protagonista. En paralelo, Cerdá muestra cómo viven, durante esos once días, los perdedores, miembros de una España derrumbada, llena de maquis, hambre, derrotados, fugitivos o condenados a muerte. Gente que formó parte de un sueño, destruido por la guerra.

"En ocasiones resulta muy cinematográfico, por ejemplo en el momento culminante, cuando termina el cortejo en El Escorial"

¿Es Presentes una obra de ficción? ¿De no ficción? ¿Es una novela histórica? ¿Una crónica? Porque Cerdá entra en la conciencia de sus personajes, cuenta detalles íntimos de todos ellos y de muchos solo conocemos el nombre. No termino de entender la necesidad de la frontera, de catalogarlo todo. Es posible ser un autor de no ficción y de ficción al mismo tiempo, sin infringir las leyes de la relatividad. Puede afirmarse que Cerdá elabora una ficción apoyada en la realidad y, sobre todo, en un hecho histórico de alta relevancia. En cualquier caso, Presentes es un libro dotado de una fuerza arrolladora, similar a la que tiene uno de sus referentes: el francés Eric Vuillard, empeñado como él en mostrar el trasfondo oculto de la historia, las vidas privadas, destruidas tantas veces, que hay tras las guerras.

Cerdá demuestra de nuevo su capacidad para la creación de personajes con muy pocos rasgos. Personajes, además, complejos y coherentes entre sí, que pueden ser individuales o colectivos, como esos topos que huyen de la muerte. Forman un cosmos, que es el cosmos de nuestros abuelos o, al menos, de algunos de nuestros abuelos. Otros estaban en el bando vencedor.

"Se intuye un fuerte conflicto de clase entre Franco y José Antonio: el dictador nunca fue plenamente aceptado por la clase alta, a la que sí pertenecía José Antonio"

Cerdá utiliza un narrador en tercera persona portentoso, situado entre la narrativa, la Historia y la crónica, capaz de escuchar el latido del corazón de los personajes en un párrafo, ascender a los cielos en el siguiente y aportar un diagnóstico histórico después. En ocasiones resulta muy cinematográfico, por ejemplo en el momento culminante, cuando termina el cortejo en El Escorial. Ahí se unen frases largas, cortas, opiniones, descripciones, todo al mismo tiempo pero, sin embargo, coherente: Todos los ojos miran al ataúd. El magnetismo del féretro. Dentro va un cuerpo, un cadáver. Un hombre fusilado hace tres años. Un mártir que no ha conocido la victoria. Que no ha muerto, escribe Azorín. Que no morirá. Cualquiera que haya escrito sabe que una voz con tal dispersión de focos suele terminar en caos. Sin embargo a Cerdá no le ocurre. Incluso se permite temeridades, como meter unos versos de Franco Battiato, escritos décadas después de la procesión.

Resulta central en Presentes la figura compleja de José Antonio, su vínculo difícil con su padre, su rivalidad con Franco, sus buenas intenciones y sus tentaciones totalitarias, su defensa de la justicia social, de la paz entre los españoles y, también, su apoyo a la violencia. Se intuye un fuerte conflicto de clase entre Franco y José Antonio: el dictador nunca fue plenamente aceptado por la clase alta, a la que sí pertenecía José Antonio. También destaca, por su enorme actualidad, el proceso de creación de la leyenda. Es un acto de un fuerte simbolismo y muy vinculado con nuestros tiempos: de acuerdo con el libro y con los propios resultados electorales, José Antonio no era tan relevante durante la república como después fue. Hubo una enorme, y también genial, campaña publicitaria. Demuestra que nada ha cambiado demasiado.

Presentes no ha perdido, por desgracia, actualidad. Muestra el horror de una guerra, de toda guerra. Muchas de sus páginas, sobre todo las que muestran el sufrimiento de las víctimas, son aplicables a la guerra de Gaza o de la guerra de Ucrania. Porque todas son exactamente iguales.

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Autor: Paco Cerdá. Título: Presentes. Editorial: Alfaguara. Venta: Todos tus libros.

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