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Libro de visitas: historias de fantasmas, de Leanne Shapton

Libro de visitas: historias de fantasmas, de Leanne Shapton

Foto: Robbie Lawrence.

Leanne Shapton es escritora, artista y editora nacida en Mississauga, Canadá, en 1973. Es una de las creadoras más radicalmente originales de nuestro tiempo. Ha publicado más de una decena de libros que exploran las combinaciones de palabras e imágenes, entre los cuales aparecieron en España Artefactos importantes (Duomo, 2010), que contaba la historia de amor de una pareja a través de sus objetos puestos en subasta, y Bocetos de natación (Blatt & Ríos, 2022, ganador del National Book Critics Circle), donde abordaba desde distintos puntos de vista la belleza de este deporte y la relación entre la natación y la escritura, lo acuático y la creación. Actualmente es editora de arte de The New York Review of Books y cofundadora con el fotógrafo Jason Fulford de la editorial J&L Books. Presentamos una muestra de Libro de visitas. Historias de fantasmas, publicado por Ediciones Comisura en 2024, una obra arriesgada y alejada de cualquier convencionalismo formal, una galería de relatos inquietantes y divertidos, pero también conmovedores, un collage de materiales fascinantes que muestran de diversas maneras lo que todos, de un modo u otro, hemos aprendido: que los fantasmas del pasado nunca dejan de visitarnos ni nosotros dejamos de esperarlos porque son el motivo de nuestros principales temores, pero también de nuestro único consuelo.

Con una poética absolutamente singular y sugerente, la escritora y ar­tista plástica Leanne Shapton utiliza todos los recursos literarios y visuales (fotografías, planos de casas encantadas o hermosas acuarelas pintadas por ella misma) para jugar a reinventar las viejas historias de fantasmas y resignificarlas. Nos encontramos ante algo que es mucho más que un libro: un mapa sobre las ausencias y fantasmas que se esconden por los rincones y las casas más insospechadas del mundo, pero, sobre todo, dentro de nosotros mismos.

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MEDIA DISTANCIA

Lo que mejor se me da es la media distancia, le dijo a la psicoterapeuta. No se me da bien la intimidad. Quería tumbarse en el sofá, como si estuviera en el psicoanalista, pero ella lo miraba desde su butaca y era su primera consulta y no lo hizo. Notó que le vibraba el móvil en el bolsillo interno de la americana. Frenó el brazo derecho que se abalanzó para cogerlo y se apoyó la mano en la rodilla.

No se me da muy bien expresar el cariño de forma física, le dijo él. Ella apuntó algo en un papel.

Cuando se fue de la consulta, pensó para sus adentros: ¿Dónde me podré comprar un bocadillo de salami y un café? No conocía ese barrio. Quería una de esas tiendas pijas de comida preparada con filas de neveras llenas de ensaladas cremosas, trozos de lasaña al corte y pilas de bollería glaseada.

Cuando llegó a casa esa tarde, la luz del apartamento era cálida y brillante. Su empleado doméstico había ordenado la sala de estar. Había una servilleta de papel en la mesa baja de cristal, pero no le prestó atención. Se acercó al sofá y se tumbó con los zapatos puestos. Me siento solo, dijo en voz alta. Luego dijo: No, mentira.

Cerró los ojos y pensó en su último terapeuta. Su último terapeuta le había dicho que nunca usaba la palabra «nosotros» cuando hablaba de su exmujer. En ese momento fue cuando decidió no volver. Cuando decidió que su terapeuta hablaba igual que su mujer. No los echaba para nada de menos, ni a ella ni a su terapeuta. Le gustaba estar solo. No tener testigos.

Se incorporó y se frotó los ojos con la palma de las manos. Cogió el teléfono que tenía en el bolsillo de la camisa para mirar unas fotos que se había hecho la noche anterior. Las borró todas.

*

EQALUSSUAQ

El Tiburón de Groenlandia es un habitante de los mares profundos del Polo Norte. Sin embargo, de vez en cuando se lo ve por aguas neerlandesas. La carne del tiburón de Groenlandia es tóxica y solo puede consumirse si se prepara de una manera especial. La piel de este tiburón se usa para encuadernar libros. Los tiburones de Groenlandia son omnívoros. Los científicos han encontrado en su estómago restos de reno, perros, gatos e incluso un oso polar. Es probable que esos animales ya estuvieran muertos cuando los tiburones los consumieron.

Sugerencias de comida y vino para el barco, 28 de dic. — 4 de ene. Desayuno: el servicio básico debería incluir: plato de fruta fresca, sobre todo fruta de cercanía / yogur (caribeño local) / selección de cereales que incluya granola / pan multicereales y/o baguette / zumo de fruta recién exprimido (naranja/pomelo) / variedad de mermeladas y miel / té (con y sin teína) / café, filtrado y expreso / café latte / leche, también desnatada. A los huéspedes también se les debería ofrecer un desayuno caliente (huevos con bacon) cada mañana.

Las comidas deberían consistir en tres o cuatro platos que se lleven a la mesa para que los huéspedes se sirvan. Puede haber un plato caliente. El resto serán distintos tipos de ensalada. Los platos pueden incluir: pescado o pollo a la plancha, en filete o en brocheta. Pissaladière o similar (quiche no). / Pasta caliente con salsa casera (p. ej. tomate y albahaca; ajo y aceite de oliva; otras salsas de verduras). Esta opción probablemente solo se sirva una vez a la semana. Además, tengan en cuenta: no nos gustan las ensaladas frías de pasta. / Salade niçoise / ensalada asiática de pollo / ensalada vietnamita de ternera / verduras asadas / varios tipos de ensaladas verdes, también ensaladas picadas / tomate y mozzarella / ensalada de legumbres (judías y otras legumbres) / tortilla española / ensalada de remolacha, ensalada de aguacate, etc. / Se valorarán las ideas/sabores de Turquía, Grecia o España, así como del Caribe. / De postre, se prefiere fruta fresca. Melón y sandía y frutas de temporada.

El tiburón de Groenlandia se pesca sobre todo por su hígado. Se pesca con un anzuelo y un cebo de grasa de foca o de carne de caballo en putrefacción. La carne fresca de tiburón es indigesta y dañina: seca sabe a queso curado. Normalmente se prepara como alimento a través de un proceso de fermentación, para lo cual la carne se entierra en el suelo. Fermentada, la carne es viscosa y gelatinosa.

The News, Newport, Pennsylvania, 15 de mayo de 1896

Unos crustáceos llamados copépodos se adhieren al ojo del tiburón de Groenlandia y lo arañan. Las cicatrices que le causan en la córnea afectan a la vista del tiburón y, con el paso del tiempo, lo dejan ciego. Se desconoce la utilidad que el parásito podría tener para el tiburón.

Cena: Si el chef quisiera sorprendernos, los aperitivos de la cena serán el momento indicado. Platos pequeños de sabor concentrado e interesante, con ingredientes locales serán bien recibidos. Para el plato principal, preferimos pescado/marisco y pollo antes que ternera o cordero (tal vez un total de dos cenas con carne roja). En cuanto al estilo de cocina, preferimos preparaciones francocaribeñas o italianas contemporáneas (el restaurante y los libros de cocina del River Café podrían ser una buena fuente en la que basarse).

En general, no queremos salsas densas con nata o comidas al estilo de los concursos de cocina televisivos en las que se mezclan demasiados sabores. Lo mismo puede aplicarse a la presentación: ¡menos es más! Verduras recién cocinadas en cada comida, por favor. Se valorarán las verduras locales, específicamente del Caribe. Las patatas son bienvenidas, pero los platos de arroz sazonado pueden ser más adecuados para muchas noches. Los postres deberían ser sencillos y de tamaño modesto la mayoría de las noches, y las recetas caribeñas serían ideales (pero no las muy azucaradas, por favor).

«Papá solía decirme que a la carne de tiburón le cuesta morirse. El tiburón puede estar podrido, incluso viscoso, y cuando tocas la piel o la carne, aún se mueve. Es decir, aún está viva, pero está podrida».

—Inuit citado en «Pangnirtung Inuit and the Greenland Shark:
Co-producing Knowledge of a Little Discussed Species», de Carlos Julián
Idrobo y Fikret Berkes, Human Ecology, junio de 2012

Los copépodos bentónicos poseen bocas perfectamente adaptadas para raspar y comerse las bacterias que crecen en los desechos orgánicos. Otros copépodos, que se encuentran en aguas frías ricas en plancton, se alimentan en los meses de primavera y verano y consumen más de la mitad del volumen de su cuerpo. La mayoría de los copépodos, sin embargo, como los piojos de los peces, se alimentan de su anfitrión.

Bebidas: La oferta actual de refrescos —tónica, Coca-Cola, Coca-Cola Light, ginger ale— y agua con o sin gas (Badoit, si está disponible). Si hay disponibilidad del refresco de pomelo caribeño llamado Ting, que se incluya, por favor. Y también: agua fresca de coco, limonada fresca de lima o de limón.

Muerto, pero comiendo: algunos de nuestros selacios pueden ser miembros de la orden de los tiburones de Groenlandia, que son grandes pero cobardes. Se alimentan de ballenas muertas, desgarrando grandes bocados de su esqueleto, pero nunca atacan a los balleneros, aunque ellos no se demoran en pincharlos con sus arpones; se dice que seguirán atiborrándose de grasa mucho después de sufrir una herida mortal y de saber, si tuvieran sentido común, que ya están muertos.

—New-York Tribune, 12 de diciembre de 1897

Alcohol: vodka premium, ron blanco y oscuro, ginebra (preferiblemente Hendrick’s), whisky/ vermú seco y aceitunas para los martinis. Cócteles caribeños: ingredientes para ponche de ron/ Planter’s punch; zumo de lima azucarado para Rum Collins/Tom Collins y Gimlets de vodka; zumo de piña y de naranja; granadina; angostura. Vino: debería haber tres tipos de vino blanco. Una caja de cada uno de los siguientes: albariño español, pinot grigio italiano, sauvignon blanc sudafricano o neozelandés. Dos cajas de provençal rosé francés de calidad (preferentemente Domaines Ott). Una caja de pinot noir de Napa u Oregon. N. B. En caso de disponer de una lista de proveedores de vino, hágannosla llegar para poder elegir.

Un explorador antártico noruego, H. J. Bull, ofreció un testimonio sorprendente sobre la tenacidad de la vida de un tiburón. Este devorador de hombres fue capturado en el caladero de bacalao de Islandia: le quitaron el hígado, el corazón y resto de órganos para poner fin a su carrera, y el cuerpo mutilado fue arrojado al mar. El tiburón meneó despreocupadamente la cola y, deprisa, se alejó nadando de allí.

—The Tampa Tribune, 8 de octubre de 1911

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Autora: Leanne Shapton. Título: Libro de visitas. Historias de fantasmas. Editorial: Ediciones Comisura. Venta: Todostuslibros.

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