Borroka, la nueva novela de Alfonso J. Ussía, huele a pólvora, a bosques, a mugas, a amonal, a asfalto y, sobre todo, a Libertad. Alfonso J. Ussía narra de manera magistral la lucha que emprendió la Guardia Civil contra ETA durante los años más salvajes del terrorismo en nuestro país. Con testimonios exclusivos y datos nunca antes revelados, el autor construye un minucioso relato que nos retrotrae a finales de los ochenta, cuando la nueva cúpula de la organización decidió socializar el terror y regar de sangre y plomo las calles de la España democrática por medio de las bombas y los tiros en la nuca a personas que luchaban por la libertad.
Este viernes, Alfonso J. Ussía responde al cuestionario de Zenda.
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—¿Qué libro, película, serie, disco y obra de arte salvaría en un diluvio o un incendio?
—El diccionario de la RAE, La vida de Brian, Downton Abbey, Honestidad brutal, de Andrés Calamaro, y el maqui que me regaló Augusto Ferrer-Dalmau después de ilustrar la portada de mi primera novela, Cuento del Norte.
—Puestos a salvar, elija una actriz, un actor, un personaje histórico y un político actual.
—Carmen Maura, Leonardo DiCaprio y Victor Lustig, un fabuloso sinvergüenza que vendió dos veces la Torre Eiffel. Un político actual… Tengo un afecto especial por Christine Kangaloo, presidenta de Trinidad y Tobago. Una mujer increíble.
—¿Qué aventura real o literaria le gustaría haber vivido?
—Lázaro, probablemente. Imagínate que estás muerto y a los cuatro días de pronto llega un tío y te dice «levántate y anda». Eso es el verdadero realismo mágico.
—¿Y qué recuerdo personal le gustaría que jamás se perdiera en el tiempo, como lágrimas en la lluvia?
—El olor de mis hijos al nacer. Algo visceral, carnal, animal, doloroso.
—¿Cuál es su primer recuerdo lector?
—Algún libro de Tintín.
—¿Cuál es el último libro que ha leído?
—De donde viene el viento, de Manuel Arroyo-Stephens
—¿Puede recomendar un libro clásico?
—De Profundis, de Oscar Wilde.
—¿Y uno actual?
—Me encanta Patrick Radden Keefe. Cabeza de serpiente, Maleantes, No digas nada…
—¿Qué libro no ha podido acabar?
—Ulises, de Joyce, o los últimos de Javier Marías. Demasiado complicado para este que contesta.
—¿Puede recitar de memoria un poema?
—Claro. Es un epitafio que escribió Pedro Muñoz Seca, mi bisabuelo, al matrimonio que se ocupaba de la portería de su casa en Madrid. En realidad son tres, porque la diócesis debía aprobarlos para su publicación y se lo pusieron difícil. Dicen así:
Fue tan grande su bondad / tal su laboriosidad / y la virtud de los dos / que están con seguridad / en el Cielo, junto a Dios.
El Obispo de Madrid lo rechazó, alegando que Muñoz Seca no tenía ninguna legitimidad para asegurar que el matrimonio estaba junto a Dios. Así que escribió el siguiente:
Fueron muy juntos los dos / el uno del otro en pos / donde va siempre el que muere… / Pero no están junto a Dios / porque el Obispo no quiere.
Cuando la diócesis de Madrid leyó este epitafio, imagínate. Cólera. También fue rechazado. Así que Muñoz Seca escribió el definitivo:
Flotando sus almas van / por el éter, débilmente / sin saber qué es lo que harán / porque desgraciadamente / ni Dios sabe dónde están.
—¿Cuál es la canción más hermosa del mundo?
—»Unchained Melody», que no recuerdo el nombre de su autor. Pero la conozco porque existe una versión de Elvis Presley que cantó en directo un par de días antes de morir, en su último concierto. Es un disparo a bocajarro. En el momento más jodido de Elvis, agarrando el pomo de la puerta al otro barrio, y como si de pronto un león le abriera el pecho desde dentro para salir, no a rugir, a gritar como nunca y afinando perfecto; gordo, torpe, enfermo y, al toque, mágico. Es acojonante. Muy probablemente la semana que viene te diría otra canción. Esto funciona así.
—¿Puede decirnos una heroína y un héroe —literarios o cinematográficos— imprescindibles?
—Centaine Courtney, de Wilbur Smith. Es una mujer prodigiosa que lo entrega todo, lo pierde, naufraga viajando a Sudáfrica, recorre el desierto y funda una de las compañías mineras más importantes del mundo. Leyendo las novelas de Wilbur deseaba ser su nieto, como poco. Y un héroe, Ignatius Reilly.
—¿Y un personaje malvado que le fascine?
—El padre Lárzabal, de Borroka, mi última novela. Es un verdadero hijo de puta.
—¿Tiene una editorial y una librería preferidas?
—Libros del Asteroide y la librería Machado, en Salesas, Madrid.
—¿Cuántos libros hay en su biblioteca? ¿Qué porcentaje, aproximadamente, ha leído?
—Debo tener entre tres y cuatro mil libros. De los que, seguro, la mitad he devorado, un cuarto he leído en diagonal y otro cuarto están ahí mirándome con cara de libro para que los empiece.
—¿Con qué libro se ha emocionado más? ¿Ha llorado tras la lectura de alguno?
—Mortal y Rosa, de Umbral. Duele. Pero llorar, llorar, como mucho de pena de lo malo que era lo que estaba leyendo. Me pasa con la poesía. A veces leo poesía mala, de la actual, para venirme arriba. Es increíble cómo se toman a pecho ese género, algunos “poetas” que no saben lo que es un terceto o una redondilla. Creo que los grandes caraduras de la literatura son algunos poetas actuales.
—¿Se ha excitado alguna vez leyendo? Si es así, ¿con qué libro?
—¿Consideramos revista cómo libro de compañía?
—¿Cuál es el rasgo principal de su carácter?
—La curiosidad.
—¿Y su principal defecto?
—No saber decir que no.
—¿Qué aprecia más de sus amigos?
—La absoluta falta de reproche
—¿Cuál es su ocupación preferida?
—La contemplación en todo su sentido literal.
—¿Y su sueño de felicidad?
—Un trozo verde en Norteña con los míos.
—¿Cuál es el estado actual de su espíritu?
—El desencanto.
—¿Qué detesta más?
—Hacienda.
—¿Qué faltas le inspiran la mayor indulgencia?
—Todo lo provocado por un tropiezo humano cuenta con mi indulgencia. La torpeza es algo que levanta mi compasión inmediata.
—Ojalá que no tenga que ir nunca a una isla desierta, pero si así fuera, ¿qué libro se llevaría?
—Don Quijote.
—¿Y a qué persona?
—A Bar.
—Si todas sus respuestas han sido sinceras, diga ahora una mentira.
—Todo lo anterior era mentira.
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Autor: Jaime Ussía. Título:. Editorial: Espasa. Venta: Todostuslibros
Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas, dijo Pablo Neruda. Tampoco yo he podido nunca con el Ulises de Joyce, ni quiero intentarlo; sin embargo Dublineses, y sobre todo el último relato, explica a la perfección la condición humana. Sobre «Unchained Melody», es preciosa. A Umbral no lo he leído jamás, y si he leído algo suyo no lo recuerdo quizá por la pena que daba el hombre. También detesto a Hacienda, y también me llevaría a Don Quijote a una isla desierta. De hecho, mi humilde habitación es muy a menudo una isla desierta llena de almas en pena llorando por Alonso Quijano el Bueno.
Y casi todo esto que acabo de decir es una mentira de Ignatius Reilly.
Efectivamente, hoy el poeta es un simple narrador de diarios insulsos y apáticos. Me da pena por la poesía. La poesía ha muerto, Lázaro suena perfecto! La bruma es el espejo de las cresas…
Vamos a pasar un buen rato!
Leyendo, poemas
Buscando al gato»
Vamos a pasar un buen rato.
Ya que el mundo»
Se está acabando!
Veo ojos
delirando
Conocidos,
Aun así! Se están negando.
A perdido la cabeza
Y la que ha encontrado!
No le ha gustado.
Si se acabará el mundo»
Yo solo salvaría
Doce libros
Me faltan dos dedos
En las palmas de las manos
Que cuelgan
Algo! Que nos a faltado».
Complejos., de ser. Humano!!!
Jesús armando Maldonado guerra
Venezuela…….