La División Azul, en la segunda década del siglo XXI, está viviendo una “edad de oro bibliográfica”, tanto por la profusión de obras publicadas como por la gran calidad y rigor de la inmensa mayoría. Con anterioridad he reseñado tanto esta singularidad como fenómeno editorial como estudios individuales de algunas obras de excepción.
Cinco años después, en este pasado septiembre, del mismo autor y la misma editorial, llegaba a las librerías Voces de la División Azul: La campaña de Rusia narrada por sus protagonistas.
¿QUÉ APORTA QUE SEA NUEVO?
Como la bibliografía sobre la División Azul, como comentamos, crece de manera constante, en principio no sería ninguna novedad otra publicación sobre el tema. Pero es que este libro no es uno más.
Por tanto, la pregunta es: “¿De qué trata Voces de la División Azul? ¿Qué aporta que sea nuevo?”. Pues bien, podríamos decir que se trata de una obra completamente distinta a todas las demás, y la clave nos la da el propio subtítulo: “La campaña de Rusia narrada por sus protagonistas”.
Y es que durante las largas décadas que ha dedicado al estudio de este capítulo histórico, Caballero ha atesorado centenares de textos inéditos —o prácticamente desconocidos— de veteranos de la División Azul. Textos que fueron escritos y firmados por ellos, sin seudónimos, de los que se hacían plenamente responsables.
La mayoría de ellos no fueron publicados y otros solo vieron la luz en ediciones de alcance familiar o en los modestos boletines de las hermandades de veteranos de la campaña de Rusia. Por ello, para el gran público eran completamente inaccesibles. El archivo de Caballero contiene —a día de hoy— testimonios firmados por 445 divisionarios, y aparecen fragmentos en Voces de la División Azul de la mitad de ellos. Son muy importantes estas cifras, porque en la División Azul sirvieron 45.000 hombres, lo que significa que Caballero ha tenido acceso de primera mano a testimonios de uno de cada 100 integrantes de la unidad. Es una cifra impresionante, que permite al autor hacer afirmaciones de valor contrastado. Conforman un amplio conjunto de documentos —así debemos entenderlos—, y a través de ese material se puede obtener una imagen muy real y ajustada sobre lo que significó la División Azul para sus integrantes.
Además, en el libro encontramos testimonios de divisionarios de todos los rincones de España y, frente a los libros de historia militar que suelen reflejar los textos de los grandes comandantes, o de los héroes consagrados, Caballero ha usado incluso los diarios de soldados tan modestos como algunos músicos de la banda de la División Azul o de los que tenían a cargo los caballos de las unidades hipomóviles.
SIN INTERMEDIARIOS ENTRE LOS DIVISIONARIOS Y EL LECTOR
Es importante señalar que en ningún caso se trata en este libro de entrevistas realizadas por periodistas o investigadores, en las que quien pregunta acaba interfiriendo en el mensaje. Aquí no hay intermediarios entre los testimonios y el lector. Ni en ningún caso se han utilizado los testimonios más conocidos, ya que no podemos olvidar que fueron varios los divisionarios que tuvieron éxito literario. El divisionario catalán Luis Romero —un fuera de serie que llegó a recibir el Planeta, el Nadal y el Espejo de España— escribió Tudá, una excelente novela sobre la campaña.
Un auténtico todoterreno de la literatura como Tomás Salvador, también divisionario, escribió la inolvidable División 250. O Gerardo Oroquieta Arbiol, que llegó a ser Premio nacional de Literatura de España (1958) por sus memorias de prisionero en la URSS, De Leningrado a Odesa, recién reeditadas. Y podríamos seguir enumerando más casos. Pero frente a ese puñado de divisionarios que llegaron al gran público, la inmensa mayoría de los que narraron la campaña vieron cómo sus memorias y diarios, o las novelas que sobre ellos escribieron, quedaban inéditas. En Voces de la División Azul de lo que se trata es de eso, de que hablen esas voces, las que parecían condenadas a un silencio eterno.
¿POR QUÉ TANTOS ESCRIBIERON?
Para empezar, hay que entender el motivo y el valor. ¿Qué llevó a tantos divisionarios a coger el papel y la pluma? Hoy son muchos los estudiantes que cuando terminan su ciclo educativo hacen viajes de fin estudios al extranjero, y no es raro que incluso antes lo hayan visitado con sus familias. Pero en 1941, viajar a la provincia limítrofe ya era una rareza. Así que no es extraño que muchos quisieran dejar constancia de lo que iban a vivir, ya que implicaba recorrer toda Europa para combatir a cuatro mil kilómetros de casa. Para todos, sin excepción, la campaña de Rusia iba a ser la aventura de su vida.
Por otra parte, la División Azul ha sido la unidad militar con mayor número de universitarios y, sin la menor duda, con un perfil intelectual más elevado de nuestra historia contemporánea: miles de hombres con formación académica más que notable, que no solo quisieron contar lo que iban a hacer, es que además tenían capacidad para hacerlo razonablemente bien. Pero sobre todo, había un gran componente trascendental: aquellos voluntarios se sentían partícipes de una gran misión histórica: partían hacia Rusia como en su día otros soldados españoles habían ido a luchar contra los otomanos o los luteranos. Había que registrar los detalles, había que anotar las emociones, los lugares, los momentos, porque se sentían protagonistas de unos hechos de alcance histórico.
Así se generó ese gigantesco corpus, al que solo investigadores con la tenacidad de Caballero han logrado acceder. Y esto es lo que nos ofrece en su nueva obra. Su gran valor ha sido el construir un gigantesco relato, un fresco histórico y humano con los testimonios de otros.
¿NOVELA HISTÓRICA?
Todos sabemos que la novela histórica tiene mucho más tirón que el ensayo histórico. Pues bien, Caballero ha conseguido que Voces de la División Azul se lea como se lee con una novela histórica, con fluidez e integrando emociones. Vemos en cada página situaciones singulares, temores, miedos, angustias, alegrías, frustraciones, esperanzas, de individuos concretos. No son criaturas dibujadas por un novelista. Tienen nombres y apellidos reales.
Pero como Caballero es lo que es, un historiador, cada personaje aparece completa y absolutamente identificado: quién era, cuándo se alistó, en qué unidades y lugares sirvió, incluso con los rasgos principales de su personalidad. Además, su formación científica le ha llevado a comprobar si todo lo que dejaron por escrito se corresponde con experiencias reales, verificando a tal efecto expedientes, diarios de operaciones, etc.
Lo normal es que en los diarios se cite a los divisionarios por el nombre propio, o el apellido. Pues bien, la precisión es tal que cuando en un fragmento de los citados aparecen solo los nombres, Caballero los ha completado para así poder ratificar que nada de lo contado es fruto de la imaginación del divisionario.
¿QUÉ HA LLEVADO A CABALLERO A ESCRIBIR UN LIBRO ASÍ?
Entre otros, Caballero ya escribió el exitoso ensayo histórico sobre el tema antes citado. Pero él no puede trasmitirnos impresiones sobre el cansancio de las marchas, la violencia que se experimenta en los combates, el frío atroz, el hambre pertinaz, el miedo recurrente, la nostalgia infinita, el tedio en las largas jornadas de servicio en primera o las pequeñas alegrías de la camaradería o el acusado espíritu religioso que se manifiesta nítidamente en sus escritos. Eso solo pueden hacerlo los soldados que allí estuvieron. Y por eso Caballero ha escrito este libro, para que pueda conocerse todo lo que él no puede relatar, ya que no forma parte de su acervo vital. El nuevo libro, Voces de la División Azul, en este sentido es el perfecto complemento de La División Azul, de 1941 a la actualidad. En uno está la ciencia histórica, en otro las emociones narradas por sus protagonistas.
LA REALIDAD FRENTE A LA FICCIÓN
El libro tiene además otro valor, muy relevante. La novela histórica tiene el tirón que tiene, y por eso muchos consagrados y aficionados cultivan este género. Pero en el caso de las numerosas novelas sobre la División Azul, con demasiada frecuencia tienen poco de literatura y aún menos de historia. Los divisionarios que retratan poco o nada que ver con la realidad histórica. Se les suele presentar como alistados a la fuerza, por no entrar en otro tipo de perfiles que jamás se dieron en la División. Hay un absoluto contraste entre los divisionarios de ficción de estas novelas y los reales, que son los autores de testimonios en Voces de la División Azul.
Uno puede pensar que durante el franquismo hubo divisionarios presuntamente forzados a ir a Rusia que no publicaron sus testimonios por miedo a represalias. Esto se refuta con una obviedad: Franco murió en 1975. Ha pasado medio siglo, tiempo más que suficiente para que afloraran sus escritos. Es cierto que ha aparecido alguna obra que se presentaba así, como testimonio de alguien alistado contra su voluntad en la División Azul, pero se ha comprobado de manera casi instantánea que era una burda falsificación.
SENTIMIENTOS A FLOR DE PIEL
En este sentido, Voces de la División Azul tiene el valor de transmitir todo tipo de sentimientos vividos por los divisionarios. Desde el miedo al orgullo, desde la pasión al llanto. Pero va más allá, y sobre todo y muy especialmente, permite visualizar un perfil muy nítido de quiénes fueron, de sus razones, creencias y aspiraciones.
El hombre ha de ser siempre la medida de todas las cosas, y en este libro es justamente lo que encontramos. No es la Historia con mayúsculas, que también, sino historias de hombres.
Las “voces de la División Azul” que parecían condenadas a un silencio eterno ya no lo están. A través de sus páginas nos asomaremos cual experiencia inmersiva a capítulos de las vidas de aquellos españoles hasta ahora anónimos. Y las “voces de la División Azul” se convierten en más que un libro. Son también la digna memoria de los combatientes que sobrevivieron en las gélidas estepas soviéticas. Hombres que lucharon con fe y valentía en el frente más letal de la Segunda Guerra Mundial por el mundo anticomunista en el que creían firmemente.
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Autor: Carlos Caballero Jurado. Título: Voces de la división azul. Editorial: La Esfera de los Libros. Venta: Todostuslibros
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