En 1065, muere Fernando I “el Magno”, rey de León y conde de Castilla. En su testamento manifiesta que desea repartir sus territorios entre sus hijos, dividiendo así su reino. De esta manera, puso fin al periodo de casi 300 años en el que los monarcas, primero del reino Astur y, posteriormente, del reino de León, habían conseguido de manera continuada y compleja ir reconquistando los territorios comprendidos al norte y al sur de las estribaciones de la cordillera Cantábrica, situando la frontera sur del reino en el río Tajo.
Hasta finales del siglo XI, se sucedieron tiempos convulsos que llevaron a los campos de León y Castilla a guerras fratricidas, que no se detuvieron hasta el momento en que uno de los tres hermanos varones consiguió imponerse. De estos enfrentamientos resultó vencedor Alfonso, rey de León, conocido por el VI, quien, tras la muerte de su hermano Sancho, víctima de una traición durante el sitio de Zamora, y tras derrotar y encarcelar a su hermano García, consiguió que este le entregara el reino de Galicia. De esta manera, Alfonso consiguió volver a reunir bajo su corona los territorios de los reinos de León, Castilla y Galicia.
Paradójicamente, para esos tiempos, entre todos los hijos del rey Fernando, quien destacó por su inteligencia, fortaleza y capacidad política fue su hija mayor. Urraca de Zamora fue una mujer de armas tomar, sagaz y decidida, cuya fuerte personalidad la llevó a renunciar al papel tradicional asignado a las mujeres en la Corte y a exigir el mismo lugar y trato de que sus hermanos varones. Gracias a estas virtudes, la infanta Urraca llegó a tener un gran ascendiente sobre su hermano Alfonso y los nobles del reino, convirtiéndose en la consejera política más importante durante su reinado.
El economista y escritor Francisco Sempere (Málaga, 1972) decide situar el espacio temporal de su primera novela histórica, La cortesana de León, en el inicio del siglo XII y enhebrar una trama basada en el deseo de la infanta Urraca de conseguir que su pupila y sobrina, también llamada Urraca y conocida como “la Temeraria”, llegue a ser reina de León y Castilla. La infanta decide elaborar un complejo plan para conseguir que sus deseos y ambición política se cumplan. Para ello, cuenta con la protagonista de la novela, una inteligente cortesana llamada Lisarda, a quien la infanta Urraca encarga que sea la muñidora de su plan. El objetivo es que su sobrina sea finalmente coronada y se convierta en la primera mujer en Europa en reinar por derecho propio.
El autor, con el propósito de expresar y transmitir su mensaje, diseña por un lado una estructura narrativa con unos tiempos claramente definidos, en los que se distingue la introducción, el desarrollo y el desenlace. Por otro lado, desarrolla una trama llena de giros, donde la protagonista, auxiliada por un mercenario y por un obispo como garantes y protectores del plan, intentará, por su bien, alcanzar el objetivo deseado por la infanta Urraca. Así, comienza una novela histórica en la que nada es lo que parece, y donde, entre intrigas de salones y alcobas, se persigue lograr el propósito fijado; dejando atrás contiendas, luchas, traiciones y cambios de bando, reflejando fielmente el tumultuoso inicio del siglo XII.
La novela de Sempere cuenta con detalle lo que pensaba la infanta Urraca, especialmente ese particular modo de hacer política basada en traiciones y puñaladas por la espalda. Una política que, paradójicamente, dio lugar a un reino de Castilla y León más fuerte, lo que permitió que la Reconquista avanzase hacia delante. Esto fue posible, sin lugar a duda gracias a personajes excepcionales como fueron, entre otros las dos Urracas (tía y sobrina), Alfonso, Álvar Fáñez, Rodrigo Diaz, etc.
El libro de Sempere posee una magnífica narración, en donde los personajes aportan brillo y emoción a la trama que se desarrolla en un estado de guerra entre los reinos. Urraca “la Temeraria” consiguió imponerse a su esposo Alfonso “el Batallador”, rey de Aragón, asegurando que Castilla y León dispusiera de territorios para reconquistar, mientras que a Aragón solo le quedara el Levante y el Mediterráneo como campos por los que expandirse. El mayor desafío del reinado de Urraca “la Temeraria”, fue conquistar la paz, tras vencer en la guerra. Así quedaría en los anales de la historia como primera mujer gobernante de Europa y que llevó la paz a su pueblo.
Como resumen final, me gustaría afirmar que se trata de un libro muy bien escrito, en el que el autor describe con detalle el gran conflicto que desató el rey Fernando “el Magno” con su testamento. A la vez consigue, por medio de una historia novelada que combina personajes históricos y de ficción, contar una trama real y compleja de una manera entretenida.
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Autor: Francisco Sempere. Título: La cortesana de León. Editorial: Ediciones B. Venta: Todos tus libros.
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