Inicio > Libros > No ficción > Religiosidad, pureza y devoción

Religiosidad, pureza y devoción

Religiosidad, pureza y devoción

«Su elevado idealismo: autenticidad, religiosidad, pureza, devoción, sentimiento y, por descontado, formas y colores de los maestros antiguos». Así se refiere Vicente Valero (Ibiza, 1963) a la esencia de los pintores alemanes de la Hermandad de San Lucas, que buscaban esencias pictóricas y morales a principios del siglo XIX. La intención, sin duda, se puede trasladar al espíritu de este libro, un diario de viajes que abarca un par de semanas recorriendo la región de Umbría, en el centro de Italia. El tiempo de los lirios es el reflejo de un viaje que busca afectar al pathos, es decir, al atractivo emocional, a los sentimientos gestados tras las impresiones que llegan a lo más profundo. Con aspecto de diario, en el que la entrada de cada día es larga, Valero estructura la obra como si se tratara de una guía de viajes: retratando cada paso que da, y a partir de lo que encuentra, asociándolo con referencias que atañen a lo que consideramos alta cultura o cultura clásica: literatura, pintura, arquitectura. Así vamos acompañándole en lo que ve, en lo que reconoce y en su erudición.

"A pesar de tratarse de un intento de viaje, que viene a significar un intento de sentirse viajero, la obra está atravesada por el turismo cultural"

El libro está afectado por la admiración a la leyenda de San Francisco y los términos en los que éste entendía la espiritualidad. De hecho, el autor se mueve dentro de una burbuja que sugiere que solo puede gestarse en un lugar tan hermoso y sereno como esta región italiana, y lo que caracteriza a la atmósfera que se respira en la burbuja es una religiosidad que entiende que el bienestar espiritual es la mejor expresión de felicidad posible. No sabemos si para Valero hay otras formas válidas de espiritualidad fuera de esta tan próxima al misticismo, porque defiende la artística, la silenciosa, la que se aproxima a los rezos católicos, en definitiva, la religiosa. Y para expresar estos principios recurre a un estilo que contrasta con la prosa entrecortada que tan frecuentemente leemos en la actualidad: sus frases son largas, llenas de subordinadas, y siempre buscando el efecto de algo que llamaríamos sublime, de no creer que este adjetivo puede suponer un defecto si lo entendemos como algo pretencioso. No es el caso. La escritura de Valero es culta y sosiega. Surge de lo emotivo, pero pasa por un filtro poético.

"Valero viaja, eso sí, ratificando que la educación sentimental que le ha ido construyendo es una buena educación sentimental"

A pesar de tratarse de un intento de viaje, que viene a significar un intento de sentirse viajero, la obra está atravesada por el turismo cultural: «Las nuestras están siendo, ciertamente, unas vacaciones espirituales», reconoce, distinguiéndose así de las formas más frecuentes de turismo, el de diversión, el de actividad, el de playa. Esta espiritualidad está dentro de él, como no puede ser de otra manera, y brota con los constantes encuentros que el arte ha tenido en la historia con la iglesia, sobre todo los más humildes, los alejados del mármol y las enormes dimensiones. Ahí es donde transpira un amor de connotaciones románticas que ya existía dentro del autor antes de ponerse en marcha. Valero viaja, eso sí, ratificando que la educación sentimental que le ha ido construyendo es una buena educación sentimental. Como lo demuestran ciertos pasajes de la vida de San Francisco, que para él son la representación idónea de la sabiduría. Es posible que no hubiera hecho falta emprender el viaje para llegar a estas conclusiones, pero el viaje ratifica, el viaje consuela, el viaje sirve de acicate para escribir esta obra en la que estamos leyendo constantemente quién es Vicente Valero, como sucede en los mejores ensayos. El propio Montaigne lo expresó en alguna ocasión: el objeto de sus ensayos era él, el cuidado de sí mediante el autoconocimiento. Esa es la línea que Valero ha elegido seguir para trasladarnos lo que supuso para él este viaje.

—————————————

Autor: Vicente Valero. Título: El tiempo de los lirios. Editorial: Periférica. Venta: Todos tus libros.

5/5 (8 Puntuaciones. Valora este artículo, por favor)
Notificar por email
Notificar de
guest

0 Comentarios
Feedbacks en línea
Ver todos los comentarios
reCaptcha Error: grecaptcha is not defined
  • Cracovia sabe

    /
    abril 21, 2025
    /

    La plaza es inmensa, un cuadrángulo de doscientos metros de lado. En el subsuelo hallaron calles pavimentadas de hace ocho siglos, sótanos de edificios desaparecidos, cabañas de artesanos y comerciantes, un tesoro de monedas, llaves, joyas, telas, huesos, flautas, dados. En un estrato aparecieron restos de la ciudad quemada y puntas de flecha que delataban la autoría: fueron los mongoles quienes incendiaron Cracovia en 1241. Una vértebra cervical limpiamente seccionada muestra la decapitación de invasores suecos en 1657. Los esqueletos de seis mujeres confirman las leyes antivampiros del siglo XI: las enterraron boca abajo en posición fetal, atadas y con…

    Leer más

  • Abusos sexuales, en La ley de la calle (XI)

    /
    abril 21, 2025
    /

    Este episodio, emitido el 16 de septiembre de 1989, tiene un protagonista especial, un reportero de raza, Jeremías Clemente, de Radio Nacional de Cáceres. Clemente escribió al programa para contarles la historia de un anciano, un estanquero de más de setenta años, que además de vender tabaco y chucherías era aficionado —presuntamente— a abusar de las niñas del pueblo.

  • Hasta que me sienta parte del mundo, de Ana Inés López

    /
    abril 21, 2025
    /

    *** toda junta qué lindo ir al cine un viernes suicida y que la película termine con amigo piedra y que los actores sean tan buenos y que se enamoren bailando   los viernes se me viene la vida encima toda junta y nunca nunca hay nadie que me salve yo no me puedo salvar de nada por ahora sé que mañana cambia porque pasa los viernes la depresión antigua   no me desespero como antes espero que me agarre el sueño mañana me despierto y en el medio cambió todo no tengo pesadillas   qué podría hacer? canciones? comidas?…

    Leer más

  • Periplos literarios

    /
    abril 21, 2025
    /

    Zarpar en un barco de tinta y papel, embarcarse en una travesía literaria a través de la lectura o un viaje tangible y real. Trazar una cartografía alternativa, comprobando cómo el paisaje se revela, muta y explota en resonancias bajo la mirada lectora, y cómo en ese ir y venir entre puerto y puerto se propicia un enriquecimiento personal. “Porque somos del tamaño de lo que vemos y no del tamaño de nuestra estatura”, nos dice Fernando Pessoa, y es que pareciera que tanto el viaje como la lectura nos potencian, expandiendo nuestros mundos internos, hurgando en una zona común…

    Leer más