Bufones (Ariel) muestra cómo, desde tiempos inmemoriales, los bufones han usado el humor no solo para entretener, sino para cuestionar el orden establecido y desafiar las normas.
Iñaki Domínguez cuenta en este artículo cuál fue el origen de su último ensayo.
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En mi carrera como escritor he mostrado diversos intereses que podrían englobarse en tres categorías fundamentales: macarrismo y delincuencia; cultura pop; y filosofía (aplicada a temáticas contemporáneas). Aunque mis libros más conocidos son los pertenecientes a la primera de dichas categorías, mi último ensayo pertenece a la última. Se trata de Bufones: Humor, censura e ideología en los tiempos de internet (2024), libro en el que analizo el tema de la cancelación atendiendo a la historia del bufón como figura histórica. Este, en última instancia, no era alguien que entretenía, sin más, sino que ejercía como parresíasta, o sujeto que habla con franqueza (que dice la verdad).
La idea dominante en este libro es que, por muy posmodernas que sean nuestras sociedades, la verdad existe y ha sido expresada, históricamente, a través del humor. La risa no es una cosa cualquiera. Como dijo Bergson: «La risa debe responder a determinadas exigencias de la vida social. La risa debe tener una significación social». Es por ello que el hacer reír cuenta, también, con una función social. Como afirma la sabiduría popular desde hace muchos siglos: «La verdad ha de ser vestida con galas alegres, pues desnuda es difícil de contemplar». Esas alegres galas son los ropajes del humor que han de provocar la risa. Decir ciertas verdades en tono serio puede llegar a ser verdaderamente contraproducente. En la Edad Media el bufón ejercía una función esencial, pues debía servir al rey de anclaje con la realidad material, siendo el único que contaba con potestad para ser sincero con el monarca. Este expresaba su verdad —que es, a menudo, la verdad de todos—, pero por medio del chiste, para no enfurecer al déspota.
A día de hoy contamos con innumerables síntomas o señales que apuntan en una determinada dirección: la ideología (en la forma de opinión publico-mediática) quiere suprimir o corregir la voz del bufón (hoy día el cómico), como transmisor del discurso veraz (de aquella verdad que todos compartimos, pero que nos negamos a reproducir o admitir abiertamente). El objeto de estos desvelos del poder y sus ideologías consistiría en imponer una representación falsa de la realidad (ideología), invadiendo y sometiendo, por vía del castigo y el boicot, los últimos reductos de la expresividad humana veraz: comicidad y arte.
Esta ideología que refleja los intereses del poder (por algo domina, vigila, castiga y destruye aquello que no se somete a sus principios; pues solo el poder puede censurar y cancelar) está atacando de modo insistente dos bastiones fundamentales de la libertad en el ámbito de la cultura, como son el humor y el arte. Estos son dos campos en los que la verdad es expresada, ya sea abierta o veladamente, y es la ideología como herramienta de opresión simbólica y estructuración cognitiva, estética y moral la que quiere impedir que ciertas verdades sean transmitidas por vía de estos vehículos fundamentales.
Este libro trata de analizar la historia del bufón o cómico (también de otras de sus manifestaciones, como el trickster, el sátiro o el freak) con la intención de explicar su función histórica y social, un recorrido fundamental si queremos comprender la realidad del cómico en la actualidad y el por qué está siendo avasallado por la ideología de la izquierda identitaria (que se manifiesta como simulacro «progresista», aunque encierre valores opresivos y opere como defensa de intereses del capitalismo más extremo).
Gracias a ello comprenderemos por qué, en los últimos tiempos, la ideología está atentando de modo decisivo contra nuestra libertad para decir y pensar.
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Autor: Iñaki Domínguez. Título: Bufones. Editorial: Ariel. Venta: Todostuslibros.
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