Foto de portada: Alejandro Meter.
El periodista cultural Juan Carlos Galindo acaba de publicar Muerte privada, un thriller inquietante que llega a las librerías después del éxito de Hontoria (Salamandra), su ópera prima —el inició de las andanzas del investigador Jean Ezequiel— con la que consiguió ser finalista en Valencia Negra, el premio Paco Camarasa, el Silverio Cañada de la Semana Negra de Gijón y el Pata Negra-Domingo Villar de Salamanca. La acción de Muerte privada se sitúa en Segovia, en marzo de 2022. Una nueva pista reabre el caso de Leticia Santos, una chica desaparecida hace 20 años en los alrededores del Alcázar. Su madre está segura de que Leticia encontró su destino fatal en un frondoso valle que protege el castillo y lucha para que el proceso no se cierre en falso.
Este viernes, Juan Carlos Galindo responde al cuestionario de Zenda.
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—¿Qué libro, película, serie, disco y obra de arte salvaría en un diluvio o un incendio?
—Libro: Los miserables; película: Blade Runner; serie: Bureau de légendes; obra de arte: nº207, de Rothko.
—Puestos a salvar, elija una actriz, un actor, un personaje histórico y un político actual.
—Lauren Bacall, Alain Delon, Napoleón y me siento incapaz de elegir un político actual.
—¿Qué aventura real o literaria le gustaría haber vivido?
—Estar a bordo del Nautilus en 20.000 leguas de viaje submarino.
—¿Y qué recuerdo personal le gustaría que jamás se perdiera en el tiempo, como lágrimas en la lluvia?
—Momentos irrepetibles junto a mi esposa, Mercedes.
—¿Cuál es su primer recuerdo lector?
—Nadie leía en mi casa pero, por alguna extraña razón, terminé convenciendo a mis padres para ser socio del Círculo de Lectores. El catálogo que dejaba el vendedor con los libros es mi primer recuerdo decente como lector.
—¿Cuál es el último libro que ha leído?
—Acabo de terminar Todos los colores de la oscuridad, de Charles Whitaker. Un libro que mezcla la narrativa decimonónica con la capacidad emocional del mejor Lehane. Una pasada.
—¿Puede recomendar un libro clásico?
—Uno no muy antiguo pero que ya es un clásico, y no tan conocido: El gran desierto, de James Ellroy (1988)
—¿Y uno actual?
—Esas mujeres, de Ivy Pochoda.
—¿Qué libro no ha podido acabar?
—Además de escritor, soy crítico especializado en novela negra. Por trabajo tengo que leer muchos. Cada año empiezo alguno que no me puedo acabar o que no me merece la pena. Me ahorraré nombres.
—¿Puede recitar de memoria un poema?
—Qué va. Soy malísimo para eso.
—¿Cuál es la canción más hermosa del mundo?
—No será la más hermosa, pero es la que más me emociona: “Take Me Somewhere Nice” de Mogwai.
—¿Puede decirnos una heroína y un héroe —literarios o cinematográficos— imprescindibles?
—Petra Delicado es mi heroína por excelencia. Y como héroe elegiré a Rick Deckard, de Blade Runner.
—¿Y un personaje malvado que le fascine?
—El coleccionista, de la serie de Charlie Parker escrita por John Connolly. Y no puedo resistirme, hacer trampas y poner otro: Thomas Ripley.
—¿Tiene una editorial y una librería preferidas?
—Diría Salamandra, pero si no entra en concurso me decanto por la francesa Folio. Y tengo dos librerías, aquí sí que no puedo elegir: Intempestivos en Segovia, y Cervantes y Cia en Madrid.
—¿Cuántos libros hay en su biblioteca? ¿Qué porcentaje, aproximadamente, ha leído?
—Estoy en plena renovación, que siempre implica deshacerse de cosas, pero calculo que más de 1.000. Habré leído la mitad.
—¿Con qué libro se ha emocionado más? ¿Ha llorado tras la lectura de alguno?
—La literatura es emoción y me cuesta elegir uno. Mystic River me tocó mucho, por ejemplo. He llorado al final de unas cuantas páginas, sí. Alguna vez hace poco.
—¿Se ha excitado alguna vez leyendo? Si es así, ¿con qué libro?
—No es mi estilo.
—¿Cuál es el rasgo principal de su carácter?
—Perseverancia.
—¿Y su principal defecto?
—Rigidez.
—¿Qué aprecia más de sus amigos?
—Lealtad.
—¿Cuál es su ocupación preferida?
—¿Aparte de escribir y leer? Cocinar.
—¿Y su sueño de felicidad?
—Estar en casa con mi familia cocinando, escribiendo y leyendo.
—¿Cuál es el estado actual de su espíritu?
—Mi espíritu está en plena forma.
—¿Qué detesta más?
—La deslealtad.
—¿Qué faltas le inspiran la mayor indulgencia?
—A las que nos llevan los pequeños vicios.
—Ojalá que no tenga que ir nunca a una isla desierta, pero si así fuera, ¿qué libro se llevaría?
—La Biblia.
—¿Y a qué persona?
—A Mercedes.
—Si todas sus respuestas han sido sinceras, diga ahora una mentira.
—No me gustan los cuestionarios.
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Autor: Juan Carlos Galindo. Título: Muerte privada. Editorial: Salamandra. Venta: Todostuslibros.
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