La ley de la calle, en sus comienzos llamado Crónica en negro, fue un programa mítico de RNE que durante varios años, desde finales de los 80 a mediados de los 90, los viernes por la noche, concitó una enorme expectación, con elevados niveles de audiencia que le hicieron ganar, entre otros galardones, un prestigioso premio Ondas.
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Este programa, emitido el 15 de julio de 1989, incluye un reportaje sobre la heroína; el jaco, el caballo. En este episodio el protagonista es el Tío José, el rey de Pan Bendito y varios etcéteras más, un traficante con más conchas que los galápagos, al que descubrieron en su piso de protección oficial más de ochenta millones de las antiguas pesetas, alhajas y abrigos de pieles.
Que se puedan descargar los audios, por favor.
Los suburbios de las grandes ciudades en donde viven millones de personas que no son ricas, principalmente jóvenes que caen en la desgracia de las drogas, que es un negocio tan enorme y abrumador que compra a policías, políticos y jueces.
Estos deshilachados barrios, en donde durante la noche y también durante el día, morir es tan frecuente como ir a comprar pan, el desgraciado problema se acrecienta. Este programa español radiofónico del año 1989, si se realizara hoy, seguramente estas situaciones aumentarían exponencialmente.
La vida de los pobladores de estos lugares, con seguridad, no es ni será placentera, estas mujeres y hombres deben vivir con ciertos códigos distantes de una situación ciudadana normal. El poder en estos barrios pasa por otro lado, aquí reina la ley de la selva. Pensar en un porvenir luminoso, para ellos no existe, se enfrentan todos los días a un mar embravecido subidos a una balsa improvisada.
Para ese puñado de malos a los que se refieren, yo soy partidario de la prisión perpetua, con trabajo para sustentar sus vidas; el que no cuida sus gallinas y su quinta, se muere, pero de hambre, sin contemplación.
Esto jamás ocurrirá, el mundo está hoy mismo en manos de mentes locas, que tienen la facultad de dormir, sabiendo que por sus decisiones, cuando se despiertan por las mañanas, han muerto miles de mujeres y niños.
Nuestro mundo parece que se dirige a un abismo del que no se sabe aún si tiene fondo.
Cordial saludo