Inicio > Libros > Narrativa > Coraje, silencio y olvido

Coraje, silencio y olvido

Coraje, silencio y olvido

Esta novela cuenta la historia de una muchacha que, a principios del siglo XX, se muda a la capital esperando conocer una vida más fascinante que la que llevaba hasta ese momento en el pueblo. No tardará en descubrir que la realidad es mucho más cruda de lo que había imaginado.

En este making of Mayte Magdalena desvela el origen de su novela Zapatos de lluvia (NdeNovela).

***

Cuando era una niña envidiaba a mis compañeras que pasaban las vacaciones en el pueblo con sus abuelos. Yo no tenía pueblo y mi única abuela era una señora que de tierna y amorosa tenía muy poco. Siempre vestida de negro, jamás hablaba de ese pasado que la había condenado a las tinieblas de aquel color.

Recuerdo sus rosquillas que, invariablemente, hacía el día de Santa Teresa en honor a su madre, pero esa es quizás la mejor remembranza que guardo de ella, el aroma a anisitos, la masa golpeando en la mesa de formica amarilla, el batir de la clara azucarada del huevo para dejarlas a punto de nieve. Y mientras tanto, mi hermano ideando un plan para robarlas desde la ventana del baño. Poco más de aquella mujer.

"Cuando eres una niña y escuchas a tus padres hablar de su niñez como si fueran aventuras no te paras a pensar, sólo te ríes, comentas, desconfías incluso de que aquello sea verdad"

Mi madre, siempre habladora, dejaba caer retazos de su familia, nos contaba anécdotas de su infancia. Mi madre. Esa niña que no conoció a su padre, que fue desterrada, que dejó las calles de Madrid y se mimetizó con los campos castellanos. Una mujer que sabía de asados de cordero, de aperos de labranza, de fases de la siembra, que hablaba con refranes y le preocupaba sobremanera el qué dirán. Una madre lejos de la suya que luchaba por un afecto que apenas conoció.

Y cuando eres una niña y escuchas a tus padres hablar de su niñez como si fueran aventuras no te paras a pensar, sólo te ríes, comentas, desconfías incluso de que aquello sea verdad.

"Cuando crees que puedes ir sacando la cabeza para respirar, una mano oscura te aferra de los pelos y vuelve a sumergirte, y así una vez tras otra"

“Había mucha hambre en Madrid. La abuela tenía gallinas escondidas en el patio para que nadie las requisara y hacía estraperlo con los huevos, que se valoraban mucho. Sabía que si la pillaban pasaría unos días en la cárcel, pero había que comer y dar de comer a los hijos”. Y mis hermanos y yo, después de abrir los ojos como platos, nos reíamos, no del hambre que no conocíamos, sino de imaginar a mi abuela, a aquella señora, haciendo algo ilegal como en las películas.

Sin embargo, cuando tú misma te conviertes en adulta empiezas a percibir aquellas historias de una manera muy diferente, y llegan las preguntas, las dudas, las dificultades para encontrar tus raíces. Y descubres que escribir te salva.

Después llegan momentos en la vida en los que el azar se hace un lío, se confunde, se desequilibra y te alcanzan los días duros. Y cuando crees que puedes ir sacando la cabeza para respirar, una mano oscura te aferra de los pelos y vuelve a sumergirte, y así una vez tras otra. Y parece que nunca volverás a caminar erguida, que jamás conseguirás despojarte del miedo que confunde tus horas, que la luz del sol de la ilusión no te volverá a alumbrar.

Y es entonces cuando necesitas reencontrarte contigo misma y, de nuevo, escribir te salva.

"Me sumergí en conocer aquella época, en leer, en hablar y reflexionar y llegué a la conclusión de que la historia de Paola estaría compuesta de muchas Paolas"

Y empiezas por reconciliarte con un pasado desconocido y aún lejano reconstruyendo la historia de tu abuela, de Paula, de Paola. Sin embargo, tienes tan poco… pero sigues, escarbas, buscas, reconstruyes y te das cuenta de que tal vez fuiste un poco injusta —cada uno arrastra la vida como puede—, reconoces los traumas y te asombras de cómo pudieron seguir, de lo que vivieron, de todo lo que les faltó, del sufrimiento. Y con esos retazos de vida que pude atesorar comencé a fraguar un relato, un relato que se convirtió en esta novela, en Zapatos de lluvia.

Apenas quedaban personas con las que hablar, pero sus labios tenían tanto que contar, había tantas penurias, tantos recuerdos, tantas vidas, tantos olvidos, tantos vacíos… Me sumergí en conocer aquella época, en leer, en hablar y reflexionar y llegué a la conclusión de que la historia de Paola estaría compuesta de muchas Paolas, que recompondría la figura de mi abuela no sólo con lo que sabía de ella, sino con muchos retazos de otras vidas, con muchos recuerdos, con muchas pequeñas memorias que compondrían un homenaje al coraje, a la resiliencia y a la fuerza de tantas y tantas mujeres que, olvidadas por el tiempo, no se atrevieron a contar su historia.

Zapatos de lluvia es, en esencia, todo este remolino de pasados y presente, un rescatar del olvido la tragedia, de no olvidarla, con la frágil esperanza de que seamos capaces, algún día, de evitar caer de nuevo en ese abismo absurdo de rencores, tristeza y miedo.

—————————————

Autora: Mayte Magdalena. Título: Zapatos de lluvia. Editorial: NdeNovela. Venta: Todos tus libros.

4.7/5 (3 Puntuaciones. Valora este artículo, por favor)
Notificar por email
Notificar de
guest

0 Comentarios
Feedbacks en línea
Ver todos los comentarios
reCaptcha Error: grecaptcha is not defined
  • El hombre que siempre reía

    /
    marzo 20, 2025
    /

    Era simpático hasta el disparate, de esos seres humanos a los que la naturaleza creó para que susciten alegría en torno a ellos: sonrisas, carcajadas y bienestar. Su bondad era divertidamente contagiosa, despertando en cuantos se cruzaban con él la necesidad instintiva de que los elevara a la ilustre categoría de amigos suyos.

  • Viajar es una brutalidad

    /
    marzo 20, 2025
    /

    Martínez Llorca estructura su reflexión en torno al movimiento en veinticuatro capítulos. Los dos primeros se constituyen en una afirmación y un prólogo. Capítulos desiguales en extensión y en interés. Así, por ejemplo, el primero destapa una crítica velada al torrente turístico que originan las turbamultas de ciudadanos que deambulan por el mundo “buscando lo pintoresco” atraídos y cegados por lo típico y lo extravagante de los lugares y sitios que visitan, habitan y, permítanme la bajada de registro, defecan. Esta persecución les impide deambular sin rumbo fijo, como hacían los verdaderos musungus o vagabundos que iban por el mundo…

    Leer más

  • El presidente, un cuento de David Mendoza

    /
    marzo 20, 2025
    /

    Imagen de portada: ‘Office In a Small Town’, de Edward Hopper (1953). Tratar de transmitir la verdad con la verdad es una tarea casi imposible. Inventar y entramar una cadena de ficciones para acercarnos a una verdad es algo mucho más humano. En la Escuela de Imaginadores siempre hemos creído en la ficción como instrumento para conocer el auténtico funcionamiento del mundo. Y nuestro relato del mes consigue crear, desde una perspectiva no necesariamente realista, una potente metáfora de situación que resultará reveladora para la mayoría de los lectores. El imaginador David Mendoza (Madrid, 1973), afincado en la costa malagueña…

    Leer más

  • Poesía del asco

    /
    marzo 20, 2025
    /

    Sin embargo, para dejar las cosas claras desde el principio y que nadie se pueda llamar a engaño, la obra de Ginés Sánchez es mucho más que esa simple estampa musical, vivaracha y festiva. Justo al inicio, tras las dos citas iniciales, una de la húngara Agota Kristof, y la otra de Norma Jean Mortenson, que no es otra que la Marilyn Monroe de nuestros sueños y de nuestros pecados, alguien pregunta si todo en la vida tiene que ver con las cosas que pasaron en la infancia. Un buen punto de partida para intentar resolver, sin necesidad de llegar…

    Leer más