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¿Existe una copia idéntica a ti en algún universo paralelo? (parte III)

¿Existe una copia idéntica a ti en algún universo paralelo? (parte III)

Buscando tu doble en algún universo paralelo iniciamos un viaje que arrancaba de la Teoría de la Inflación. Esta teoría predice la existencia de una sustancia desconocida, inflacionaria que no se diluye y que se expande eternamente, duplicándose en tamaño cada fracción de segundo. Transcurrido su ciclo de vida, una parte minúscula de esta materia decae, “explota” (Big Bang) y crea un universo. Esto sucede infinitas veces a lo largo del eterno proceso inflacionario, de manera que existe un número infinito de universos.

Finalizábamos la anterior entrega comentando el destino al que nos había llevado nuestro viaje:

Para encontrar en otro lugar una réplica exacta tuya, tendríamos que:

  • Seleccionar, entre los infinitos universos que existen, aquellos que sean del mismo “modelo” que el nuestro, es decir, los que juegan con las mismas leyes físicas.
  • En el subconjunto seleccionado encontrar uno que cumpla con todos nuestros requisitos, lo que se daría con una probabilidad de uno entre un número astronómico de casos, 10n (siendo n = 10124).

Dejábamos en este punto dos preguntas para el lector:

¿Crees que puede razonablemente existir alguna copia tuya en algún universo paralelo? Si respondes afirmativamente, dinos cuántas.

¿Tienes ya tu respuesta?

Es bastante obvio, ¿verdad?: Existen infinitas copias idénticas de ti y con tu misma historia en infinitos universos paralelos.

¿Cómo? ¿No te resulta evidente esta conclusión? Déjame que te lo explique.

Si aceptamos que existen infinitos universos, forzosamente tienen que existir infinitas copias de ti.

Imagínate que jugando a la lotería nos toca un premio cada mil intentos. Si jugáramos mil veces sería de esperar que nos tocara al menos una vez; si jugáramos un millón de veces tendríamos mil premios; si jugáramos infinitas veces seríamos agraciados con infinitos premios. Una mínima parte de infinito es también infinito. Así funciona este raro número.

 

El infinito, ese extraño concepto

 

En un experimento que se repitiera infinitas veces, cualquier resultado posible, por muy improbable que sea, se obtendría infinitas veces. En conclusión, si aceptas como válida la Teoría de la Inflación, no te queda más remedio que aceptar también que existen infinitas copias tuyas, con tu misma historia, en universos paralelos.

Si eres escéptico, en este punto me argumentarás en contra de la Teoría de la Inflación, porque es cierto que hasta ahora no he aportado muchas evidencias científicas que la avalen.

"En su día, Einstein predijo la existencia de agujeros negros, cosa que no pudo demostrarse hasta años después. Una teoría debería aceptarse completamente o desecharse."

A este respecto hay que decir que esta teoría ha sido ya adoptada por la comunidad científica como parte del modelo cosmológico estándar de la creación del universo (el modelo del “Big Bang”). Además, ha sido capaz de predecir fenómenos observados en nuestro universo por las sondas espaciales a los que nadie había dado explicación: la expansión que está experimentando, su geometría plana, la uniformidad y homogeneidad física de regiones que nunca han podido estar en contacto puesto que están separadas por distancias que ni la luz ha tenido tiempo de recorrer en su tiempo de vida, etc.

La existencia de infinitos universos no es una teoría en sí misma, sino que es una consecuencia más de una teoría que ha sido validada ya por predicciones contrastadas por la  propia observación.

Aun así, entiendo que a los escépticos les resulte difícil aceptar términos que suenan a “eterno” o “infinito”. Seguramente alguien se verá tentado a decir: “Vale, acepto esta teoría en la parte que ha podido ser observada, pero no en el resto”. Esto es como decirle a Einstein que nos convence su Teoría de la Relatividad, pero solo lo verificable empíricamente. En su día, Einstein predijo la existencia de agujeros negros, cosa que no pudo demostrarse hasta años después. Una teoría debería aceptarse completamente o desecharse.

Es cierto que la idea de la eternidad encaja bastante mal en nuestras mentes. Sin embargo, si como dice la Teoría de la Inflación todo parte de una “gota” de sustancia que no se diluye y que se expande, las ecuaciones de Einstein demostrarían que esta “gota” podría expandirse eternamente. Esto supone, cuanto menos, una evidencia matemática del concepto “eterno”.

Abundando en lo mismo, la práctica totalidad de los modelos de inflación que han sido analizados por investigadores de todo el mundo han conducido a resultados que predicen una inflación eterna.

Aun así, todo esto resulta difícil de creer porque no tenemos nada tangible a nuestro alrededor que suene a eterno. Bueno, digamos que al menos en apariencia.

El proceso de reproducción celular, la transmisión del ADN, es en sí mismo un proceso eterno. Las células se reproducen en un individuo, este individuo procrea y da lugar al reinicio del proceso. Si no hubiera ningún factor externo que lo detuviera, este proceso, tal como está diseñado sería eterno. ¿Por qué no pensar en la Inflación en los mismos términos?

La escalera eterna

La otra idea que nos genera cierto recelo es la del infinito. Este es un término muy socorrido al que recurren matemáticos y físicos cuando no saben explicar algo.

Tampoco vemos algo tangible a nuestro alrededor que parezca infinito. Nada hace sospechar, sobre la base de alguna base científica, la existencia del infinito. ¿Estamos seguros de lo que decimos?

"Pero sabiendo que por cada ser humano en este mundo hay cientos de millones de insectos, ¿por qué no he nacido insecto en lugar de ser humano?"

Recordemos el cúmulo de casualidades, las coincidencias “astrales”, que han tenido que darse para que yo esté hoy aquí, escribiendo este artículo. La materia, el universo en su conjunto existe porque la masa de las partículas, la fuerza electromagnética, las leyes físicas que han permitido la formación de galaxias, etc.  tienen todos ellos un ajuste milimétrico y este ajuste ha coincidido además a la vez en todos ellos. Por si fuera poco, esta extrema causalidad se superpone en tiempo y espacio a la tremenda cadena de casualidades que hacen de la Tierra un planeta habitable: la masa exacta del Sol, el tamaño preciso de la Luna, Júpiter, etc.

La posibilidad de que este cúmulo de coincidencias se dé no cabe en nuestra mente. Solo hay dos posibles explicaciones: un Ser superior ha diseñado todo con tiralíneas o somos el fruto de infinitas repeticiones de un mismo experimento. Que cada cual saque sus propias conclusiones.

El espejo infinito

Parece que todo se decanta del lado de la Inflación, pero, señor escéptico, no bajes la guardia. Cuando se juega con probabilidades los resultados pueden ser muy engañosos. Yo tenía un profesor que con frecuencia repetía: “Los números, debidamente torturados, acaban por decir lo que queremos que digan”.

Argumentábamos que si la lotería me toca en cada mil intentos, lo esperado es que jugando mil veces me toque una de ellas. Esto es verdad, pero sabiendo que por cada ser humano en este mundo hay cientos de millones de insectos, ¿por qué no he nacido insecto en lugar de ser humano? En fin, lo dicho, que cada cual saque sus propias conclusiones.

Aquí no acaba todo. En la próxima entrega seguiremos explorando teorías alternativas que predicen también la existencia de réplicas tuyas en otros universos alternativos.

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