Diario de aborto recoge textos de Juan Soto Ivars que arden en las redes de Facebook.
TOLERANCIA. SOMOS MUY CULTOS Y MUY EDUCADOS, COMO TE METAS CON MOBY DICK TE RAJAMOS EL CUELLO.
PARECIDOS RAZONABLES. Poco se ha comentado el lifting que se ha hecho Bill Gates antes de meterse en ERC.
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CAMBIAN LAS PALABRAS. En Arden las redes me pregunto, un poco retóricamente, qué pasaría si un gobernante de extrema derecha aplicase el mismo tipo de corrección política que usan los demócratas, y Trump acaba de responder a la pregunta. Su administración ha prohibido al Centro de Control de Enfermedades que use en sus informes palabras como «feto», «diversidad», «transgénero» o la expresión «basado en datos científicos».
Y me alegro. Espero que esta mierda de decisión sacuda un poco el pensamiento de la izquierda. No son las primeras correcciones de la derecha, por cierto. La lista es larga. Las criadas son «camareras de piso», los porteros son «empleados de finca urbana», los policías son «agentes de movilidad» o «miembros de los cuerpos de seguridad del Estado», los barrenderos son «operarios municipales de limpieza» y los que reparten folletos por la calle son «relaciones públicas». A los aprendices se les llama «trabajadores en prácticas», el temporero y el bracero son «trabajadores con contrato ocasional», el jefe prefiere que le llamen «CEO» o «líder», y ya no se da una patada en el culo a un trabajador, sino que «termina su relación laboral con la empresa». Tampoco hay recortes, sino que hay «ajustes presupuestarios», ni despidos masivos sino «reestructuración empresarial» y «expedientes de regulación de empleo». No se usa dinero público para tapar los agujeros provocados por una casta de banqueros negligentes: se pide un préstamo a nuestros socios internacionales, dada nuestra necesidad de sanear el sector bancario. Los republicanos lograron cambiar el «calentamiento global» por el más neutro «cambio climático»; y a la crisis se la llama «desaceleración». Palabras que pocos hablantes usan para referirse a su puta situación. Cambiar palabras por imposición de arriba abajo es un círculo vicioso, una estupidez, un intento burdo de cambiar la mentalidad que no evitó que un racista, machista y gilipollas como Trump ganase las elecciones. El lenguaje cambia siempre desde abajo. La sociedad cambia su mentalidad lentamente, y lentamente cambian las palabras de uso.
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POLÍTICA CUÁNTICA. Mirad qué maravilla de la política cuántica nos ha dejado hoy la ANC. Esto que os traduzco al castellano es parte de un comunicado que han enviado esta tarde: «Dado que ni presidente ni el Gobierno legítimos de Cataluña han terminado su legislatura ni ha dimitido voluntariamente, después del 21D la ANC reconocerá únicamente al presidente surgido de las urnas del 27S de 2015 y el gobierno que éste designe. En otras palabras, la ANC sólo reconocerá aquel gobierno formado por fuerzas independentistas, abierto al apoyo de otras candidaturas que apoyen al proyecto de implementar la República Catalana. Sólo de este modo se anulará la acción ilegítima e ilegal que el artículo 155 ha producido a las instituciones catalanas. No aceptaremos en ningún caso que, en la gestión posterior, formen parte del Gobierno de Cataluña aquellos que, activa o pasivamente, han apoyado la aplicación del 155″. Y luego se les llena la boca con la palabra democracia.
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FIRMANDO CONTRATOS. Hoy he firmado dos contratos, qué maravilla es firmar contratos. El primero es el de mi próxima novela, que es una puta monstruosidad que me ha torturado durante muchos años, y que sacará en primavera la editorial Candaya. La empecé a escribir en 2008, nada más terminar Siberia, que yo creo que es mi mejor libro, aunque eso no lo podréis comprobar muchos porque cerró la editorial. La terminé definitivamente este verano, y sí, es un poco Siberia, aunque ya me diréis. El segundo contrato es el de la traducción al polaco de mi libro para niños, y ni yo ni vosotros podremos comprobar qué tal está, porque el polaco es un idioma muy bonito pero que no se parece nada al valenciano. Total, que estoy satisfecho y lleno de dudas.
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DOBLE RASERO. Han asesinado a un hombre tras una conversación que empieza porque el tipo lleva unos tirantes con la bandera de España, y un cómico ha llamado puta a una política en un ripio de Twitter, con la consiguiente polémica. Me está costando mucho encontrar protesta por el asesinato en los perfiles que permanecían en alerta y escándalo constantes por la actividad de las bandas fachas. Me está costando mucho encontrar furia por el insulto machista en perfiles de permanente vigilancia feminista, que sí dedican muchísimos tuits a que Pérez-Reverte llamó inculta a Colau. Se da la circunstancia de que el hombre asesinado era de derechas y la política de Ciudadanos. Ya es navidad en el doble rasero de los pajilleros de la indignación.
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SÍNDROME BOADELLA. Aquí os dejo lo de hoy. Hace unos días, comiendo con Isabel Coixet, me contaba ella las atrocidades que le han hecho últimamente (insultarla en la calle, montarle un escrache debajo de su ventana, etc). Estaba furiosa y agobiada. De pronto, sin pensar, le dije que tuviera cuidado con el síndrome Boadella. Coixet entendió en seguida a qué me refería. He pensado mucho en ello. Aquí os cuento en qué consiste. Creo que voy a escribir pocos artículos mejores que este sobre las consecuencias del Procés. Creo también que mucha gente no lo va a entender, porque ya padecen un síndrome Boadella agudo. Y como siempre, os agradezco mucho que lo compartáis si os gusta.
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HUMOR. Me encantan las viñetas de Ferran Martín.
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