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Arturo Pérez-Reverte: «A mí no me gusta escribir, me gusta imaginar historias»

Arturo Pérez-Reverte: «A mí no me gusta escribir, me gusta imaginar historias»

Hugo Alconada Mon conversa con Arturo Pérez-Reverte dentro del ciclo de entrevistas en vídeo 99% La disciplina del éxito, del periódico La Nación. Reproducimos un fragmento de ese diálogo. 

Gabriel García Márquez, una vez que le preguntaron qué sentía frente a la página en blanco, dijo que le daba ganas de vomitar. Hasta que cierta vez leyó el consejo de Hemingway: hay que escribir y escribir sin pausa, hasta que el autor sienta que lo hace como si alguien le está dictando ese texto al oído y la escritura fluye sin esfuerzo. Los más grandes autores han develado sus estrategias a la hora de escribir. Arturo Pérez-Reverte (Cartagena, España, 1951), el formidable autor de Alatriste que acaba de publicar Eva, traza mapas de sus historias, colecciona nombres para sus personajes y se toma muy en serio la investigación. Ahora, abre el arcón donde guarda celosamente su método para alcanzar la excelencia.

"El mejor amigo del escritor, después de la papelera, es el marcador para tachar líneas"

P -Cuando usted no está promocionando un libro suyo, ¿cómo es un día habitual de trabajo?

R -Me levanto temprano, a las siete y media, más o menos, hago ejercicio, nado un poco, corro, camino, saco a los perros. Después me doy una ducha y a las ocho y media he desayunado y a las nueve estoy trabajando ya. Trabajo toda la mañana, hago una pausa a media mañana, quizá. De vez en cuando me tomo una aspirina. Y a mediodía termino. Como. Por la tarde repaso lo que escribo por la mañana. Le hago una primera corrección. Y luego, leo. Eso cuando estoy en Madrid. Leo o veo películas, esa es mi rutina diaria.

-¿Escribe a mano?

R -Escribo en ordenador, pero corrijo a mano. En el papel hago una lectura corrigiendo con pluma estilográfica. Corrijo y vuelvo a meter en el ordenador. Doy varias pasadas. Hasta que creo que el contenido es suficiente.

-¿Cuánto del primer borrador ve la luz en las librerías?

R -Dos tercios. Del resto elimino mucho. El mejor amigo del escritor, después de la papelera, es el marcador para tachar líneas. Tras escribir un párrafo de diez o quince líneas, si puedo eliminar una o dos, las quito sin compasión. Es duro, a veces esas líneas han llevado hora y media de trabajo. Pero hay una cosa que se desarrolla con los años… Llevo treinta escribiendo novelas. Uno tiene instintos narrativos. Se da cuenta…

– Si funciona.

R -Si funciona o no. A veces hay problemas técnicos serios. Cuando era joven pensaba que el español era una lengua formidable. Lo es, sin duda. Pero yo pensaba que tenía soluciones para todo. A veces estoy con un párrafo y en un momento me doy cuenta de que no hay recursos estilísticos adecuados para resolverlo. A lo mejor tengo que repetir tres veces el verbo haber. No tengo otra solución. O debo meter dos gerundios seguidos o cerca. Uno debe decidir entre el estilo y la eficacia. Y siempre me inclino por la eficacia. Incluso, hay veces que creo que soy más eficaz si vulnero la forma, el estilo; prefiero mantener la eficacia y transgredir un poco el reglamento.

"Cada novela es un desafío estilístico diferente"

-¿ La reina del sur conllevó el esfuerzo adicional de escribir con modismos mexicanos?

R -Sí, pero fue un placer adicional, un experimento interesante. Viví algún tiempo en Sinaloa, en el norte, con mi amigo el escritor Elmer Mendoza, experto en el habla norteña. Caminaba con un bloc de notas, cada cosa que escuchaba la apuntaba. ¿Oye, qué significa? Lo anotaba. Me hice un glosario personal. Ahí hay un poco, no de arrogancia, pero sí de chulería, como decimos en España, un poco de desafío de autor. A ver si soy capaz de contar una novela en mexicano, que funcione para los mexicanos. Fue un desafío duro, porque el estilo mexicano, el habla, la jerga… También me pasó con Alatriste, llevar el habla del siglo XVII al actual, que se pueda entender sin ser arcaico ni anacrónico. Cada novela es un desafío estilístico diferente.

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La entrevista completa está disponible en este enlace y el vídeo en este otro.

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