Alonso de Contreras es uno de esos personajes que únicamente aquella España podía parir. Pobre como las ratas, sabía que sólo se tenía a sí mismo para prosperar y reunió todo lo que de valiente puede tener aquel que no tiene más que su valentía para alejarse de un destino miserable que estaba dispuesto a trocar a toda costa. Y vaya si lo consiguió.
Su vida, labrada a golpe de esfuerzo, talento, fortuna y agallas nos la contó él mismo en una suerte de memorias escritas de un tirón sin pretensiones y al grano: palabras de un soldado a golpe de jineta que recuerda sin más estridencias que las del retumbar de los cañones; sin más adornos que los de la natural crueldad del que sabe porque ha visto mucho y ha vivido con la muerte sentada en el hombro. Tan aterradora como emocionante, tan didáctica como aleccionadora, la lectura de “Vida de este Capitán” sigue resultando utilísima para conocer lo que somos sabiendo lo que fuimos. Como diría el escritor Arturo Pérez-Reverte en el prólogo de una de las mejores ediciones de este libro publicado por Javier Marías en su sello editorial Reino de Redonda:
“Ninguna aurora de rosáceos dedos, onda azul o espuma nacarada mejoraría su relato breve y simple de un abordaje sangriento al amanecer, del yantar compartido durante una tregua con el turco que mañana será de nuevo enemigo, del lance a cuchilladas en un callejón oscuro”
Una vida así debe ser mostrada a cada nueva generación de españoles para que ellos también puedan entender de dónde vienen y quiénes son. Los héroes de esta época constituyen, en tiempos de orfandad, una primera necesidad y su conocimiento siempre va enlazado a la recuperación de un fragmento de la memoria de nuestro fascinante pasado haciendo parada y fonda (quizás un poco más prolongada de lo que actualmente se suele hacer en las escuelas), en el Siglo de Oro, cuando desde Nápoles a México, en el Imperio Español nunca se ponía el sol.
En esa necesaria, ardua tarea juega un papel importantísimo Desperta Ferro, que como ellos mismos nos explican son una editorial independiente fundada en 2010 por tres historiadores que a día de hoy ya es un referente en la alta divulgación en Historia, merced a la combinación de números monográficos con textos escritos ex profeso por especialistas, generalmente académicos, y un aparato gráfico innovador y sobresaliente.
En 2015, con apenas cinco años de vida, la labor de Desperta Ferro Editorial se vio recompensada muy justamente con el premio Hislibris honorífico, y en 2018 con otros dos premios: premio Hislibris a la mejor labor editorial y al mejor ensayo histórico por La tierra llora. La amarga historia de las Guerras Indias por la Conquista del Oeste, de Peter Cozzens.
Hace apenas unos días están celebrando un nuevo éxito. Se trata de la publicación de la Vida de Alonso de Contreras en la versión de El Fisgón Histórico. El encuentro no ha podido ser más fructífero.
Para sus lectores curiosos, los Desperta Ferro cuentan el detallado, complejo trabajo de creación de este álbum desde el origen, que no es otro que la documentación, pues en un libro así las ilustraciones habían de ser fieles a la realidad histórica. Para ello combinaron un trabajo exhaustivo con el entusiasmo por la historia y su representación de Juan de Aragón, El Fisgón Histórico. Para recrear el aspecto de los personajes y de los lugares por donde transcurren los lances de Alonso de Contreras repasaron las publicaciones dedicadas en la editorial a los Tercios y a sus batallas. Así, para la guerra naval en el Mediterráneo contra turcos y berberiscos se sirvieron de Lepanto o del especial dedicado a los Tercios en el norte de África; para los recuerdos del veterano que combatió en Empel y en Doullens a los números dedicados a la Guerra de Flandes, a los especiales sobre los Tercios en los siglos XVI y XVII o al magnífico De Pavía a Rocroi de Julio Albi y también el número de Arqueología e Historia dedicado a los pícaros en el Siglo de Oro, pues Alonso de Contreras tiene mucho de pícaro, siendo muy útil para recrear el ambiente de taberna y naipes que tanto le gustaba.
Después vino el trabajo de campo: en primer lugar, El Fisgón Histórico (Juan Aragón) y Alberto Pérez se reunieron para, a partir del guion, concebir cada página del cómic, decidiendo qué mirar en las viñetas:
«A partir de ahí entró el genio del Fisgón, que hizo una primera aproximación en lápiz, base para el boceto digital. Este se fue puliendo y acabó en un limpio dibujo, donde ya se apreciaban los detalles de rostros, objetos o paisajes. Y aquí no hay que puntualizar solo la fidelidad de los detalles al registro arqueológico e iconográfico, sino la fuerza que Juan da a los personajes, con gestos y posturas a cual más expresivo, y que nos permite empatizar con ellos. A esto se suma el coloreado, con esa paleta suya tan característica que otorga una vivacidad brutal a las escenas. Por último, se rotuló, dando voz a cada soldado español que salía del pincel (¡digital!) del Fisgón»
Finalmente, destacar el lenguaje, contextualizado con precisión para crear un ambiente de Mediterráneo, puertos, soldados, bravucones, piratas y tabernas. Ese “habla de un bravo del Siglo XVII” ha sido deslizado con talento en los diálogos de los personajes cuidando de atender cualquier duda con una imprescindible nota a pie de página.
Todo lo anterior hace que Alonso de Contreras, soldado de los Tercios, sea un libro riguroso, divertido y muy valioso, por lo que dejen de comportarse, voto a bríos, como unos badulaques, tragavirotes, zascandiles, cagalindes, julais, carcundas o haraganes y léanlo cuanto antes.
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Autor: Alberto Pérez Rubio. Ilustraciones: El Fisgón Histórico. Título: Alonso de Contreras, soldado de los Tercios. Editorial: Desperta Ferro. Venta: Amazon, Fnac y Casa del libro
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