Cuando en España reinaban minifalda, canción protesta y cómic alternativo

Gassió, periodista y fotógrafo inquieto, que atesora haber pasado por cuarenta publicaciones, algunas de ellas de la relevancia de Interviú, Lib, El Jueves, Ajoblanco o El Periódico, piensa que los 70 fueron «unos años que marcaron un antes y un después, no sólo en la política»

El autor planteó al editor de Arzalia un libro sobre los 70, porque «se ha hablado y publicado mucho de los 60 y bastante de los 80, pero los 70, que es una época fundamental para la historia de este país, ha quedado como ceñida solo a la parte política, que es la transición, trascendental, pero no lo único».

Gassió considera que la década de los años 70, el tiempo que transcurre entre Mayo del 68 y el fatídico 1981, cuando se produce el golpe de estado del 23-F, «ese período en el que España pasó la edad del pavo, ha quedado si no olvidada, sí poco iluminada».

Argumenta que «la coyuntura política actual tampoco ayuda a recuperar la memoria de aquella época, porque muchas de las cosas que se hicieron entonces no se completaron y ahora pagamos las consecuencias». A eso suma que «muchos de los estandartes de la progresía de entonces cayeron en el tema de la droga y muchos de ellos desaparecieron» y en este punto menciona a su amigo Pau Maragall, «epicentro de aquel grupo de burgueses antisistema».

Para explicar la importancia de la década de los 70, Gassió subraya que «continuó el gran cambio social que se había iniciado en el tardofranquismo. Estaban muy presentes el movimiento hippie de California, el Mayo de 68, especialmente en Barcelona, donde nació una progresía antisistema, que se plasmó en el mundo del cómic, con Nazario, Mariscal, Montesol; en la radio, y eso acabó condensando en la Movida madrileña ya al final de la década».

La llegada masiva de turistas propició la proliferación de discotecas como Tiffany’s, Maddox, Revolution o Pachá en las costas españolas, provistas de atronadores equipos de sonido e iluminación vanguardista y en la que aparecieron dos figuras novedosas: el disc jockey profesional y la gogó girl. En esas discotecas, recuerda Gassió, tomaron forma «frases vergonzantes» como «¿Estudias o trabajas?», «¿Cuál es tu signo del zodíaco?» o «¿Bailas?».

En la música, los 70 fueron los de la popularización de los casetes, las cintas con las que las discográficas lanzaban simultáneamente sus novedades al mismo tiempo que en vinilo, y también donde todos grababan su música preferida antes de que existiera la piratería.

Entre las 1.300 fotografías que reúne el libro figuran algunas de las que Gassió inmortalizó con su cámara en las fiestas en la comuna Miranda, las desinhibidas noches de El Molino, o en el nacimiento de los medios de comunicación democráticos. Fue también testigo de montajes periodísticos, entre ellos la famosa portada con Farrah Fawcett desnuda, «un fotomontaje hecho antes de que existiera Photoshop», revela.

Fotografió asimismo a la familia de Jordi Pujol en su hogar durante la jornada de reflexión en las primeras elecciones de la democracia en España cuando todavía los políticos compartían su intimidad con los periodistas.

Gassió ha confesado en declaraciones a Efe que todo empezó con la serie de televisión que dirigió, Los años del NODO, que le permitió «entrar en la historia de la vida cotidiana en España», y para la que contó con dos maestros como asesores históricos, los ya desaparecidos Rafael Abella y Gabriel Cardona. De aquella serie surgió el libro Los niños de Franco, que era la historia de los niños nacidos en los 50 y 60; y más recientemente Sahara español: Último reemplazo, fruto de su experiencia, pues le tocó hacer la mili en el reemplazo de 1974-75, justo el año en el que el Sahara dejó de ser una colonia española.