Padre serenísimo, de Luis Foronda

Luis Foronda, efectivamente, ha sido un temprano cultivador del cuento con mayúsculas, cuya maestría lo ha llevado a la traducción y edición al francés de algunos de ellos recientemente.

En Padre serenísimo el autor nos regala escenas valiosísimas de la reforma política de los años 70 —tras la finalización de la dictadura franquista— a través de la vida de su personaje capital, Simón Castellano, un maestro lúcido y liberal, que debe regresar al pasado para saldar una deuda moral contraída en esos tiempos difíciles, para descubrirnos un alma llena de dudas y contradicciones.

Como en una proyección en blanco, en sus páginas aparecen los GAL, se describen una culpa oculta que lleva al suicidio a uno de sus personajes principales, una búsqueda, y una historia de amor que confluyen en la conclusión de la novela en un final de vértigo. Muy buena novela que se lee con placer, porque su lenguaje es diáfano y natural, además de estar escrita con un estilo dúctil que llega al corazón del lector desde la primera página. Con pocos personajes, Padre serenísimo es un torrente negro de actuantes que buscan el perdón de sus culpas pasadas, como si de una maldición vital se tratara.

El actor del relato, Sixto, marca con su voz la historia, donde el tiempo narrativo no coincide con el cronológico y donde a veces resulta arduo escindir la realidad y la acción de la fantasía. Entre las líneas de esta novela rezuman, notablemente descritos, sentimientos como la soledad y la culpabilidad corrosiva de los personajes, que hilan conductualmente la novela.

Se advierte en el lenguaje del texto el realismo mágico propio del autor, como ocurre en sus cuentos, y que en Padre serenísimo emplea con meritoria pericia. Sorprende la crudeza de episodios de pederastia de un sacerdote que luego es promovido a obispo, los aberrantes latrocinios de recién nacidos, la oscuridad de los niños adoptados, una residencia militar siniestra y la insatisfacción del soldado suicida y del cura abusador y toxicómano. Generales y comandantes fascistas del postfranquismo aparecen en una fábula llena de símbolos, que nos conducen a una trama dramática y subyugante.

Galicia —Pontevedra— y Madrid son los escenarios escogidos por el autor, que los convierte en vívidos foros donde transcurren los hechos que se narran. Foronda nos ofrece una panoplia de personajes que hablan desde la actualidad, pero con voces pasadas. Proliferan los hechos fantasiosos, sobre todo al final de la novela, tan característicos de Luis Foronda, que retrata en Padre serenísimo una sociedad compleja y cambiante.

Foronda se vale de una investigación que abre heridas pasadas, que cristalizan en apasionadas reconstrucciones de una época crucial de nuestra reciente historia. Sus escenas calan hondo en el lector, pues rescata las voces impactantes de sus personajes en un momento oscuro de sus vidas. Realidad y ficción es el juego de la fabulación que emplea Luis Foronda de forma magistral. Editada por la Fundación Huerta de San Antonio, Padre serenísimo amontona en los pies de sus personajes todo aquello que abruma al ser humano, y que a veces llega a enterrarlo ante un peso insoportable.

No faltan los diálogos desbordantes y las atmósferas grises y cerradizas de los escenarios del fin de la Dictadura. La novela se lee con entusiasmo, porque el autor se ha volcado con toda la sapiencia de su estilo intimista y evocador.

Luis Foronda, en esta su segunda novela, nos demuestra que se puede reinventar una realidad reconocible de unos acontecimientos imprescindibles de la memoria colectiva española que ahora parecen fallidos inexplicablemente. Gran mérito el suyo.

Con libros como Padre serenísimo la novela no morirá nunca.

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Autor: Luis Foronda. Título: Padre serenísimo. Editorial: Fundación Huerta de san Antonio. Venta: TodostusLibros