Llevaba yo demasiado tiempo recluido en el XIX, pero quiso el mundo de los vivos que su ruido me trajera hasta aquí. El que he venido a contar en esta nueva entrega es de los mejores motivos para salir del sepulcro a darse una vuelta. El asunto tiene que ver con literatura, qué otra cosa si no me convocaría ante vosotros. Se oye por los pasillos de Cibeles que la nueva concejala de Cultura, Andrea Levy, prepara un programa que atienda el vacío literario que tiene Madrid.
Razón no le falta. Hay una Feria del Libro, es cierto, pero le compete a los libreros su organización, no al ayuntamiento. Existe, también, el Festival Eñe, pero es una iniciativa de La Fábrica. No existe un evento literario expresamente organizado por el gobierno local, de ahí que la nueva concejala de Cultura se plantee la creación de una Bienal literaria y qué mejor año para arrancar que el 2020, el año en que cumple el centenario de la muerte de Benito Pérez Galdós (Las Palmas 1843 – Madrid 1920), el más madrileño de todos los canarios.
Madrid es galdosiana, ¡cómo si no! Como dice Caballero Bonald: leer Fortunata supone adentrarse en el denso mundo de la Plaza Mayor; seguirle la pista al doctor Centeno es asomarnos a los alrededores de las calles de Toledo y del Almendro; interesarnos por las andanzas del indiano Agustín Caballero equivale a visitar su casa en la calle Arenal … No hay una calle de la capital que no esté impresa en la prosa de don Benito.
A pesar de tan imbricada relación entre su obra y la ciudad, ninguna autoridad ha tenido la delicadeza de rendirle un homenaje en condiciones a Benito Pérez Galdós. Ahora tienen oportunidad de resarcir tan prolongado silencio. Los planes están en marcha y lo más probable es que se comunique antes de octubre, cuando ya se habrá designado un comisionado que se encargue de hacer de curador.
Otra de las medidas de gobierno que estudian el ayuntamiento como como la nueva consejera de Cultura de la Comunidad de Madrid, la escritora Marta Rivera de la Cruz, tiene que ver con la creación de un Museo para la Movida. Suenan posibles sedes para el proyecto, algunos hablan de la Casa de Campo, otros del museo Municipal, uno de los lugares con más sentido, considerando que Malasaña fue la cuna de aquel reventón.
La idea ya la había planteado Begoña Villacís durante la campaña electoral para aspirar a la alcaldía. Entonces, la actual vicealcaldesa reunió a un grupo de periodistas en el café Comercial. Allí dijo que la sede estaría en la calle Fuencarral, en el barrio de Malasaña, lo cual reforzaría la hipótesis de que su sede sería, en efecto, el museo de la ciudad. Pero hay más. Se habla incluso de que ya cuentan con piezas de coleccionistas, además de las 6.000 piezas ofrecidas por el Museo de Arte Contemporáneo, de la calle Conde Duque, que no están expuestas. Ya ve, lector, las cosas que un hombre del XIX consigue cuando pone un pie fuera de la tumba. El mes en curso y el próximo prometen.
Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas: