«Una hora después de que me la sacaran de entre las piernas ya me había dado cuenta de que había un problema. Un grave problema. Era tan negra que me asustó. Un negro del color de la medianoche». Lula Ann es hija de una mujer de color claro, que podría pasar por blanca; esa mujer, Sweetness, decide que la niña está marcada y se dedica a protegerla escondiendo la negrura de Lula, obligándola a que no se haga notar para que la niña no sufra. Años después, esa niña acomplejada es una mujer negra despampanante, que ha logrado triunfar como empresaria de cosmética y como belleza exótica y se hace llamar Bride. Pero un día decide ir a visitar con unos regalos a la mujer a la que su testimonio (cuando Lula era niña y a instancia de su madre) envió a la cárcel por quince años; al identificarse ante ella recibe una paliza de la otra y acaba en el hospital seriamente dañada. Por si fuera poco, su amante, Booker Starbern, la deja sin más, diciéndole solamente: «No eres la mujer que quiero». Bride se viene abajo y sólo tiene el consuelo de su amiga Brooklyn, su segunda en la empresa, que no desdeñaría sustituirla aunque se porta como una amiga real.
Con este sencillo comienzo, Toni Morrison borda una historia que, como las suyas más recientes (pienso en Beloved ) es tan breve como certera. La escritura de Toni Morrison siempre fue clara, esa clase de escritura que consigue percutir en lo esencial de una escena dramática sin necesidad de perder el tiempo en adornos. Una escritura afinada con esa pericia que sólo se da en los escritores esencialistas en su busca de claridad a través de la depuración del estilo; porque no hay cosa más oscura y más sustancial a la vez que la claridad. Lo cierto es que leyendo La noche de los niños uno constata que la suya es una escritura limpia como la lluvia. La fórmula es bien sencilla: selecciona los únicos momentos que tienen un sentido, los define con una asombrosa precisión y los motivos seleccionados (sentimientos, recuerdos, dolor, abandono, etc.) lo son solamente por su capacidad de ser significativos.
La historia es la del reencuentro con los fantasmas de la infancia, aquellos que condicionan una vida hasta que la personalidad y el carácter se alían para tomar una decisión, consciente o semiconsciente, pero valiente, de superación. Lula-Bride sólo hallará la paz (es decir: a sí misma) cuando consiga encarar su pecado de infancia, un pecado cometido para pedir amor, pero que tiene consecuencias muy graves en persona ajena. Por lo mismo, Booker necesita desprenderse de la terrible carga emocional que él mismo se ha echado a la espalda para poder caminar erguido y para deshacer el malentendido que lo aparta de Bride.
La novela está llena de aciertos: desde el modo en que Sweetness abre y cierra la historia, o el modo en que Brooklyn acompaña a Bride o en el que Queen Olive la recibe como una representación de la vida. Hay un descarado y maravilloso empleo de símbolos (los pechos y los agujeros de las orejas, el vello del pubis, que desaparecen misteriosamente cuando Bride vuelve a ser la niña Lula Anna y que reaparecen cuando ella se descubre al fin a sí misma). Y hay un encuentro sustancial con la niña Rain, que vive en la calle: «Al escuchar a aquella cría dura de pelar que no perdía el tiempo haciéndose la víctima, sintió una afinidad en la que sorprendentemente no había nada de envidia». La mirada al mundo de Toni Morrison es tan intensa como su literatura.
Sinopsis: «No es culpa mía. A mí no pueden acusarme. Yo no hice nada y no tengo ni idea de cómo pasó. Una hora después de que me la sacaran de entre las piernas ya me había dado cuenta de que había un problema. Un problema grave. Era tan negra que me asustó. Un negro del color de la medianoche…»
Quien habla es la madre de Bride, una niña que ha heredado de sus ancestros un color de piel tan negro que sorprende a toda su familia, de piel clara, y provoca el abandono del padre.
Pasados los años, la chiquilla se ha transformado en una hermosa empresaria de éxito, pero la alargada sombra de la infancia planea sobre su vida adulta y la de su pareja. Un buen día y sin explicación alguna, Bride asiste impotente al abandono de Booker, el hombre al que ama. Otra vez el rechazo, otra vez la culpa… y por fin una viaje iniciático en busca de la redención, que solo llegará cuando en la negrura asome el verdadero yo de Bride.
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Título: La noche de los niños. Autora: Toni Morrison. Editorial: Lumen. Página: 192. Edición: Papel
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