Una docena de prisioneros de Zenda celebran la publicación de El prisionero de Zenda por Zenda Aventuras. Publicamos de manera simultánea artículos sobre prisiones reales o imaginarias, sobre prisioneros o sobre la novela de Anthony Hope. A continuación, reproducimos un texto de Karl Krispin, en el que proclama que «los ruritanos somos un pueblo libre y soberano que ondea la bandera del amor global».
Los habitantes de la República Igualitarista de Ruritania, como ha sido renombrada luego de la victoria de la revolución que depuso al anciano monarca y expulsó al consejo de sabios, coinciden de forma casi unánime en que podemos ser el territorio más risueño del planeta. El país ha dejado de depender de la nefasta influencia de sus vecinos y ha roto relaciones diplomáticas con la mayoría de ellos sin descuidar la vigilancia en las fronteras ante la inminente invasión que preparan para acabar con la más grande transformación en la historia política, social y económica de la Ruritania contemporánea. La pobreza ha sido extinguida por completo, los índices de analfabetismo fueron reducidos al mínimo, la renta per cápita calculada en Ruros sólidos se ha triplicado, la ingesta de una alimentación balanceada está en la mesa diaria de cada una de las familias que hemos censado con criterio demográfico y nacionalista, hay centros hospitalarios en cada uno de los distritos poblacionales, hemos multiplicado las escuelas y devuelto la incontestable dignidad de ser ruritanos. La seguridad es un orgullo: los delitos y el crimen pertenecen a los vicios de la antigua Ruritania. La campaña para desalentar la codicia y el egoísmo ha dado resultado. Hoy, cada ruritano es un agente voluntario del orden público desde la comprensión al otro. Años de veneno consumista se desterraron para siempre. Todo ello en medio de una benéfica gratuidad. El presupuesto en inversión social es el más alto de la región y ha sido producto del unionismo que tenemos por doctrina. El padre fundador de la Ruritania moderna lo expresó antes de exhalar su último aliento: “Uníos los unos a los otros con el puño en alto y la pistola en el cinto”. Zenda, la capital, es una metrópolis de erguidos rascacielos y cruzada por autopistas de seis canales. Hemos conquistado la naturaleza y dominado el medio ambiente con el tractor del proyecto igualitario. Lo que antes eran desiertos ahora son bosques y lugares de cultivo. Todo el país es el mejor tema para una postal.
El ruritano promedio se expresa con la seguridad de quien ha defendido sus realizaciones democráticas, solo empañadas por la operación de descrédito que se lleva a cabo desde el exterior contra la exitosa Ruritania por los agentes del pasado. Estos ganapanes de la reacción dineraria, enemigos del internacionalismo pacifista de una república en camaradería con sus hermanas del orbe, han lanzado una feroz agresión a los ruritanos para impedirles su acceso a los organismos financieros multilaterales y acusan al Igualitarista Ejecutivo, flamante Director del Poder Moral de la Revolución Igualitarista, de cercenar los derechos políticos del pueblo cuando ningún país del continente ha tenido más elecciones que la Nueva Ruritania. Refugiados en la Confederación de Fridonia, fascistas y enemigos del pueblo, representantes encarnizados del imperialismo agiotista, han recibido centenares de millones en forma de sobornos para boicotear la economía local, ya resentida por el descenso en las exportaciones de azufre para desdecir la llegada del hombre nuevo y cuya integración a la civilización será la de una hermandad incorruptible. En los recientes comicios, avalados por el acompañamiento de las fuerzas progresistas de la humanidad, el 85% de los electores se pronunció en forma transparente por la reelección de nuestro líder para un nuevo período constitucional de dieciocho años para edificar la Ruritania potencia.
La democracia ruritana se perfecciona a diario y sostiene una batalla contra los factores extranjeros que nos quieren recolonizar para apropiarse de los recursos naturales. Ponernos una soga en el cuello ha sido el precio a pagar por atrevernos a soñar en plural. La conspiración financiera, los ciberataques de que hemos sido objeto nos han hecho reflexionar sobre el aperturismo igualitarista. Aun así, continuaremos trabajando para una patria de iguales a pesar de los misoneístas que niegan el triunfo de la Revolución. Profundizaremos todos los esfuerzos para orientar a los disociados. Nos acusan de mantener prisioneros próximos al suicidio, de violar los derechos humanos y de vejamientos acomodaticios a los titulares de la prensa dominada por las transnacionales del odio. Ultiman que tenemos calabozos donde nunca se alumbra la luz del día y en los que se envejece minuto a minuto. ¡Falso de toda falsedad! El clima de las libertades públicas es ejemplar en Ruritania. Han llegado a mentir con que no tenemos que comer y que los viandantes menesterosos hurgan con apuro los desechos. La destrucción vil no cesa desde los cuarteles de la contra revolución, financiada por el oro supremacista del Norte. Ruritania está abierta para quienes quieran compartir la experiencia de la propiedad comunal y los bienes del colectivo. Nuestro prudente conductor no se equivoca al querer protegernos de la propaganda manipuladora del exterior que ha empujado a muchos ruritanos a abandonar el país por la influencia de los valores del librecambio salvaje. Muchos de ellos han reparado en su error, volviendo a la patria que no deja de sonreír. No contentos con querer aniquilarnos con sus medidas hambreadoras, ahora nos hacen responsables de los disturbios y tensiones sociales del hemisferio, como si tuviésemos otros objetivos distintos a la amistad entre los pueblos de la Tierra. Lo que nos importa es la gente. La colectividad ruritana ha aprendido a separar la paja del trigo y no se presta a confusiones para cuestionar el triunfo compartido de toda la sociedad. A pesar de las invitaciones a los líderes del mundo para un diálogo, nos responden con prohibiciones y sanciones. A los ruritanos les pedimos que estemos alerta. Que la dicha no se negocia. No somos prisioneros de nadie y tampoco nos arrodillamos. Somos un pueblo libre y soberano que ondea la bandera del amor global. Todos parecen envidiarnos la foto feliz del carnet del partido.
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Título: El prisionero de Zenda. Autor: Anthony Hope. ISBN: 9788412031034. Páginas: 226. Precio: 14 €. Puedes comprarlo en: LibrosCC, Amazon, Casa del Libro, Fnac, El Corte Inglés y Todos tus libros
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