La joven escritora barcelonesa afincada en Madrid Raquel Taranilla ha ganado este lunes el 62 Premio Biblioteca Breve, que concede Seix Barral, con su ópera prima, «Noche y océano», una paródica crítica a la mitomanía y a un mundo hiperconectado y con «sobredosis» de información.
La novela ganadora está protagonizada por Beatriz Silva, una doctora en Sociología que da clases en la universidad y vive en Barcelona en una gran casa a la que un día llega su amigo J.B. Quirós, una cineasta medio ocioso que ocupa la planta superior y que está obsesionado en seguir el rastro del cineasta alemán F.W. Murnau, un mito del cine mundo, en archivos y lugares donde filmó.
Al inicio de la novela, Bea Silva se topa con una noticia del diario que la deja atónita: alguien ha robado el cráneo embalsamado de Murnau, lo que le lleva a sospechar que el culpable es Quirós, cuyos papeles guardados en una caja empieza a examinar.
Según el jurado, la clave de la novela ganadora se halla en la voz narrativa y en un torrente de información que define profundamente al personaje de Beatriz, «una voz que marca el tono del libro a través de una primera persona que abarca a otras muchas personas en un devenir narrativo a partir del cual se abren infinidad de caminos».
Entre ellos, añaden, «referentes de la literatura culta y popular, historias paralelas, antiguas o contemporáneas, datos curiosos, apuntes de corte académico, o entradas propias de la Wikipedia».
Para uno de los miembros del jurado, Pere Gimferrer, Taranilla encarna «una voz personalísima que ha dado lugar a una novela insólita, una voz que dialoga consigo misma y con toda las obsesiones de Quirós».
La también jurado Clara Usón, que ha comparado el tono paródico de «Noche y océano» con el de Cervantes en el Quijote, considera que se trata de una «novela actual, porque es una metáfora de Google, donde la sobreinformación paraliza a la protagonista».
En rueda de prensa, Taranilla ha confesado que su obra es «una novela excesiva porque así es como me siento», y ha asegurado que la protagonista comparte numerosos elementos con ella: «Como yo, es una profesora universitaria, una lectora superobediente y una mujer que vive en una existencia precaria, no solo en lo intelectual, sino también en lo social».
Sobre este punto, ha dicho que «ser profesora en la universidad española es algo heroico, es difícil dar clase, publicar, en este lugar donde la investigación no está en absoluta reconocida, donde he dejado de ser profesora asociada con 38 años, y muchos compañeros deben completar su sueldo siendo camareros».
Sin embargo, con su novela, Raquel Taranilla ha pretendido que «nos divirtamos, porque somos niños y niñas jugando con cosas poco importantes».
Sobre el título, la ganadora ha revelado que fue extraído de la novela «Volverás a Región» de Juan Benet, para explicar «el espíritu de naufragio y de búsqueda de esperanza que hay en la cabeza de Bea y en mi cabeza cuando la escribía».
Taranilla, que había trabajado mucho sobre el cine de Murnau, utilizó la figura del cineasta alemán para hacer una «‘crítica’ a la mitomanía, a la incapacidad de crear ideas e imágenes propias y la opción de vampirizar, que es una opción rentable», y por ello le pareció elocuente comenzar con el robo de la cabeza de un muerto.
«Noche y océano» bebe de muchas fuentes y cita a muchos autores para alimentar ese debate entre originalidad y tradición en la escritura, pero también para «transmitir el empacho que genera el momento actual hiperconectado e hiperinformado» y Bea, como su autora, ha leído mucho y se siente «abrumada» con tanta lectura, que «ha digerido mal».
De hecho, ha precisado, la novela es la respuesta a un libro de Vila Matas, «Aire de Dylan», que le sentó «como una patada en toda la cara», y por eso plantea con su pareja de personajes una alternativa a los de Vila Matas, Vilnius y Débora.
«El retrato de mi generación que hace en esa novela me resultaba doloroso e injusto, y Vila-Matas entona un arrepentimiento y un perdón que no me acabo de creer, y por eso propuse una voz que fuese desquiciada y patológica y obligara a Vila-Matas a mirar ‘esto es lo que he hecho'».
En la trastienda de la novela planean otras dos obras cuyos textos fueron fundamentales a la hora de escribir la novela y que casualmente no fueron mencionados, «Memorias del subsuelo» de Dostoievski, y «Hablemos de langostas», de David Foster Wallace, ha añadido Taranilla.
Los paralelismos con Bea no se detienen en su profesión, sino que ambas, ha dicho Taranilla, «somos hijas de castellanos humildes en esta ciudad (Barcelona) y en algún momento te alejas de tu cultura de origen y optas por una cultura privilegiada que en realidad te desvincula y te insertas en un universo y una ideología que incluso cuando es bienintencionada no deja de recordarte que eres extraña».
A la presente edición del premio, dotado con 30.000 euros, se presentaron 936 novelas. El jurado ha aconsejado la publicación de la novela «El desafortunado», del escritor y filósofo argentino Ariel Magnus.
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