Esa es la pregunta que más oímos las mujeres desde el #MeToo. A veces la escuchamos porque alguien nos la grita, a veces porque la piensan con una intensidad atronadora. Hay tonos: puede ser curiosidad sincera, con interrogantes; puede ser indignación pura, con exclamaciones. Siempre es, por supuesto, una pregunta retórica: qué más queréis que no os hayamos dado ya.
Hace unos años, más allá del #MeToo, más allá de la cuarta ola feminista, se acabó el silencio y se hizo evidente que la igualdad legal no significaba la igualdad real. Se ha empezado (empezado solo) a escuchar a las mujeres de otra manera y, mientras tanto, muchos hombres se han ido sintiendo desconcertados, inseguros y hasta agraviados.
¿Cómo se sienten los hombres?
A eso intentan contestar dos autores y dos libros muy distintos.
El de Lydia Cacho, mexicana, dando voz a hombres heridos en mayor o menor grado, en distintos estadios también de voluntad de lamerse. No es valentía sacar las pistolas. “Valientes son los que se curan las heridas y siguen adelante, aunque a ratos sientan temor”. Eso dice uno de sus protagonistas desde la admiración a su hermana, que sufrió abusos del padre. Otros, en cambio, justifican su presente en su pasado, culpan de sus actos a la sociedad y a la familia y se niegan a cambiar. Son pequeñas historias, esas que sumadas nos construyen.
El libro de Michael Kimmel, sociólogo estadounidense, experto en asuntos de género, pretende ir más allá y hacer un retrato amplio de esos hombres norteamericanos que han perdido sus trabajos y/o sus referencias. Hombres que han sido educados en una idea de la masculinidad que ya no les sirve y que, de repente, con trabajos precarios, matrimonios que se derrumban, oportunidades que no se materializan, solo encuentran refugio en la rabia, con el matiz de que en Estados Unidos el acceso a las armas es fácil y el machismo y el desconcierto pueden desembocar fácilmente en masacre. Y el voto, con Trump en todos los medios, en populismo.
“La victoria de Trump ratifica la tesis de este libro: que la ira del hombre blanco brota de la potente fusión de dos sentimientos: la superioridad y el victimismo”.
Estos dos libros esbozan pistas, aclaran causas locales y universales, pero no agotan el tema. Necesitamos referencias, también, españolas y europeas; referencias para hombres y mujeres que no recurren a la violencia, pero sí sufren tensiones y dificultades de adaptación. Para esta sociedad que ha abrazado con ganas una gran parte de la igualdad (el matrimonio gay, la custodia compartida…), pero que sigue manteniendo un alto grado de tolerancia al machismo más feroz y a la misoginia cotidiana.
Faltan todavía muchos análisis, muchos relatos y muchas pistas para que hombres y mujeres puedan recolocarse en una igualdad cómoda, real y solidaria, porque el feminismo (que no hembrismo) los necesita tanto a ellos como a nosotras.
Mientras tanto, sigamos leyendo y practicando la igualdad.
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Autora: Lydia Cacho. Título: Ellos hablan. Editorial: Debate. Venta: Amazon
Autor: Michael Kimmel. Título: Hombres (blancos) cabreados: La masculinidad al final de una era. Traducción: Daniel Esteban Sanzol. Editorial: Barlin Libros. Venta: Amazon
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