En esta serie de artículos reseño algunas de las películas más representativas, adaptaciones europeas de los años setenta. Traslaciones al cine de obras literarias de autores como L. P. Hartley, Arthur Conan Doyle o Anthony Burgess. Por supuesto, cada selección es subjetiva y arbitraria. No obstante, con ella, trato de dibujar un panorama amplio en el que se ve cómo escritores de épocas, estilos y ámbitos lingüísticos muy distintos han sido adaptados al cine de formas tan diversas como incluso antagónicas, en función de las poderosas personalidades de los cineastas que los han adaptado (en la mayor parte de casos siendo directores-guionistas): Losey, Wilder, Kubrick, Hitchcock, Mankiewicz o Fassbinder.
*****
(Profumo di donna, 1974)
La obra más importante de Dino Risi en los años setenta se basa en la novela Il buio e il mare, de Giovanni Arpino (1927-1987), escritor de gran prestigio en Italia. El film tuvo un éxito inesperado en una producción de bajo presupuesto, incluido un postrero tirón comercial en Estados Unidos, donde fue nominado en 1976 al Oscar al Mejor Film Extranjero y al Mejor Guión Adaptado. No obtuvo ninguno. Poco importa. En Francia sí lo apreciaron en su justa medida: en París recibe el César a la mejor película extranjera y en la edición de Cannes de 1975 se le concede un meritorio premio de interpretación a Vittorio Gassman, que obtuvo además el David di Donatello en Roma, lo mismo que Dino Risi.
El argumento de Perfume de mujer, en síntesis, es el que sigue: el capitán Fausto Consolo (Vittorio Gassman) vive recluido en su piso de Turín, alcoholizado, en compañía de su vieja tía. Su vida se consume lentamente. ¿El motivo? Se ha quedado ciego, víctima de un accidente durante unas maniobras militares. El ejército le pasa una pensión mensual y le pone a su cargo al joven asistente Giovanni Bertazzi (Alessandro Momo), a quien apoda cariñosamente “Ciccio”. Un día decide emprender un viaje a Nápoles y poner fin a su vida, no sin antes procurar correrse unas buenas juergas. En compañía de Ciccio llega al piso de un amigo y conoce a unas chicas que les acompañan en sus cenas y fiestas en una gran terraza. Allí, en aquel microcosmos heterogéneo que es aquella terraza abierta al mundo, abierta al sol y a la luz de las estrellas en la noche, conoce a Sara (la hermosísima Agostina Belli), y el ciego cascarrabias se enamora como un colegial. Sara también está poderosamente atraída hacia Fausto, pero él se siente una carga, a causa de su ceguera. Cree que una joven tan atractiva sólo puede estar con él por compasión, no por amor profundo. Pero Fausto se equivoca. Ella le demuestra que sí le ama. Tras un intento frustrado de suicidio él, ella y nosotros, espectadores, comprendemos que el amor no tiene sexo, ni edad, ni raza, ni clase social, ni condición. El amor surge como una llama, como un suspiro, como los perfumes que Fausto es capaz de reconocer con su fino olfato. Veo el film una y otra vez y, como Fausto, me enamoro ciegamente de Agostina Belli, un amor incandescente, terreno, corpóreo, un amor a la mujer desnuda, a su profumo di donna, revolotea su imagen sobre mi vida como cuando rememoro un poema de Juan Eduardo Cirlot tan, tan… tan como este:
No siempre puedo recordarte
bajo los grandes trozos de silencio
que me aplastan y dejan en ceniza
tan sólo perseguido
por un sonido oscuro
y por las lentas avenidas grises
de un orbe sin final y sin principio.
*****
Dirección: Dino Risi (Milán, Lombardía, 1916 – Roma, 2008). Guión: Ruggero Maccari, Dino Risi, a partir de la novela Il buio e il mare, de Giovanni Arpino. Fotografía: Claudio Cirillo. Música: Armando Trovajoli. Dirección Artística: Lorenzo Baraldi. Montaje: Alberto Gallitti. Producción: Pio Angeletti, Adriano De Micheli. Intérpretes: Vittorio Gassman, Alessandro Momo, Agostina Belli, Moira Orfei, Franco Ricci, Elena Veronese, Lorenzo Piani, Stefania Spugnini, Torindo Bernardi, Marisa Volonnino, Carla Manzini, Alvaro Vitali, Sergio Di Pinto. Nacionalidad: Italia. Duración: 103 minutos. Color.
-
Pensar, de Svend Brinkmann
/abril 30, 2025/En un mundo obsesionado con la velocidad y la acción constante, cada vez nos cuesta más detenernos a pensar. Nos empujan a la inmediatez, pero rara vez se nos anima a reflexionar. Svend Brinkmann nos invita a reivindicar el pensamiento como un acto de resistencia y libertad. Pensar no es solo resolver problemas, sino también cuestionar lo establecido, imaginar nuevas posibilidades y conectar con nuestra esencia. A través de la reflexión crítica, la ensoñación y la atención plena, este libro nos ayuda a recuperar el tiempo y el espacio necesarios para vivir con mayor conciencia, profundidad y sentido. A continuación,…
-
Zenda recomienda: Prohibido morir aquí, de Elizabeth Taylor
/abril 30, 2025/La propia editorial apunta, a propósito del libro: “La señora Palfrey, que se acaba de quedar viuda, decide dejar su casa en el campo e instalarse en el Claremont, un sobrio y respetable hotel de Londres que tiene como huéspedes fijos a un variopinto grupo de jubilados. ¿Y a qué va a dedicarse Laura Palfrey ahora que dispone de tanto tiempo libre? Puede salir a pasear, ir a ver una exposición o esperar a que su nieto, que trabaja en el Museo Británico, vaya a visitarla. Cuando cree que en su vida ya no habrá mucho espacio para las sorpresas,…
-
El gran Gatsby, de Francis Scott Fitzgerald
/abril 30, 2025/La editorial Plataforma celebra el centenario de la publicación de una de las novelas más influyentes de la literatura moderna, El gran Gatsby, con una nueva edición. Las nuevas generaciones podrán acercarse a un mundo en el que la elegancia y la diversión lo movían todo. Al menos, en apariencia… En Zenda ofrecemos el arranque de El gran Gatsby (Plataforma), de Francis Scott Fitzgerald. *** CAPÍTULO PRIMERO «Cada vez que sientas la tentación de criticar a alguien —me dijo—, recuerda que no todo el mundo ha tenido tus mismas oportunidades». No añadió nada más, pero ambos hemos mantenido siempre una…
-
La llamada de… John Banville
/abril 30, 2025/Foto de portada: Marta Calvo Álvaro Colomer sigue indagando en el mito fundacional oculto en la biografía de los escritores, es decir, desvelando el origen de sus vocaciones, el germen de su despertar al mundo de las letras, el momento exacto en que sintieron la llamada no precisamente de Dios, sino de algo acaso más difuso: la literatura. ****** John Banville se hizo escritor el día en que su hermana le regaló un ejemplar de Dublineses. El adolescente que todavía había en él se adentró en el clásico sin saber realmente dónde se metía, pero no necesitó leer demasiados relatos…
Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas: