Inicio > Libros > No ficción > Alejandra Pizarnik, biografía de un mito: una travesía hacia sus infiernos

Alejandra Pizarnik, biografía de un mito: una travesía hacia sus infiernos

Alejandra Pizarnik, biografía de un mito: una travesía hacia sus infiernos

Alejandra Pizarnik dijo adiós a este mundo hace 50 años. Para conmemorar este medio siglo sin ella, Lumen publica la biografía definitiva de la poeta maldita.

“Buma, Flora, Blímele, Alejandra, Sacha: cinco nombres para una misma persona”. Así comienza la última crónica sobre la vida de la poeta Pizarnik. Biografía de un mito (Lumen, 2022) pretende acercarnos a Alejandra, bajarla del Olimpo maldito, hacerla más terrenal. Comprenderla, odiarla incluso. La noticia sobre nuevos textos inéditos en el archivo de Princeton empujó a las expertas Cristina Piña y Patricia Venti a revisitar el universo de la argentina. Por un lado Venti, doctorada en Pizarnik, ha dedicado treinta años de su vida a consagrarse en los claroscuros de la niña de Avellaneda. Piña fue de las primeras en publicar un libro biográfico de la autora. Ambas constatan que no fue una sumersión sencilla: la sombra alejandrina es alargada, confusa y también tóxica.

“El más hermoso de mis amores fue mi amor por los espejos”, confesaba en un poema parte de Extracción de la piedra de la locura. Para conocer a la mujer y no al reflejo, las autoras han contado con el testimonio de Myriam Pizarnik de Nesis, hermana mayor de Alejandra, quien con una justificada reticencia inicial colabora en este mapa ontológico. Los papeles de Alejandra —la correspondencia con su psicólogo Leon Ostrov, los garabatos en sus cuadernos, borradores de obras hechas y a medio hacer— y especialmente sus Diarios, un tomo publicado en su totalidad en el 2015, también han sido determinantes para este retrato esencial.

"Como explica Venti en el prólogo, nos situamos ante una nueva Alejandra mucho más compleja, desgarradora, entrañable, transgresora e insufrible"

“Esta Alejandra es más frustrante, verdadera”, escriben. Fascinarse por su capacidad de autora colosal, titánica. Pizarnik no hablaba con las musas: sudaba trabajo y palabras. Su devoción literaria iba más allá del oficio, ella era el oficio llevado al extremo. Dormía, literalmente, con el lenguaje. Tarjetas de cartulina que rellenaba con verbos, adjetivos, sinónimos, y revolvía con su cuerpo hasta dar con la exacta. Peñi recuerda que “el aura de maldita no debe eclipsar su extenuante labor como escritora e inteligencia como lectora. Como explica Venti en el prólogo, nos situamos ante una nueva Alejandra mucho más compleja, desgarradora, entrañable, transgresora e insufrible que la que hasta ahora conocíamos”.

“Mi vida

Vacío bien pensado”

Para Pizarnik la escritura es un arma que comienza a manejar a los quince años. La inocencia y su nombre —de nada le sirve Flora y se despoja de él— sus primeras víctimas. Hija de emigrantes judeo-ucranianos, el Buenos Aires de Avellaneda no se ajusta a su persona. Como niña extraviada, la consumen fobias, recelos y complejos. Desea renacer en el lenguaje, dar con un compás litúrgico de vocablos que expresen lo que ha leído en Rimbaud, Apollinaire, o en el existencialismo de Sartre. Exorcizar el dolor y transformarlo en poesía, el único idioma que manejará tanto en sus versos como en sus epístolas, diarios y prosa. Al poco publicará su primera obra, La tierra más ajena, y al poco lo detestará, quemando hasta el último ejemplar. “No sé cómo podía escribir así”, dirá en una carta tras su llegada a París, donde se sentirá un poco más de este mundo. Sumergida en el surrealismo, abrazada por Octavio Paz, Rosa Chacel, Italo Calvino o su madre literaria, Olga Orozco, publicará Árbol de Diana. Malvive satisfecha trabajando como traductora y crítica literaria en un cuartucho cerca de la Sorbonne —La farmacia, La cueva, lo llaman sus amigos expatriados— hasta que cuatro años después vuelve a la tierra matrona que rechaza. Argentina le dio la espalda o fue al revés: publica desde ahí Los trabajos y las noches. Llegará también su Condesa sangrienta y con ella la obsesión por otro alter ego descubierto, una beca Guggenheim y otra Fulbright, pero no la cura para la adicción y el deterioro.

“alejandra, alejandra

debajo estoy yo

alejandra”

"Alejandra, sin salirse del guión, dijo adiós a este mundo el 25 de septiembre de 1972. Un suicido anticipado de la muerta viva"

En las investigaciones se han topado con un secretismo disimulado tras un tono de admiración y reverencia. Quienes la conocieron optan por preservarla sin revelar demasiado. No mancillar o romper la imagen de la eterna adolescente, la niña del surrealismo, la prodigio, venerarla en sus contradicciones y misterios. “No quiero ir nada más que hasta el fondo” fue su frase testamental. Alejandra, sin salirse del guión, dijo adiós a este mundo el 25 de septiembre de 1972. Un suicido anticipado de la “muerta viva”. La vida se le quedaba corta y cincuenta pastillas de Seconal sódico la sepultaron a los 36 en su cuarto de Montevideo. Hubiese querido más que esto y a la vez nada. Durante décadas intuyó un destino fatal ansiado.

Quién realmente es Alejandra Pizarnik, la enfant terrible, la Inés corrompida de Elena Garro, la Maga de Cortázar. Con esta biografía acompañamos a la autora en su travesía hacia el infierno.

—————————————

Autor: Cristiña Piña y Patricia Venti. Título: Alejandra Pizarnik: Biografía de un mito. Editorial: Lumen. Venta: Todostuslibros y Amazon.

5/5 (14 Puntuaciones. Valora este artículo, por favor)
Notificar por email
Notificar de
guest

0 Comentarios
Feedbacks en línea
Ver todos los comentarios
reCaptcha Error: grecaptcha is not defined
  • El profesional

    /
    abril 13, 2025
    /

    En una ocasión Genaro había logrado impedir un robo. No se trató de un acto de arrojo físico, que le faltaba. Solo de una toma de posición firme respecto de una minúscula estafa. Treinta años atrás, cuando campeaban las tiendas de alquiler de videos, Genaro era cliente de una gran cadena: había devuelto en la sucursal equivocada el VHS de Belmondo, El profesional. Por entonces Genaro tenía treinta años, había visto esa película dos veces entre su juventud y adolescencia, y la recuperaba en el umbral de su adultez. El video debía dejarse en un buzón externo del local. Una…

    Leer más

  • Una estela de confusión

    /
    abril 13, 2025
    /

    Hoy regresé al capítulo de una de las novelas en las que estoy trabajando, Horror Magic Circus, HMC, como he acabado llamándola para abreviar. Es una trilogía de la cual llevo escritas casi tres cuartas partes y estoy revisando la primera, corrigiendo algunas cosas y reescribiendo otras. No es una obra reciente. Ha dormido en el cajón durante unos años y, desde que fue escrita, apenas la he tocado un par de veces. El caso es que ahora la tengo más presente; estoy a punto de finalizar la revisión del primer libro. Y sé que voy cansado de más, que…

    Leer más

  • Javier Cercas: «La Iglesia española es una de las más reacias a Francisco»

    /
    abril 13, 2025
    /

    Javier Cercas (Ibahernando, 1962) se embarcó en un viaje psicotrónico: fue invitado por el Vaticano a ir a Mongolia con el papa Francisco y entrevistarlo para un libro. Acaba de llegar a las librerías y se titula El loco de Dios en el fin del mundo (Random House).

  • La mirada desesperada de Alan Rudolph

    /
    abril 13, 2025
    /

    Su obra carece de la armonía del cine clásico, de la inofensiva corrección del cine académico y del juego posmoderno de autores como De Palma o Coppola —en el que reinterpretaban el clasicismo, celebrando a Hitchcock en Doble cuerpo o el musical hollywoodiense en Corazonada—, algo que lo alejó de conectar con el gran público. Por mucho que en ocasiones resulte próximo a cierta sensibilidad del cine francés, sus películas parecen encontrarse a caballo entre la modernidad de las corrientes europeas y las habituales producciones estadounidenses de su momento, situándose en una especie de tierra de nadie audiovisual. Uno encontrará…

    Leer más