Hija de una familia belga muy católica, Amélie Nothomb empezó a oír hablar de Jesucristo con apenas tres años, y ya entonces pensó que había encontrado un “súper héroe”, según ha desvelado este miércoles en la presentación de Sed, su última novela, que ve como una suerte de “Evangelio del Cuerpo”.
Como es habitual de negro riguroso, ha contado que Jesús la ha acompañado a lo largo de toda su vida, desde que se lo presentara su diplomático padre, y ya cuando debutó en la literatura tuvo claro que más tarde que pronto, porque “necesitaba musculatura”, acabaría utilizando al personaje para alguna de sus historias. En 2018, entrada ya en la cincuentena, y encontrándose en su casa de París, pensó que había llegado el momento de “lanzarse a la piscina, porque luego ya será demasiado tarde” y abordar la “historia de la cruz, más que la historia magnífica de Jesús”.
Empleando la primera persona del singular, se puso en la piel de la figura que ha ejercido una mayor influencia en la historia de Occidente, y en Sed da voz a Jesucristo para que relate su propia Pasión, reescribiendo la Historia Sagrada con una mirada transgresora y un tono lírico y filosófico con toques de humor, aunque ha rechazado que sea “blasfema”, algo de lo que la han acusado algunos sectores del catolicismo, con cartas personales llenas de desagradables insultos. No ha escondido que quizá ha sido la obra en la que peor lo ha pasado a la hora de escribir, la más dura, porque durante cuatro meses “era como subir a la cruz, y no tenía ningunas ganas”.
Lectora de los cuatro Evangelios canónicos, ha considerado que “todos tienen algunas lagunas, desde mi humilde punto de vista, porque les falta el cuerpo, y la crucifixión es el cuerpo”. “Intenté —ha proseguido— escribir el Evangelio del Cuerpo, y Sed era el único título posible. Yo soy la campeona de la sed. Si no sabéis lo que es la sed, pasad un día entero sin beber y lo entenderéis”, ha apostillado, en referencia al malestar y el ansia que provoca no poder ingerir un líquido.
A la vez, ha insistido en que no se trata de un libro religioso, sino que es la “novela de una persona que acepta un dolor infame, y mi reto era explicar este misterio”. Tampoco pretende estar en posesión de la verdad: “Simplemente propongo mi visión de Jesús e invito a todo el mundo a que exponga la suya, algo que creo interesante”. Para la escritora, “lo único que sabemos es que Jesús existió, pero no se sabe si fue o no el hijo de Dios. Yo pienso que no lo es y que es como cualquiera de nosotros, aunque un día decidió estar disponible para los demás, algo que no es lo habitual”.
En la obra pone negro sobre blanco la “paradoja” de los evangelios canónicos, que abogan por amar al prójimo como a uno mismo, o sobre la necesidad del “amaos unos a los otros, pero luego Jesús acepta ser crucificado, que es el mayor sufrimiento que puede tener una persona, algo monstruoso”. No ha obviado que a los doce años llegó a enfermar cuando descubrió el sufrimiento y se dio cuenta de que la Iglesia lo glorificaba, mientras se preguntaba “cómo podía verse eso como una redención”.
Respecto a cómo aceptó su familia el libro, ha respondido que a sus progenitores les gustó mucho y ha agregado que, de hecho, fue el último título suyo que leyó su padre, porque falleció poco después, algo que le gusta recordar. “Al resto de la familia —ha continuado— le fue más difícil aceptarlo. La familia Nothomb es católica y tradicional, pero creo que no tuvieron la sensación de que había blasfemado, aunque aquí Jesús tiene relaciones con una mujer y diga que aceptar la crucifixión es un error”.
Novela de celebración del amor, la última de sus palabras es “soledad”, un término que cree casa muy bien con el actual período pandémico, al afirmar que “la pandemia es la enfermedad de la soledad”. Cuando toda esta nueva etapa empezó, en marzo de 2020, Amélie Nothomb acababa de escribir Sed, y “me pareció un libro premonitorio”, ha resaltado.
-
Pensar, de Svend Brinkmann
/abril 30, 2025/En un mundo obsesionado con la velocidad y la acción constante, cada vez nos cuesta más detenernos a pensar. Nos empujan a la inmediatez, pero rara vez se nos anima a reflexionar. Svend Brinkmann nos invita a reivindicar el pensamiento como un acto de resistencia y libertad. Pensar no es solo resolver problemas, sino también cuestionar lo establecido, imaginar nuevas posibilidades y conectar con nuestra esencia. A través de la reflexión crítica, la ensoñación y la atención plena, este libro nos ayuda a recuperar el tiempo y el espacio necesarios para vivir con mayor conciencia, profundidad y sentido. A continuación,…
-
Zenda recomienda: Prohibido morir aquí, de Elizabeth Taylor
/abril 30, 2025/La propia editorial apunta, a propósito del libro: “La señora Palfrey, que se acaba de quedar viuda, decide dejar su casa en el campo e instalarse en el Claremont, un sobrio y respetable hotel de Londres que tiene como huéspedes fijos a un variopinto grupo de jubilados. ¿Y a qué va a dedicarse Laura Palfrey ahora que dispone de tanto tiempo libre? Puede salir a pasear, ir a ver una exposición o esperar a que su nieto, que trabaja en el Museo Británico, vaya a visitarla. Cuando cree que en su vida ya no habrá mucho espacio para las sorpresas,…
-
El gran Gatsby, de Francis Scott Fitzgerald
/abril 30, 2025/La editorial Plataforma celebra el centenario de la publicación de una de las novelas más influyentes de la literatura moderna, El gran Gatsby, con una nueva edición. Las nuevas generaciones podrán acercarse a un mundo en el que la elegancia y la diversión lo movían todo. Al menos, en apariencia… En Zenda ofrecemos el arranque de El gran Gatsby (Plataforma), de Francis Scott Fitzgerald. *** CAPÍTULO PRIMERO «Cada vez que sientas la tentación de criticar a alguien —me dijo—, recuerda que no todo el mundo ha tenido tus mismas oportunidades». No añadió nada más, pero ambos hemos mantenido siempre una…
-
La llamada de… John Banville
/abril 30, 2025/Foto de portada: Marta Calvo Álvaro Colomer sigue indagando en el mito fundacional oculto en la biografía de los escritores, es decir, desvelando el origen de sus vocaciones, el germen de su despertar al mundo de las letras, el momento exacto en que sintieron la llamada no precisamente de Dios, sino de algo acaso más difuso: la literatura. ****** John Banville se hizo escritor el día en que su hermana le regaló un ejemplar de Dublineses. El adolescente que todavía había en él se adentró en el clásico sin saber realmente dónde se metía, pero no necesitó leer demasiados relatos…
Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas: