La periodista mexicana Anabel Hernández acusó en una entrevista con Efe al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador de ejercer una «censura terrible que asfixia» a su nuevo libro, La historia secreta: AMLO y el cártel de Sinaloa, en redes sociales y medios de comunicación, lo que comparó con las amenazas que antes ha padecido por sus publicaciones.
México es el país sin guerra con más periodistas asesinados en la última década, según cifras de Reporteros Sin Fronteras (RSF), organización que también ha denunciado el aumento de las hostilidades del Gobierno actual hacia esta profesión, lo que aumenta el peligro de ejercerla. Hernández, quien ha sufrido estas agresiones, recordó a su colega Javier Valdez, ejecutado tras publicar sobre Los Chapitos en Sinaloa, una experiencia «muy dolorosa» que la autora menciona en el libro. «Aunque Javier y yo no hablábamos con mucha frecuencia, cuando hablábamos y nos mirábamos era muy profundo porque los dos vivíamos en un aislamiento terrible. Porque después de que recibes amenazas de muerte no estás pensando solo en ti, sino en si alguien llega y me dispara, le dispara la señora de al lado, o al niño que está en el cine, o qué sé yo», añadió Hernández.
La autora de Los Señores del Narco (2010) señaló que al inicio del Gobierno actual López Obrador la «felicitaba» por sus investigaciones sobre Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad de la presidencia de Felipe Calderón (2006-2012), ahora preso en Estados Unidos por las revelaciones que ella publicó hace 14 años. «Solo que ahora que el que es investigado es él ahora sí denosta el periodismo. No, el poder no comprende que los periodistas no estamos para aplaudirlo, estamos para investigarlo», expuso.
La periodista explicó que «hay dos testigos clave que testificaron en contra de García Luna en Nueva York», que también señalaron los vínculos de López Obrador con el cártel. Uno, según Hernández, es el Rey Zambada, «que ya declaró en un tribunal, en un juicio, que sí dio dinero a la campaña de López Obrador». Y el otro es «Sergio Villarreal Barragán, alias El Grande, que también ya declaró en la PGR (extinta Procuraduría General de la República) y en el juicio de Genaro García Luna», sobre los nexos de ambos políticos con el crimen organizado. Además, Hernández defendió que sus fuentes son «testigos directos» de los hechos, lo que no es fácil de procesar como periodista, pues es necesario cuestionarlo y contrastarlo una y otra vez, lo que se vuelve «muy desgastante».
El libro se publica en medio de las campañas ante las elecciones del 2 de junio, e incluso la candidata presidencial opositora Xóchitl Gálvez lo citó durante el último debate del domingo pasado, pero la periodista indicó que el trabajo «estuvo en proceso cuatro años» y no fue hasta finales de 2023 y 2024 que encontró testimonios «muy importantes» que «pusieron las últimas piezas del rompecabezas» con «contundencia y claridad». «Me di cuenta de que la investigación había terminado, al ver que realmente existían estas pruebas tan sólidas de que López Obrador llegó al poder auspiciado financiado por el cártel de Sinaloa», afirmó.
El libro, basado en decenas de testimonios y expedientes judiciales de Estados Unidos, narra cómo el cártel de Sinaloa habría financiado las campañas de López Obrador desde 2006, hasta las elecciones intermedias de 2021, cuando su partido, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), arrasó en casi todos los Estados. En el último capítulo, «La heredera», Hernández plantea que esa estructura probablemente pasará a manos de la candidata oficialista, Claudia Sheinbaum. «Lo que sí tengo son muchos testimonios de que hay miembros del cártel de Sinaloa que están llamando al voto a favor de Claudia Sheinbaum. Hay quienes están diciendo que con ella van a estar mejor que con Obrador».
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