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Annual: El periodismo de la historia

¿Se puede hacer periodismo buceando en la historia? Sin duda. Ya lo demostró Herodoto en el siglo V antes de Cristo con su monumental Historiae. Antonio Rubio Campaña (Melilla, 1951) utiliza en El desastre de Annual a través de la prensa (Libros.com, 2022) las herramientas propias del oficio que tan bien conoce para indagar en el pasado. Y, como si de una indagación periodística se tratara, sustenta su teoría de que el periodismo de investigación nace en España en los años 20, coincidiendo con los trágicos sucesos de la Guerra de África.

Rubio no sólo consigue justificar documentalmente su tesis, sino que, además, nos ofrece un retrato de la España de aquella década, un momento trascendental de nuestra historia y del periodismo. Nos presenta un país aún convaleciente la crisis del 98 y la pérdida de las colonias de ultramar, enfangado en una guerra para mantener su Protectorado de Marruecos, con una clase política desgastada cuando no corrupta, con un régimen monárquico en decadencia y en medio de una situación internacional precaria tras la recién terminada Gran Guerra y en pleno proceso de descolonización.

"Ya en el prólogo, el autor avanza la inspiración que ha impulsado este trabajo, que se puede resumir en las citas a las que recurre"

Que un acontecimiento pase a la historia con el sobrenombre de desastre lo dice todo. Revela la relevancia de los sucesos ocurridos en julio de 1921, y los años posteriores, en la pequeña localidad del Rif, a sólo 60 kilómetros de una Melilla amenazada. Sin una explicación de ese desastre serían incomprensibles acontecimientos posteriores como la dictadura de Primo de Rivera, el abandono de España del rey Alfonso XIII, la proclamación de la República, la Guerra Civil, la dictadura franquista e, incluso, las actuales tensiones con Marruecos.

De ahí la importancia del libro de Rubio. De ahí y del hecho de que utilice la gran lámpara que es la Prensa para iluminar esos sucesos. Ya en el prólogo, el autor avanza la inspiración que ha impulsado este trabajo, que se puede resumir en las citas a las que recurre. Una del escritor y periodista Albert Camus: “Los periódicos son la voz de una nación”. Otra del historiador Joseph Pérez: “La historia siempre es contemporánea. Siempre hay algo que añadir y siempre habrá cosas que corregir y perspectivas nuevas”.

"El libro nos ofrece la narración detallada de los episodios bélicos, pero también de la revolución vivida por la prensa en esos años críticos"

Y, por supuesto, las múltiples enseñanzas de su gran referente, Ryszard Kapuscinski, sobre el periodismo y su relación con la historia: “Todo periodista es un historiador. Investiga, explora y describe la historia”. “Estudiar la historia en el momento mismo de su desarrollo, lo que es el periodismo”. “Todo periodista es un historiador”. “El buen y el mal periodismo se diferencian fácilmente: en el buen periodismo, además de la descripción de un acontecimiento, tenéis también la explicación de por qué ha sucedido: en el mal periodismo, en cambio, encontramos sólo la descripción, sin ninguna conexión o referencia al contexto histórico”. “El verdadero periodismo es intencional, a saber: aquel que se fija un objetivo y que intenta provocar algún tipo de cambio. No hay otro periodismo posible”.

Periodismo, historia, descripción, investigación, contexto, explicación, intención, búsqueda de cambio… Con esas ideas siempre presentes, Antonio Rubio justifica así su libro. “He retrocedido a través de aquellos periodistas que se encontraban delante de la Central de Teléfonos de Madrid y de los que estaban en el Protectorado de Marruecos, para reconstruir, por medio de sus crónicas y de sus investigaciones, qué ocurrió en 1921 y años posteriores, por qué ocurrió y cuáles fueron sus repercusiones en España”. Nada más y nada menos.

El libro nos ofrece la narración detallada de los episodios bélicos, pero también de la revolución vivida por la prensa en esos años críticos. “El periodismo moderno nace en España en Annual”, asegura categóricamente el autor. Los periódicos se vuelven menos opinativos y más informativos. La prensa de partido deja paso a una prensa comercial, que busca el beneficio económico, a través de un negocio basado en los ingresos que proporcionan los propios lectores y la publicidad.

"Por el libro desfilan notables personajes históricos como Abd el-Krim, primero colaborador de los españoles, como periodista, y después cabecilla de las guerrillas rifeñas que humillaron al ejército colonial"

Esa transformación no implica que las publicaciones carezcan de línea editorial, ni que dejen de existir por completo los llamados “periódicos sapo”, aquellos financiados por partidos, por intereses económicos opacos o, incluso, por los fondos reservados del gobierno de turno con el fin de controlar la información que llega a los ciudadanos.

En ese marco nace el periodismo de investigación. Rubio utiliza dos documentos significativos para describir el nuevo fenómeno informativo. La carta que escribe en 1921 Alfonso XIII al general Fernández Silvestre, mártir junto a sus tropas en Annual. “Tú haz lo que yo te diga —ordena el rey—. No hagas caso al ministro de Defensa, que es un imbécil”. Todo un símbolo de la chapuza que llevó a la masacre.

Y el artículo “Hay que enterarse”, publicado por Miguel de Unamuno en El Sol en 1932: “La prensa ha hecho que el pueblo se haga público —escribe—. Es la que ha contribuido a hacer conciencia nacional”. Un reflejo de cómo lo descubierto por los periodistas en esos años ha contribuido de forma decisiva al nacimiento de una opinión pública informada.

"Los protagonistas del libro son los periodistas y sus informaciones, que iban a ser decisivas en el devenir de la historia"

Por el libro desfilan notables personajes históricos como Abd el-Krim, primero colaborador de los españoles, como periodista, y después cabecilla de las guerrillas rifeñas que humillaron al ejército colonial. Como el entonces comandante Francisco Franco, que consiguió un gran prestigio como militar en la guerra de África. Como el general Sanjurjo, héroe del desembarco de Alhucemas y líder del primer golpe contra la República. O como el entonces corresponsal de guerra Indalecio Prieto, figura clave en el nuevo régimen. Personajes que se estaban forjando para desempeñar un papel decisivo en el futuro próximo del país.

Pero los protagonistas del libro son los periodistas y sus informaciones, que iban a ser decisivas en el devenir de la historia. Aunque cada uno de ellos merecería una extensa biografía, esta es solo una pequeña muestra de los muchos informadores y de sus exclusivas que aparecen en el libro:

Luis de Oteyza. Director y corresponsal de guerra de La Libertad. No sólo logró entrevistar a Abd el-Krim, sino que participó en la negociación para liberar a los 326 españoles (el resto, hasta 496, habían muerto) que el líder rifeño había tomado como prisioneros.

Teresa de Escoriaza. Docente y periodista de La Libertad. Se convirtió en el Rif en la primera mujer española corresponsal de guerra, formando parte del equipo de investigación creado por Luis de Oteyza.

Manuel Aznar Zubigary. Director y corresponsal de El Sol. Descubrió que los líderes rifeños recibían apoyo de los alemanes mientras aún cobraban del ejército español, al que, en teoría, aún servían. Una información suya del 24 de julio de 1921 (“¿Quién manda en la jarka?”) se presenta en portada bajo el lema “Un tema de investigación”. Es la primera vez que se utiliza expresamente el concepto periodismo de investigación.

"Sacó a la luz en exclusiva la correspondencia secreta entre el alto comisario de España en Marruecos, Dámaso Berenguer, y el Gobierno de Madrid"

Víctor Ruiz Albéniz. Médico y periodista. Subdirector del Diario Universal y colaborador de varios periódicos. Reunió sus crónicas en el libro Ecce Homo, publicado sólo un año después del desastre. El subtítulo es toda una definición del periodismo de investigación. “Prueba documental y aportes inéditos sobre las causas del derrumbamiento y consecuencias de él”. Denunció que la guerra de África respondía a intereses económicos de grandes compañías mineras. Acabó en la cárcel por estas palabras publicadas en una de sus crónicas: “Al pueblo hay que decirle todo, porque, al fin, suya es la sangre que se derrama en las conmociones bélicas, y suyo el dinero que en guerra y en paz se emplea para la obra de destrucción o de reconstrucción”. Además, sacó a la luz en exclusiva la correspondencia secreta entre el alto comisario de España en Marruecos, Dámaso Berenguer, y el Gobierno de Madrid.

Eduardo Ortega y Gasset. Hermano del filósofo. Político y periodista de La Libertad y El Imparcial. Reconstruyó de forma vibrante, en un estilo propio del nuevo periodismo americano de los años 60, las últimas horas de los muertos en Annual. Lo hizo gracias al testimonio de un soldado superviviente de la matanza y a la profusión de datos recopilados por él mismo sobre el terreno. Rubio lo define como pionero del periodismo de anticipación, ya que cinco meses antes del desastre lo predijo al denunciar el riesgo que corrían las tropas españolas por la escasez y poca eficacia de su material bélico.

Antonio Got. Además de escribir crónicas como corresponsal de guerra, realizó para El Sol mapas detallados de las batallas y los movimientos de las tropas, por lo que se le considera el  primer infógrafo de la prensa española.

Alfonso Sánchez Portela, “Alfonso”. El gran retratista de la España del siglo XX. Con sólo 18 años, acompañó a Luis de Oteyza en la entrevista con Abd el-Krim. No sólo fotografió al escurridizo líder rifeño, sino que retrató a los prisioneros españoles. Sus fotografías, hoy icónicas, son la memoria gráfica de la Guerra de África.

"El escándalo indignó al país, ya que estalló poco después de que miles de soldados españoles murieran en Annual"

Rafael López Rianda. Militar y periodista. Corresponsal de El Sol y de El Telegrama del Rif, del que fue director. Destapó en 1922 uno de los grandes casos de corrupción en el siglo XX en España, conocido como “El escándalo del millón de Larache”. Se trataba de una trama de mandos militares, conocida como “La cofradía de la avaricia», que se enriquecieron apropiándose, mediante facturas falsas y comisiones ilegales, de dinero destinado a adquirir provisiones y equipamiento para los soldados. Su publicación obligó al Gobierno a acabar con esas prácticas, que se habían generalizado en todo el ejército. El escándalo indignó al país, ya que estalló poco después de que miles de soldados españoles murieran en Annual, entre otras razones, por la mala alimentación de la tropa, la falta de equipamiento, y el armamento obsoleto, consecuencia en gran medida al hecho de que parte de los fondos acabaron en los bolsillos de unos pocos desalmados.

Comisiones ilegales, facturas falsas, listas manuscritas con el reparto del dinero, enriquecimiento vertiginoso, estilo de vida ostentoso, connivencia de políticos, fuentes despechadas… Estas investigaciones recuerdan inevitablemente a escándalos recientes en nuestra historia. El propio Rubio encuentra un asombroso parecido entre las prácticas corruptas de entonces y las de la España contemporánea. Escándalos que él mismo ha contribuido a desvelar.

Son tiempos diferentes, pero en los años 20 y en el siglo XXI el periodismo de investigación resulta imprescindible para sacar a la luz lo que algunos quieren ocultar. José Ortega y Gasset lo concretó en 1917 para justificar la necesidad de un periodismo diferente y el sentido de la cabecera del periódico que acababa de fundar con el industrial Nicolás María Urgoiti: “El Sol, que significa ante todo un deseo de ver las cosas claras”.

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Autor: Antonio Rubio. Título: El desastre de Annual a través de la prensa. Editorial: Libros.com. Venta: Todos tus libros, Amazon, Fnac y Casa del ‘Libro.

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Ricarrob
Ricarrob
2 años hace

Con este desastre explotan muchas cuestiones latentes desde hacía mucho. Descrédito de la monarquía y descrédito del elitista militarismo que solamente era efectivo cuando se trataba de reprimir a la propia población. Un ejército montado para el control interior. Despecio total por el pueblo, tomado como carne de cañón, con un injusto sistema de cuotas en el que solamente los pobres iban a morir, los que no podían pagar y en una guerra ajena a los intereses del país y defensora de los intereses empresariales. Solo una minoría salía beneficiada de este sinsentido. Enorme papel el de la prensa para informar de todo ello a un pueblo ya de espaldas a las élites del poder. Pensemos, reflexionemos sobre la imprescindibilidad de una prensa libre. Quizás la Guerra Civil se inicia, tiene su origen, en Annual.