El 17 de julio de 1918 tuvo lugar el asesinato del Zar Nicolas II y de su familia, compuesta por la zarina Alejandra y los cinco hijos del matrimonio —Olga, Tatiana, Maria, Anastasia y Alekséi—, y de varios de sus acompañantes. La ejecución de los Románov fue realizada por tropas bolcheviques bajo las órdenes del Soviet de los Urales.
Quién fue Nicolás II
Nikolái Aleksándrovich Románov fue el último zar que tuvo Rusia. Nicolás II llegó al poder después de la muerte de su padre, Alejandro III, en 1894, y ejerció como emperador hasta su abdicación forzosa en 1917. Su personalidad reservada, en contraste con el carácter enérgico de su progenitor, fue una rémora considerable para enfrentar la difícil situación de su nación a finales del siglo XIX. Sus intentos por expandirse por Asía fracasaron y provocaron una costosa guerra con Japón. En Europa, pese a la cada vez más notable debilidad de su país, intentó mantener la hegemonía con Francia y Alemania como grandes aliados. La industrialización del país produjo un importante cambio con el nacimiento de una nueva clase social, el proletariado, formado por los obreros que habían emigrado del campo a las ciudades para trabajar en las fábricas. Nicolás II cortó cualquier avance para democratizar Rusia y adaptar el país a las nuevas necesidades de sus ciudadanos. Su fatal entrada en la I Guerra Mundial y el descontento que provocaba el asesor de la zarina, Rasputín, fueron aprovechados por Lenin —exiliado entonces, pero bien representado por los bolcheviques— para iniciar la Revolución de Febrero, que sacó del poder al Zar, y desembocó meses más tarde en la Revolución de Octubre.
Cómo fue el asesinato del Zar Nicolas II y de su familia
El Palacio de Alejandro, localizado a las afueras de San Petersburgo, fue el primer lugar donde fueron encerrados el zar y su familia, junto con varios de sus seguidores. De allí fueron trasladados al que fue su último hogar, la Casa Ipatiev, en Ekaterimburgo. El 29 de junio el Soviet de los Urales dictó su sentencia de muerte: todos los prisioneros, niños incluidos, debían ser ejecutados. Desde ese momento vivieron en total cautividad, aislados por completo, sin ningún contacto con el exterior. En la madrugada del día 17 sus captores los llevaron al sótano de la vivienda, argumentando la inminente llegada de tropas enemigas. Allí le leyeron al último Románov su condena a muerte y los cargos que pesaban contra él por crímenes contra el pueblo. A continuación comenzó la matanza: veinte minutos de disparos y bayonetazos. Nadie se libró, aunque durante muchos años corrió el rumor de que hubo una superviviente, Anastasia; una mujer llamada Anna Anderson aseguraba ser la hija del zar Nicolás II y haber logrado escapar de la masacre.
Otras efemérides históricas del 17 de julio
El día 17 de julio de 1203 los soldados de la Cuarta Cruzada tomaron la ciudad de Constantinopla.
El día 17 de julio de 1512 el ejército castellano al mando de Fadrique Álvarez de Toledo y Enríquez invadió el Reino de Navarra.
El día 17 de julio de 1821 España cedió la región de La Florida a los Estados Unidos de América.
El día 17 de julio de 1945 la aviación norteamericana realizó un gran bombardeo sobre la ciudad japonesa de Numazu.
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