Atlas Negro: Infernum, probablemente el primer videojuego desarrollado en España que se basa en una saga literaria publicada —y radioficcionada— de forma original también en el país, ha lanzado una campaña de micromecenazgo solo activa hasta el 12 de noviembre y a la que se puede contribuir aquí. Miguel Garrido de Vega, guionista y abogado del proyecto, cuenta cómo se gestó.
¿Qué haría usted si una figura humanoide de aspecto fantasmal apareciese de repente en su salón? No habla, no se mueve, no reacciona. Solo permanece ahí de pie y algo le dice que es mejor no acercarse demasiado. ¿Y si esto mismo les sucediese también a sus vecinos? ¿Y si después de violentas tormentas eléctricas —llamémoslas «umbras»— esos seres espectrales —llamémoslos «huellas»— se materializasen en su centro de trabajo, en el colegio de sus hijas, en parques, avenidas, autopistas, comercios, balcones e iglesias? No sé usted, pero yo tengo claro lo que sucedería con el orden social: palabras como «secta», «infierno», «tiranía» o «desesperación» se pondrían de moda. Sería el caos.
Bajo esta premisa tan alentadora, me enrolé hace un tiempo en Atlas Negro, una «meta-antología» o «novela coral» coordinada por el escritor Álvaro Aparicio (1985), a la que contribuí con «De Madrid al cielo», un relato de terror ambientado en un apocalíptico Edificio España. Para completar la experiencia, todos los textos del libro fueron radioficcionados con éxito por el podcast de narrativa en castellano Noviembre Nocturno. Y la cosa se disparó. Tanto que el volumen se va a reeditar en la editorial Orciny Press, con nuevos relatos y una revisión profunda de todos los anteriores. Tanto que incluso se planteó la posibilidad de desarrollar un videojuego ambientado en su universo. Un momento, ¿un videojuego? ¿Nos hemos vuelto locos? Probablemente, pero reunimos varias espadas —entre ellas, nuestro Roberto «Nekroraptor», un programador con denominación de origen canaria y un talento que no es de este mundo— y formamos Night Council Studio con la misión de desarrollar un videojuego que ampliase lo que ya habíamos plasmado en las páginas. Había nacido Atlas Negro: Infernum.
¿Qué es Atlas Negro: Infernum? De momento, un proyecto. Muy pronto, un videojuego de terror y misterio con un fuerte componente narrativo, y cuya mecánica consistirá en la resolución de puzles y acertijos. Hasta ahora, hemos liberado una demo —es decir, una versión de prueba a la que es posible jugar de forma gratuita—, hemos recibido una ayuda de la Comunidad de Madrid, fuimos finalistas de los Premios PlayStation Talents, tenemos banda sonora original, contamos con los cuadros de la misteriosa Iconikah, la voz de Noviembre Nocturno para uno de los personajes principales e incluso con una portada obra del legendario artista de grabados Tomás Hijo —que ha trabajado, entre otros, para Guillermo del Toro, Netflix, Cuarto Milenio o el podcast Aquí hay dragones.
Para sufragar semejante delirio, hemos lanzado una campaña de micromecenazgo en la plataforma Kickstarter que estará activa hasta el doce de noviembre. Así que si quiere ayudarnos a que este universo siga creciendo y provocando pavor, si ha decidido que es el momento de aportar su granito de arena —volcánica, por supuesto— para que este grupo de escritores apocalípticos, editores bizarros, voces de ultratumba, brujas del caos, programadores mutantes y artistas que han mirado al abismo pueda terminar de invocar el videojuego Atlas Negro: Infernum, le diré cómo. Haga clic en nuestro portal dimensional —aquí el enlace— y busque el botón verde del patrocinio. No se arrepentirá… o sí.
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