José Antonio Escrig Aparicio
Publicaciones del autor
El viaje de Shackleton, de William Grill: la aventura aleccionadora
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Todos ellos comparten una pauta estética (el didactismo aventurero) y unas constantes artísticas y afectivas: el dibujo con lápices de colores, el gusto por...
Kitty Crowther: «Llámalo como quieras, no importa. Lo que cuenta es el viaje»
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Quien desee saber de Farwest o de cualquier otro de sus libros, puede acudir a la nueva página web de la artista, que nos...
Rodorín: «Los títeres te permiten ser el demiurgo de ese universo»
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Su conocimiento, sentido común y pasión por el espíritu que late en las peripecias encarnadas por Don Cristobita y sus compañeros de escenario convierten...
Grandes regalos (y VI): Así me lo contaron, así te lo cuento, una antología de cuentos clásicos ilustrada con magia
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De modo que los libros de cuentos infantiles ilustrados se convierten en un ejercicio de mediación estética, en un modo de entender el conjunto...
Grandes regalos (V): Fantástico, una antología de Gustave Doré, monumento de la ilustración
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“Mi pensamiento ha sido y es siempre este: publicar en un formato uniforme y crear una colección de todas las obras maestras de la...
Grandes regalos (IV): Manual de la bruja, de Malcolm Bird, una enciclopedia desopilante
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Si algo caracteriza a Manual de la bruja y define el talante de su autor es un espíritu bienhumorado, una capacidad sobresaliente para establecer...
Grandes regalos (III): Anoche, de Heena Baek, un libro acordeón
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Hasta aquí, la descripción de la superficie, sumamente atractiva. Pero lo más interesante de Anoche, donde aflora su valor estético, es en la forma...
Grandes regalos (II): El gnomo no duerme, de Astrid Lindgren y Kitty Crowther, un álbum de dos maestras
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En realidad, la historia del pequeño gnomo llamado Tomten imaginada por Rydberg ya había sido un libro ilustrado antes, gracias a la colaboración entre...
Grandes regalos (I): El seto de las zarzas, de Jill Barklem, una colección de libritos idílicos
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La editora tenía razón y cuanto se evidenció en aquella primera ocasión es suficiente para explicar la naturaleza estética de la obra de Barklem....