El día 10 de diciembre de 1198 murió el filósofo y médico Averroes, conocido con el sobrenombre de «el Comentador» por haber traducido las obras de Aristóteles, en Marrakech. Sus teorías, que distinguían entre el conocimiento humano y el divino, le causaron problemas en el Califato de Córdoba y fueron objeto de polémica en los siglos posteriores.
¿Quién fue Averroes?
La familia de Averroes fue una de las más importantes de Córdoba a finales del siglo XI y principios del XII, en los siglos posteriores a la abolición del Califato. Su padre ejerció de cadí —juez— y su abuelo —una autoridad en derecho— fue consejero de diversos gobernantes antes de la llegada de los almohades. Averroes, al igual que habían hecho sus predecesores en la familia, estudió leyes y también teología, medicina y astronomía. Al poco tiempo, fue nombrado médico de la corte y cadí de los cadíes de Córdoba. Pero sus intereses en ese momento se centraron en una rama del saber bastante polémica en su momento, la filosofía. Sus comentarios sobre los escritos de Aristóteles —en los que trataba de conectar los conocimientos del sabio griego con los del Islam— se hicieron muy famosos y se comenzó a hablar del averroísmo, un movimientos filosófico que fue liderado en la Edad Media por Siger de Brabante y Boecio de Dacia.
Una de las ideas más importantes de las teorías de Averroes era difícil de encajar con el pensamiento de los clérigos almohades: «hay una verdad, pero hay (al menos) dos maneras de alcanzarla: a través de la filosofía y a través de la religión». Averroes cayó en desgracia, sus obras fueron quemadas y acabó desterrado a Lucena después de perder el favor del Califa, que había cedido ante los religiosos que consideraban los estudios de Averroes una ciencia profana. Poco antes de morir, el filósofo musulmán fue rehabilitado por su protector y se trasladó hasta la corte de Marruecos en Marrakesh. La filosofía de Averroes no solo fue refutada por los religiosos musulmanes, en los siglos posteriores también combatieron sus ideas desde la iglesia católica destacadas figuras como Santo Tomás de Aquino. Pero el averroísmo consiguió sobrevivir a todos esos ataques y resurgió en el Renacimiento, convertido en el antecedente más reconocible del pensamiento secular.
Otras efemérides históricas del 10 de diciembre
El 10 de diciembre de 1348 Pedro IV de Aragón —conocido como «el ceremonioso» y «el del puñalete» —entró en la ciudad de Valencia, consumando así sus victorias contra la Unión de Aragón y la de Valencia.
El 10 de diciembre de 1520 Martin Lutero quemó la bula excomunión Exsurge Domine, que el Papa León X había decretado contra él.
El 10 de diciembre de 1860 las mujeres consiguieron, por primera vez en la historia de Norteamérica, el derecho al voto en el estado de Wyoming.
El 10 de diciembre de 1896 murió Alfred Nobel, que pasó a la posteridad por ser el inventor de la dinamita y creador de los famosos premios que llevan su apellido.
El 10 de diciembre de 1901 se produjo la primera entrega oficial de los Premios Nobel en las ciudades de Estocolmo y Oslo.
Los Saberes: Persa, Mesopotámico y Meso Andino, cunas de la Eclosión de la Agricultura, son el origen y la Escuela de las «Filosofías’ Griega y Hebrea…sin duda.